1. Demasiadas mercancías para tan poco salario
A diferencia de las crisis que asolaban a las poblaciones de Europa
en el siglo XVIII, en las que una sequía imprevista, la peste negra o
una plaga como la que asoló Irlanda en 1845, cuando los estragos
producidos por el “tizón tardío” en la cosecha de patatas diezmó a una
cuarta parte de la población, la crisis actual no tiene sus raíces en
una disminución drástica en la producción de alimentos o mercancías.
De hecho, en nuestro país, las inversiones no dejaron de acudir en masa en el periodo previo a 2008.
[i] Pero
quienes determinan qué y cómo invertir son actores privados, guiados
por la óptica del beneficio a corto plazo. Algo de sobra conocido en
nuestro país. Tras la ley del suelo de 1999, ayudados por la caída
posterior en las tasas de interés, los inversores privados acudieron en
masa a invertir al sector inmobiliario. El negocio en alza fomenta la
especulación: unos precios de los pisos en permanente aumento atraen a
numerosos capitalistas. Se construyen millones de casas. Pero la gente
es incapaz de pagarlos con sus salarios. Algo que se intentó resolver
facilitando el endeudamiento hipotecario. Pero eso no hizo más que
aplazar y agravar el problema: hoy tenemos más de 3 millones de casas
vacías y decenas de familias desahuciadas al día.
En un discurso ante el FMI, el antiguo asesor de Obama Larry Summers declaraba: “
tal vez no podamos crecer sin crear burbujas.” Y aunque “
la escasez de confianza, la escasez de préstamos y la escasez de consumo sólo se soluciona con burbujas” (…), “
increíblemente, ni siquiera una gran burbuja fue capaz de producir excesos en la demanda agregada”.
[ii]
Y es que en la economía de mercado los inversores están en guerra entre
sí. No se invierte en función de las necesidades sociales, de lo que el
mercado es capaz de asumir, si no en base a un beneficio posible. Por
eso se crean excesos de producción en sectores que tienen potencial de
crecer a corto plazo. Pero el exceso de inversión, que no tiene
correlato con el consumo real, hace que estos mismos sectores “burbuja
“que enriquecían a los “nuevos ricos”, lleven a la ruina, tras el
estallido a cientos de miles de personas que trabajaban en ellos.
Para los empresarios, el salario de los empleados, fuente de
riqueza, es una “carga” en las cuentas de la empresa. Azuzados por la
competencia, los capitalistas intentan disminuir al máximo los costes.
El salario directo – la nómina-, y el indirecto, que se paga al estado
para mantener los servicios públicos y el funcionamiento del estado, son
parte de dichos “costes”. Por otro lado los empresarios quieren
mantenerse en la carrera por el mercado. Y eso implica cerrar
departamentos poco rentables. Introducir nuevas máquinas que precisarán
menos empleados. Implica en definitiva producir cada vez más,
inversiones más grandes. ¿Resultado? Una producción creciente, y unos
salarios menguantes. Pero como los salarios son la base del consumo, con
el tiempo se acumulan las mercancías y la gente no puede comprar. Son
las crisis de sobreproducción.
En 2013, por primera vez los 17 millones de trabajadores españoles
obtuvieron menos riqueza que unos pocos cientos de miles de propietarios
de empresas e inversores: el 44.6% del PIB frente al 46.3%.
[iii] Como
vemos en el siguiente gráfico, la participación de los trabajadores
españoles en el reparto de la riqueza nacional anual, el PIB, no ha
dejado de disminuir:

Fuente:
AMECO.
El economista Nouriel Roubini, famoso por anunciar en el FMI la crisis dos años antes de su estallido, reconoce:”
Karl
Marx tenía razón, (…) Pensamos que los mercados funcionaban. No están
funcionando. Y lo que es racional individualmente, que cada empresa
quiera sobrevivir y prosperar, significa recortar aún más los costos
laborales. Mis costos laborales son los ingresos laborales y el consumo
de otros. Por eso es un proceso autodestructivo.»
[iv] Aunque
el empresario individual gane más dinero eliminando convenios o
despidiendo trabajadores, el resto de capitalistas hacen lo mismo. Y
cuando llega el “stop” y las ventas se vuelven difíciles lo intentan
resolver bajando los precios, disminuyendo por tanto el margen de
beneficio, lo que les llevará nuevamente a presionar a la baja a los
salarios… Una espiral destructiva.
“La razón última de todas las crisis reales es siempre la pobreza
y la limitación del consumo de las masas frente a la tendencia de la
producción capitalista a desarrollar las fuerzas productivas como si no
tuviesen más límite que la capacidad absoluta de consumo de la
sociedad”, pensaba Carlos Marx. Y en 2013, cuando millones de
trabajadores, sin trabajo, sin salario, con deudas, son incapaces de
comprar los fármacos, la ropa o incluso la comida, no podemos dejar de
estar de acuerdo.
¿Será posible romper este círculo vicioso sencillamente aumentando los salarios? Marx se planteaba dicha cuestión en 1867: «
las
crisis van precedidas siempre, precisamente, de un período de subida
general de los salarios, en el que la clase obrera realmente obtiene una
mayor participación en la parte del producto anual destinada al
consumo. (…) Esto quiere decir, pues, que la producción capitalista
implica condiciones independientes de la buena o la mala voluntad de los
hombres, que sólo dejan un margen momentáneo a aquella prosperidad
relativa de la clase obrera, que es siempre, además, un pájaro agorero
de la crisis.»
[v]
Tras la II Guerra Mundial, los capitalistas, temerosos del “ogro
rojo” que representaba la URSS y del pujante movimiento obrero, se
vieron obligados a realizar concesiones. El llamado “estado del
bienestar” fue por un lado una concesión de los capitalistas para evitar
el mal mayor de una posible revolución (con las consiguientes
expropiaciones), y una forma de apaciguar, adaptar al movimiento obrero.
La subida salarial en el periodo de postguerra no evitó la crisis 60
años después. ¿Porque? Al intentar “hacerse” con esa capacidad de
consumo extra que tenían los trabajadores, vendiéndoles mercancías y
servicios, los empresarios ponen en marcha disminuciones salariales para
ganar la competencia con las empresas competidoras, cierre de empresas y
sectores no rentables, despido de trabajadores al introducir nueva
maquinaria. En definitiva: producirán más empobreciendo a los
trabajadores. La subida salarial, por tanto, no evita –más que
temporalmente- el estallido de las crisis.
2. Una economía dominada por grandes empresas
2.1 El 20% del PIB son beneficios empresariales
Es bien conocido que detrás de las reformas laborales, de los
recortes en los servicios se encuentran las mayores fortunas. ¿Pero
quién domina exactamente la economía –y la política-? En España, menos
del 0,5% del censo empresarial, unas 5.000 grandes empresas, emplean más
del 40% de la fuerza de trabajo asalariada
[vi] y obtienen en torno al 80% de los beneficios.
[vii] De
los 17 millones de asalariados, en torno al 40% estaban empleados en
empresas de más de 250 trabajadores, y menos de mil empresas empleaban a
más de 3,6 millones.
[viii]
Las ganancias de las sociedades capitalistas han llegado a alcanzar,
en lo que se refiere a beneficios declarados en torno al 20% del PIB
(220.000 millones de euros en 2006). Una cifra que podría fácilmente
doblarse si se tiene en cuenta que los principales responsables del
fraude fiscal son las grandes empresas, cifrado según los técnicos de
hacienda en 42.000 millones anuales.
[ix]
En 2012 las compañías del IBEX repartieron entre sus accionistas
26.800 millones de €: el 65% de los beneficios obtenidos por las
empresas. Una auténtica sangría de la riqueza generada por millones de
trabajadores diariamente, que no irá a crear trabajo, si no a engordar
las abultadas carteras de los grandes accionistas.
[x]
Estas grandes empresas, con la pirámide de subcontratas que les
acompaña, tienen un gran peso en la economía. En gran parte son quienes
determinan el precio de las mercancías, quienes con sus decisiones de
deslocalización asolan regiones enteras, debido al impacto en el empleo
indirecto y en los servicios públicos de estas empresas.
Pese a una opinión generalizada que señala a los bancos como los
principales responsables de la crisis, la élite empresarial aparte del
capital financiero está compuesta por telefónica, REPSOL, constructoras,
sector textil, la venta de inmuebles, alimentación…
[xi]
2.2 Las empresas se van de negocios
Las empresas españolas del IBEX obtienen el 62,4% de su cifra de negocios en el extranjero.
[xii] De
hecho es la parte del negocio que más crece, debido a la raquítica
capacidad de consumo en España. No es pues de extrañar la agresiva
política de los sucesivos gobiernos del PSOE y del PP hacia los países
de América Latina que deciden aumentar los impuestos a las empresas
españolas, o nacionalizar los sectores.
Y si bien más de la mitad del negocio de las empresas españolas se
encuentra fuera, no es algo necesariamente bueno para el empleado
español. El ministro de economía, Luis de Guindos, afirmaba en 2012 que
“
España está haciendo lo que Alemania hizo hace 10 años”. Gerhard Schroeder resumía esos “
deberes bien hechos” en Davos en 2005: «
Hemos
construido uno de los mejores sectores de bajos salarios de Europa. (…)
Señoras y caballeros, este programa que hemos instaurado a pesar de la
fuerte oposición de la sociedad, comienza a aportar sus frutos, en
adelante, y durante muchos años, no tendremos en Alemania crecimiento de
los costes salariales por producto. Podemos presentar resultados de
exportaciones en el plano de la competencia internacional que son un
signo de fuerza. Porque, en un periodo de estancamiento, hemos ganado
mercado en vez de perderlo»
[xiii] Exportar más bajando los salarios. Exportar más que tus competidores. La receta anti-crisis, “el plato de la casa” de la UE.

Pero ese éxito corre el riesgo de convertirse en su contrario: no
todos los países pueden ser exportadores, algunos deben importar. La OIT
lo reconocía en 2012: “
la estrategia de reducción de costes
laborales, una recomendación frecuente en términos de política interna
para países en crisis y con déficit en su cuenta corriente, podría
correr el riesgo de deprimir el consumo interno más de lo que aumentan
las exportaciones. Si se buscan reducciones competitivas de los salarios
en forma simultánea en un gran número de países, esto podría llevar a
una «carrera hacia el fondo» en la participación del trabajo, reduciendo
la demanda agregada.”
[xiv]
Tal vez no sea muy provechosa esa estrategia para los trabajadores
españoles. ¿Tal vez para los países donde se invierte? Hoy, los países
en vías de desarrollo son más pobres en comparación con los ricos que
hace 50 años. El Informe de Desarrollo mundial de UNICEF no deja lugar a
dudas: “
A esta velocidad, llevaría más de ocho siglos (855 años
para ser exactos) que los mil millones más pobres del mundo alcanzaran
el 10 % del ingreso global.”
[xv]
Las inversiones de las grandes empresas no ayudan a paliar las
diferencias: las aumenta, fruto del trasvase de las rentas a los países
de origen de estas grandes empresas. En 2006 la ONU reconocía que:
“El
aumento de la desigualdad en el mundo se puede explicar en parte por el
proceso de globalización (…) por imperfecciones que caracterizan a los
mercados mundiales y que se tratan de manera ineficaz por las políticas y
las leyes mundiales”.[xvi]
Las situaciones son por tanto bien distintas entre los diversos
países. Las naciones poco desarrolladas hacen una transferencia
constante de riquezas hacia Europa y EEUU, que va a parar
fundamentalmente a manos de la clase propietaria. España está entre los
países que se benefician de estas transferencias. Es un país
imperialista.
[1]
3. Democracia, República y cambio de modelo
3.1 El peso de la historia
En 1789 la Revolución Francesa da el pistoletazo de salida a un siglo
dominado por transformaciones radicales en Europa. 1820, 1830, 1848…
las sucesivas monarquías caen o son transformadas bajo el ímpetu
revolucionario de las masas, dirigidas por la naciente burguesía
comercial. En opinión de Marx y Engels, las trabajas que imponía la
sociedad feudal al desarrollo de la producción, eran la causa de las
revoluciones burguesas: “
los medios de producción y de cambio, sobre
cuya base se ha formado la burguesía, fueron creados en la sociedad
feudal. Al alcanzar un cierto grado de desarrollo estos medios de
producción y de cambio, las condiciones en que la sociedad feudal
producía y cambiaba, toda la organización feudal de la agricultura y de
la industria manufacturera, en una palabra, las relaciones feudales de
propiedad, cesaron de corresponder a las fuerzas productivas ya
desarrolladas. Frenaban la producción en lugar de impulsarla.”
España llegó tarde al desarrollo industrial comparado al resto de las
naciones del norte europeo. Durante mucho tiempo el retraso
considerable puso en primer plano la necesidad de actualizar el modelo
económico y social.
[2],
[3]La herencia feudal debía dar paso a unas relaciones mercantiles capitalistas.
Azuzado por la crisis económica y por el movimiento obrero, el gran
capital, a partir de los años 1920, comienza a apoyarse en partidos
fascistas. En 1923, el patrón de la industria siderúrgica alemana
Stinnes explica ante el embajador de EE.UU. su apoyo al partido de
Hitler: “
Tenemos que encontrar un dictador que tenga el poder de
hacer lo que sea necesario. Un hombre que hable el lenguaje de la gente y
que sea él mismo un civil, tenemos a ese hombre.”
[xvii] Los
partidos fascistas, una vez llegados al poder, eliminan las elecciones,
prohíben los partidos, sindicatos, huelgas. La socialdemocracia, el
partido más influyente entre los trabajadores en la época, evita un
frente común con el Partido Comunista. Apenas un mes antes de su
prohibición y el encarcelamiento de miles de militantes, el SPD alemán
votaba a favor del golpe del partido Nazi en el Reichstag.
En ese contexto, en 1935, el VII Congreso de la Internacional
Comunista hará un llamado a una amplia unidad frente al fascismo, basada
en la unión sindical y de los partidos obreros, junto con las otras
clases sociales que objetivamente eran dañadas por las dictaduras
fascistas.
[4]
Sin haberse desembarazado del todo del retraso histórico, los años
1930 vieron nacer la lucha contra el fascismo español e internacional en
la Guerra Civil española. Bajo el gobierno del frente popular se
alcanza una amplia unidad sindical y una victoria electoral en el Frente
Popular, que reúne al Partido Socialista, el Partido Comunista,
partidos de la pequeña burguesía como el Partido Republicano e incluso
sectores de la CNT. Como muestra de la necesidad del frente único se
forma la JSU, unión de las juventudes socialista y comunista. Es la
política del Frente Único para derrotar al fascismo.
Las vacilaciones del gobierno republicano a la hora de depurar a los
conspiradores de la cúpula militar, que se acabarían sublevando el 18 de
Julio, de expropiar a los terratenientes
[5]…
junto al apoyo de la Alemania nazi y la Italia de Mussolini, dejan en
una situación difícil a la II República. Sometidos al embargo de armas
de Francia e Inglaterra y EEUU, la resistencia republicana marcaría un
hito en la historia.
Pero por otro lado, el gobierno del frente popular, que duraría 5
meses hasta el golpe fascista del 18 de Julio, y los 3 años de
resistencia, dejarían en la conciencia colectiva una vinculación de
República a progreso social. Por más que desde la clase dominante se
intente asociar a caos y guerra: el derecho al voto de la mujer, al
divorcio, la creación de 10.000 escuelas en un país con un 38% de
analfabetismo, el impulsola legislación laboral, lamayor autonomía de
Cataluña, Galicia y Euskadi… son sólo algunas de las conquistas de la II
República.
3.2 La democracia en un triste estado
La derrota del fascismo, permitió que tras la II Guerra Mundial, se
incorporasen derechos sociales y políticos a la Declaración Universal de
Derechos Humanos. Derechos que seguramente serían tildados de populismo
por los gobiernos de la UE: “
Toda persona tiene derecho a
un nivel de vida adecuado que le asegure, así como a su familia, la
salud y el bienestar, y en especial la alimentación, el vestido, la
vivienda, la asistencia médica y los servicios sociales necesarios;
tiene asimismo derecho a los seguros en caso de desempleo, enfermedad,
invalidez, viudez, vejez u otros casos de pérdida de sus medios de
subsistencia por circunstancias independientes de su voluntad.”
[xviii]

Hoy,
68 años más tarde, las conquistas democráticas de la clase trabajadora
se deshacen como un castillo de naipes. Desaparecidas las primeras
experiencias socialistas en los países del este Europeo y Rusia, el
movimiento obrero recibió un duro golpe en Europa occidental.
Apenas un mes después de que los barrenderos de Madrid, tras 2
semanas de huelga, consiguiesen evitar más de 1.000 despidos, el
gobierno del PP prepara una ley con el objetivo de restringir las
huelgas. En apenas un año, se penaliza animar a acudir a manifestaciones
por internet, fotografiar policías en las concentraciones, manifestarse
delante del parlamento…
El derecho de las mujeres a disponer de su cuerpo, el derecho al
aborto, son cuestionados por los sectores más reaccionarios de la
iglesia y del PP.
La democracia en el capitalismo se restringe al derecho al voto cada 4
años. Mientras tanto, los lobbies, al servicio de las grandes empresas
influyen en la creación de leyes: en el barrio Europeo de Bruselas,
10.500 lobbistas trabajan para moldear a 732 parlamentarios europeos.
[xix] Son
el poder detrás de la sombra. La democracia del lobby no existe para
cuestionar los recortes, las guerras –como vimos en Irak -, o los
despidos.
“
Los consejeros políticos crean mucho valor para las
empresas por el mal tipo de razones, es decir, proporcionando una vía de
acceso privilegiado al regulador“, afirma un investigador de
FEDEA. Los políticos, no sólo han estudiado en numerosas ocasiones en
las mismas universidades privadas que la élite económica. Cuando acaban
su “función pública” cumplen fielmente la tarea de “facilitar” los
negocios de las grandes empresas. Es la famosa “puerta giratoria”: 20
exministros y 2 expresidentes están hoy a sueldo de las grandes
compañías.
4. Inmensas posibilidades
El
hombre es el principal responsable del cambio climático. Pero han sido
el último siglo, y en especial las últimas 4 décadas, con el desarrollo
del capitalismo, cuando más han crecido las emisiones de CO2 y gases de
efecto invernadero.
[xx] Europa y EEUU son los principales responsables, con unas emisiones históricas mucho mayores que el resto de las naciones.
[xxi] The economist reconocía que el mercado es incapaz de hacer frente al problema, no se trata de enfrentarlo,“
el mundo debe prestar más atención a cómo vivir con él”.
¿La solución? Des hace años existe un mercado del CO2 en el que las
empresas que más contaminan pueden vender sus cuotas. Al precio de 150 €
la tonelada, los expertos calculan que se podría frenar el aumento de
CO2 forzándolas a investigar vías alternativas. Algo que acabarían
repercutiendo al consumidor. Pero, fruto del exceso de oferta, pagan
actualmente… ¡3 euros la tonelada de CO2!
[xxii]
Sin embargo, las posibilidades de hacer frente al cambio climático,
son inmensas: transferencia de tecnología entre estados y empresas,
inversiones en tecnologías de baja producción de CO2, renovables,
aislamiento de los hogares… ¡El 0.3% de la luz solar del Sahara podría
cubrir la energía limpia a Europa!.
[xxiii] Pero
nada de esto es rentable. Las investigaciones sobre energías limpias
son puestas en segundo plano por las empresas energéticas. Y no es por
falta de beneficios. La transferencia de conocimientos de tecnologías de
bajo consumo energético es inexistente: las patentes son una fuente de
beneficios. Las empresas sólo dejan de contaminar bajo sanciones.
¿Imposible una investigación que no de dinero a corto plazo? En el CERN,
en Suiza, 2.400 físicos de todo el mundo han colaborado en un proyecto
interestatal, sufragado con dinero público, sin patentes ni beneficios.
14 años después del inicio de su construcción, el descubrimiento del
Bosson de Higs, que muchos científicos creen que podrá resultar en
nuevas tecnologías en unas décadas, es su fruto. “
Un buen ciudadano es aquel que colabora con otros cuando es necesario, y no alguien que se construye a costa de los demás” decía el creador del sofware libre, Richard
Stallman, que hoy se usa gratuitamente en cientos de empresas y servidores como Google.
Cuba tiene un PIB per cápita que aproximadamente diez veces más bajo
que los países de la OCDE, a nivel mundial está en el puesto 75. Pero su
Índice de Desarrollo Humano es comparable al de Bélgica, un país
conocido por tener uno de los mejores sistemas sociales y de seguridad
del mundo y mejor que el del Reino Unido.
[xxiv] Brasil,
uno de los países más ricos del continente, se ha visto obligado a
solicitar 4.000 médicos cubanos –y de otras naciones- para que den
atención médica en sus pueblos pobres del interior. Más de 16.000
médicos cubanos cubren servicios en países del tercer mundo.
La democracia en Cuba se vive en cada empresa, en cada barrio, en las
universidades. Las reformas económicas y sociales, los derroteros del
país, se discuten en millones de asambleas de base, donde se expresan
todas las opiniones. Y esas opiniones marcan el rimo de las
transformaciones. El dinero y los lobbies no pueden influir en el
proceso. El programa de reformas de 2013, fue discutido “
por 8.913.838
personas en más de 163 mil reuniones efectuadas en el seno de las
diferentes organizaciones, registrándose una cifra superior a tres
millones de intervenciones.” En base a esas opiniones “
dos tercios de los lineamientos (NDT: propuestas iniciales), exactamente el 68%, fueron reformulados.”
[xxv]
Las primeras experiencias socialistas
[6]se
han desarrollado en naciones que han debido enfrentar graves problemas
de subdesarrollo económico, de atraso histórico, de sangrantes
dictaduras e invasiones. En su caída, presiones externas aparte,
influyeron el abandono progresivo de la ideología por sus dirigentes,
una democracia de base poco desarrollada, un desarrollo económico no
equilibrado… Pero pese a sus limitaciones, el socialismo en la URSS
transformó un país semifeudal en la segunda potencia económica mundial
en apenas 30 años, logró por primera vez en la historia derechos para
los trabajadores (vacaciones, paro, maternidad…), instauró un sistema
social (sanidad, educación y vivienda gratuita), ayudó a la liberación
de millones de personas de los países coloniales…

Europa
vive otra situación. La riqueza acumulada, que se basa en gran parte en
el trasvase histórico desde las colonias, es increíblemente mayor al
resto de países del mundo. Una riqueza que se podría poner al servicio
del desarrollo ecológico, del cuidado a los ancianos, del desarrollo de
las economías más débiles, del trasvase de los conocimientos
científicos… Según la FAO la cantidad a invertir para erradicar el
hambre en el mundo es muy modesta, 24.000 millones de dólares: el 0,004%
de la facturación del mercado de derivados financieros.
[xxvi] Es
increíblemente difícil imaginar cómo cambiaría la realidad de millones
de personas, dentro y fuera de nuestros países, si la lógica de mercado
cambiase por la lógica de los trabajadores. Si la riqueza social se
destinase a mejorar la calidad de vida, no a enriquecer accionistas.
Una gran cantidad de la investigación es desarrollada por
investgaciones públicas, incluso una parte importante de la que
registran como suyas las empresas.
xxvii].
¿Qué inmensas posibilidades se abrirían, si libres de patentes, las
investigaciones fueran dirigidas por el interés social? ¿Si miles de
científicos, que hoy no pueden estudiar por falta de dinero o deben
emigrar en busca de un trabajo, trabajasen en empresas, planificando las
investigaciones a desarrollar sin que deban dar un beneficio económico?
Las guarderías públicas, la sanidad gratuita, la cobertura por
accidente, las pensiones que permitan vivir sin estrés tras una vida de
trabajo… Esas realidades, conocidas parcialmente en Europa durante 20
años, son sólo la punta del iceberg de lo que se podría hacer si la
prosperidad económica se pusiese al servicio de las necesidades
sociales.
La voz de la calle, la gente organizada, debería poder decidir los
derroteros esenciales de la sociedad. La democracia real es la que
permite que, independientemente de tu trabajo, de tu posición social o
de tu dinero, tengas posibilidad de decidir sobre el rumbo de las
reformas, sobre los ritmos de trabajo, sobre el reparto de la riqueza,
sobre qué dirección toma la sociedad. El socialismo, es inconcebible sin
una democracia real, de base, masiva, basada en la organización de
millones de personas, donde todas las ideas se puedan expresar, discutir
y, donde la opinión y el debate, sea decisiva.
A diferencia de las empresas públicas gestionadas burocráticamente
que conocemos, las empresas socializadas, su día a día y su derrotero
general, deberían ser discutidos por parte de sus trabajadores, de los
ciudadanos…
5. Etapa intermedia o propuestas intermedias
Los trabajadores despedidos, los sindicalistas, las mareas, las
organizaciones sociales, aquellas creadas tras el 15 M… discuten qué
hacer. ¿Cómo unir a la gente más allá de las movilizaciones concretas?
¿Cómo unir las distintas luchas? ¿Cómo lograr evitar seguir pagando los
platos rotos de la crisis?
Algunos plantean que se debe recuperar el programa unitario del
Frente Popular, que fomentaba una democracia lo más amplia posible con
derechos sociales y económicos muy avanzados para la época. Es evidente
que la unión de quienes pretenden transformar la sociedad, tal vez uno
de sus principales méritos, no puede dejarse en segundo plano. Pero el
frente popular no se puede desligar de su contenido, de las bases sobre
las que se construyó. Es evidente que la situación de entonces es bien
distinta, que hoy el fascismo no ha pasado a primer plano, que los
terratenientes ya no son el principal obstáculo para el progreso de la
sociedad como lo eran en los años 30. Hoy los problemas fundamentales
que enfrentamos no pueden resolverse sin poner en cuestión los
beneficios y la propiedad de las grandes corporaciones, prácticamente
inexistentes en España de la época. Aun así no podemos olvidar que el
Frente Popular, era, en la idea de sus promotores, la mejor manera para
hacer avanzar la lucha de los trabajadores hacia la revolución
socialista en aquella época.
[7]
América Latina es quizás el continente que con más ímpetu está
transformando la realidad. La “revolución ciudadana” de Rafael Correa,
el gobierno de Evo Morales o el proceso bolivariano de Venezuela, están
transformando el continente, sacando a millones de personas de la
pobreza y dando derechos y voz a los pueblos indígenas. Muchos, en
Europa aspiran a realizar los cambios de la misma manera. Frente al
Chile de Allende o la II República española, ahogados en sangre, estos
procesos parecen avanzar sin golpes de estado. Al menos allí donde se
logran consolidar. Porque la experiencia de Honduras, el golpe de
Venezuela en 2002 o los muertos tras las últimas elecciones en dicho
país… muestran las caras de la reacción. En todo caso parece que la
negra experiencia de décadas de dictaduras militares sangrientas en la
década de los 70 y 80, tiene un peso en los pueblos latinoamericanos, y
EEUU y la burguesía no tienen la misma facilidad de ahogar en sangre los
intentos de cambio.
¿Representarían estos ejemplos algo distinto al capitalismo y al
socialismo? En realidad los procesos latinoamericanos están intentando
romper con la relación de dependencia de las grandes potencias. Viven
una realidad bien distinta a los países europeos. Y por tanto las
tareas, las alianzas y las etapas a atravesar son distintas.
[8]América
Latina debe sacar de la pobreza a millones de personas. Muchos países,
desindustrializados, carecen de una infraestructura mínima. El hecho de
que estos procesos, objetivamente, utilicen al mercado para el
desarrollo, que lo esencial de su economía no sea pública, que haya una
parte de la burguesía que se beneficia de los programas de desarrollo
(la “
boliburguesía”), también juega un papel en las
posibilidades de utilizar al Estado, sin transformaciones radicales del
mismo. Algo que a su vez supone un freno, ya que esa estructura no está
adaptada a la participación popular, es ineficiente y burocrática.
Pero hablar de socialismo, incluso en Venezuela, es obviar que el
mercado sigue jugando un papel central y que la mayor parte de los
sectores productivos no se han nacionalizado, a diferencia de Cuba.
[9]No
es de extrañar que Venezuela se vea expuesta a los riesgos de una
economía dependiente, con dominio del mercado. El gobierno de Maduro
enfrenta una dura situación provocada por un increíble aumento los
precios de muchos productos, hasta del 300%, debido a que la burguesía
venezolana se ha dedicado a importar productos en vez de producirlos.
[10]
Cada país tiene su proceso histórico, un desarrollo político y
económico particular. Y las tareas que los revolucionarios se plantean
pueden ser distintas. Los procesos históricos recientes de cada país
juegan un papel.
[11]Pero
en la industrializada Europa, el principal escollo para el desarrollo
económico y social es la propiedad privada de los grandes grupos
empresariales. La propiedad social de los monopolios y la planificación,
son instrumentos que habiendo demostrado su utilidad, parecen
necesarios en cualquier proceso de cambio.
[12]
A diferencia de países en vías de desarrollo, en España la clase
obrera es la mayoría de la sociedad. Si excluimos la población inactiva
–estudiantes, labores hogar, pensionistas…- y los menores de edad,
obtenemos la cifra de 17 millones de trabajadores asalariados. En España
los trabajadores son la mayoría de la población, las grandes empresas
obtienen el 60% de sus beneficios exterior, y nuestro país participa en
las aventuras guerreristas de la OTAN. Desde un punto de vista objetivo,
no parecen ser necesarias “etapas intermedias” entre la sociedad al
servicio de los empresarios (capitalismo) a la sociedad al servicio de
los trabajadores (socialismo).
Y a veces olvidar este punto de vista, intentado crear etapas
intermedias, en alianza con sectores “progresistas” que incluyan a un
sector del empresariado, puede llevarnos a justificar todo tipo de
alianzas (con la socialdemocracia), o a olvidar reivindicaciones clave
(nacionalizaciones
pej). El hecho de no exista una correlación
de fuerzas favorable a las conquistas por parte de los trabajadores, de
que la iniciativa esté en manos de la CEOE, no debería hacernos perder
de vista los principios. Porque la vía opuesta, la de eliminar del
programa las políticas que toquen el bolsillo de la élite económica, la
política de “
el mal menor”, que lleva promoviendo la socialdemocracia desde hace 30 años, es la de “
hacia peor, poco a poco”.
¿Por qué deberíamos gestionar nosotros la austeridad de la que no somos
responsables? ¿Participar en gobiernos que no están constituidos para
confrontar con la lógica del mercado, con la austeridad, con el déficit
público como único eje?
Las transformaciones sociales no vienen del paso gradual de un
sistema social a otro, si no de convulsiones, de momentos
revolucionarios. Pero para acumular fuerzas para el cambio hace falta un
programa que partiendo de los problemas concretos de la gente, intente
dar soluciones, incluso dentro del marco actual. Y eso implica
confrontar con los intereses y beneficios de las grandes empresas.
Porque lo que puede ser correcto desde un punto de vista a medio
plazo (no hay etapas intermedias), puede no serlo a corto plazo. ¿La
reivindicación, pura, del socialismo nos acercará a dicho objetivo?
¿Ante cada problema debemos poner en primer plano dicha reivindicación?
Los medios de comunicación, en manos de unas pocas decenas de
familias, los contenidos de los planes educativos, de los grandes grupos
de opinión, de los lobbies, dificultan al extremo que una gran cantidad
de trabajadores cuestionen la propiedad privada sobre las grandes
empresas. Tampoco facilitan el conocimiento de las alternativas, de las
experiencias de las primeras sociedades socialistas (con sus errores y
sus aciertos)… La libertad de expresión es formal, en realidad existe un
monopolio comunicativo en manos de unos pocos grandes inversores. Por
eso es necesario que quieres pretenden transformar la realidad se
organicen, para facilitar la toma de conciencia.
[13]
La experiencia muestra que las transformaciones sociales, los
procesos revolucionarios, son el fruto de la organización y el heroísmo
de cientos de miles de personas en situaciones muy convulsas. La
repetición de las “grandes verdades”, reiterar la necesidad del
socialismo a cada paso, por sí solo no logran movilizar a millones de
personas, hace falta que la gente se haya convencido en carne propia de
la necesidad de un cambio.
[14]
Por eso, las reivindicaciones que se hacen en cada momento, la
orientación que se da a las mismas, son determinantes para aumenten la
fuerza de la población a la hora de enfrentar la lógica del mercado, o
para frenarla con concesiones. Por eso las reivindicaciones que van en
una dirección opuesta a la austeridad, pueden servir para promover la
idea de la vuelta a la situación previa a 2008 (cosa que por otra parte
la élite empresarial, a la ofensiva no está dispuesta a conceder), o a
acumular fuerzas para futuras rupturas.
5.1 Proceso constituyente, ¿al servicio de qué clase?
La consigna sobre el proceso constituyente puede ser “rellenada” de
muy distintos contenidos. El hecho de buscar líneas de fractura dentro
del sistema actual, podría ser una herramienta útil, mientras los
gobiernos recurren a medidas autoritarias, cuando desaparecen los
derechos elementales de libertad de expresión y organización. Pero ¿Qué
contenido dar al Proceso Constituyente? Porque, al fin y al cabo dicho
proceso, sería la forma, no el contenido de la propuesta de cambio.
La experiencia de la transición tras el franquismo, en la que los
pilares del poder de las clases poseedoras no fueron cuestionados, ni
siquiera tambaleados, en que la memoria histórica pasó a segundo plano,
es un ejemplo negativo en la historia reciente. Abandonar principios
justos por mor de una “estabilidad social” hizo, en realidad,
retroceder. Hoy, sin la URSS, con el movimiento sindical debilitado, los
llamados a la “estabilidad social” son vistos con sorna por quienes
recortan derechos. 20 años de “transición” resultaron en un movimiento
obrero más débil para enfrentar la desaparición de una “paz de clases”,
que en realidad era una tregua.
Los gobiernos de “progreso” en los años 1980, que basados en un
alianza de los PC con la socialdemocracia intentaron “asentar las
conquistas” y “transitar progresivamente hacia el socialismo”, conocidas
en Francia bajo el nombre de “izquierda plural”(PS-PCF-Verdes-MDC) , el
“
compromiso histórico” de Italia del PCI, que había
descubierto “un nuevo concepto de partido”, han mostrado su fracaso. Las
privatizaciones se sucedieron a vertiginoso en Francia y el movimiento
sindical no se fortaleció. En Italia llevó a la práctica disolución a
las fuerzas de izquierda.
[xxviii] La
participación en gobiernos de coalición no tenía como objetivo la
confrontación, y en un periodo en el que las luchas de los trabajadores
no iban al alza, no tomaron – ni podían tomar- medidas radicales.
“
Mis amigos y yo hemos sido mimados por un Congreso favorecedor de los multimillonarios” decía el estadounidense Warren Buffet, el hombre más rico del mundo.
[xxix] El
estado no es neutral en la lucha de clases. Y no puede ser de otra
manera: o se hace política al servicio de los multimillonarios, o de los
trabajadores. Porque sus intereses se oponen. Los breves periodos
históricos en que se reparte la carga, no son sino la consecuencia de
una lucha tenaz por parte de los trabajadores. Pero cuando llega la
crisis, ya ni siquiera eso vale.
Y el proceso constituyente no puede dejar este debate al margen, si quiere romper con “
el congreso al servicio de los multimillonarios” debe poner en primer plano políticas que les hagan pagar por la crisis que han provocado. “
La lucha de clases existe, decía Buffet,
pero es la mía, la de los ricos, la que la está haciendo, y estamos ganando”.
[xxx]
Las formas democráticas están desapareciendo a un ritmo vertiginoso.
Pero millones de personas siguen confiando en que el Parlamento como un
organismo de soberanía popular. Es evidente que ese altavoz debe seguir
usándose.
[15]Oponer
las formas democráticas, las conquistas logradas a su deterioro muestra
las contradicciones del sistema. Pero de ahí a “dulcificar” el papel de
las instituciones, que al final responden a los intereses de unas
clases sociales, hay un salto. Y en esa delgada línea, en esa cuerda
floja, está el carácter de la reivindicación. Poner en primer plano la
táctica (constituyente), por encima del contenido se puede convertir en
la justificación de lo existente.
Por otro lado, olvidar algunas reivindicaciones para alcanzar mayor
consenso social, al menos a corto plazo, tampoco asegura que el proceso
sea más duradero, ¿Qué pasará si no se acepta el resultado del proceso
constituyente? Al fin y al cabo si la UE amenaza con sanciones, si las
empresas deslocalizan, la disyuntiva seguirá siendo parecida: o se
olvidan las propuestas clave, o se avanza. No es lógico pensar que las
clases poseedoras no pondrían resistencia.
[16]Por
eso el discurso con el que se llegaría al proceso constituyente,
podría, bien haber fortalecido esta correlación de fuerzas, o haber sido
un castillo de naipes.
6. Una estrategia, el socialismo, necesita un programa de ruptura
Muchos creen que el impago de la deuda es el punto en común que puede
aglutinar este proceso. La deuda pública, el 40% del total en España,
ha aumentado drásticamente al “socializarse” las deudas de los bancos y
los especuladores, las prohibitivas tasas de interés que imponen los
bancos para financiar al estado no cesan de aumentar en una espiral sin
fin. ¿Pero es ese el principal aglutinador de la izquierda? ¿Es el
principal punto de ruptura? Hay 2 argumentos que no animan a tomar esa
dirección:
- Si las políticas de austeridad son el principal responsable del
deterioro social y económico del país. ¿Acaso no serán ellas el
principal escollo a superar? La austeridad, que empobrece los
trabajadores, aumenta el paro. El estado debe hacer frente a más gastos
sociales con cada parado, y no obtiene de ellos ingresos de las
cotizaciones sociales. El déficit público aumenta. El estado se ve
obligado a pedir más dinero prestado a intereses desorbitados. Y los
tratados con la UE, obligan a más austeridad para bajar el déficit y la
deuda.
- Si se lograse el impago de la deuda privada, que no es
responsabilidad de los trabajadores,. ¿Habríamos ganado mucho en
soberanía? Mientas la gran propiedad siga siendo la piedra angular
“intocable”, las decisiones sobre las inversiones seguirán siendo asunto
ajeno a la población y al estado. Países sin gran deuda pública en el
centro de Europa, ven cerrar grandes empresas: Ford, Arcelor… debido a
la caída del consumo en los países del Sur de Europa. Cientos de miles
de empleados se van al paro, en países sin tanta losa de deuda.
En los países del sur Europeo cualquier proceso soberano al servicio
de la mayoría deberá integrar el impago de la deuda responsabilidad de
los especuladores que se enriquecieron en la burbuja, de los intereses
usureros de los bancos. Es evidente que se debe nacionalizar el sector
bancario, para evitar que obtengan dinero del BCE al 0.5% de tasa de
interés y se lo presten al estado al 4%. Para que no restrinjan el
crédito. Para que se use para las empresas públicas y las necesidades de
las familias. Y es evidente que los banqueros deben pagar con la
cárcel.
6.1 Ante cierres patronales y los ERES. ¿Se puede hacer algo?
“Los empresarios quieren reiterar que existe margen suficiente
para reducir las cotizaciones sociales y que hacerlo contribuirá a que
podamos competir con los países de nuestro entorno”, afirmaba la CEOE en 2012.
[xxxi] Subvencionar
la contratación, facilitar el despido, disminuir la parte de los
beneficios que se da al mantenimiento de los servicios públicos
–cotizaciones sociales-… Ninguna de estas recetas ha logrado parar la
sangría de desempleo y empobrecimiento.
Facilitar que las empresas consigan beneficios no aumenta el empleo.
España, con salarios más bajos que sus países vecinos, vio cómo se
implantaron empresas de automóviles, con los cientos de subcontratas que
le acompañan. La entrada en el Euro de los países de Europa del Este,
con salarios y condiciones aún peores, está haciendo emigrar a estas
empresas a Polonia, República Checa… Competir hacia el alza en los
regalos a las empresas y a la baja en los salarios, ni asegura el empleo
–de manera duradera- ni ofrece un futuro.
Para lograr crear empleo hay que ir en otra dirección: la dirección
ascendente de crear empleo público, aumentar los salarios, hacer pagar a
los grandes accionistas e inversores que han creado la crisis y se
enriquecen con ella. ¿Por qué seguir permitiendo que las empresas con
beneficios despidan? ¿Por qué permitir la desgravación fiscal, el fraude
fiscal de las grandes fortunas? ¿Por qué no crear empleo público en el
cuidado a los ancianos?…
6.2 Que paguen la crisis los ricos
Elena Salgado, vicepresidenta del gobierno del PSOE, afirmaba en 2011: “
La restructuración del sector bancario la pagará el sector, no los contribuyentes”. Al año siguiente, Luis de Guindos, ministro de Economía del PP, recalcaba el argumento: “
Los contribuyentes no pondrán ni un euro en la reestructuración”.
La realidad es que se han invertido 53.483 millones de € de dinero
público, que no se van a recuperar, en salvar a banqueros y fondos de
inversión.
[xxxii] Mientras se deshacían cientos de familias mensualmente y el crédito sólo fluye entre entidades financieras.
La crisis no ha sido creada por los trabajadores. Los trabajadores no
decidían el precio de las casas, ni en qué se invertía. Los
trabajadores no decidieron bajarse los salarios y aumentar los bonos de
los accionistas (aunque bajo el chantaje patronal se firmen convenios
laborales lesivos). Los trabajadores no decidieron crear burbujas. Pero
casi 6 millones de personas se han quedado sin trabajo tras su
estallido.
5 años después de la crisis el paro afecta al 25% de la población.
Los salarios están por los suelos. El número de pobreza extrema se ha
duplicado desde 2007. Pero las empresas del IBEX recuperan beneficios.
Hay 47.000 personas más con un patrimonio superior al millón de dólares
(unos 738.000 euros), según los números que recopila cada año Credit
Suisse, lo que significa un aumento del 13%, el octavo mayor registrado
en el mundo.
[xxxiii]
¿Quién pagará la crisis, los trabajadores o los grandes accionistas,
los especuladores? Responder a esa pregunta exigirá crear un programa
para que, en un primer momento, empiecen a pagar las grandes rentas,
para que se use ese dinero para crear empleo público, combatir la
pobreza, aumentar los salarios. Pero exigirá igualmente un plan para
superar al capitalismo. Para que millones de personas, vean en el
socialismo, una alternativa al mercado que les ha dejado de lado.
Alejo Mancebo
Noviembre 2013
Asociación Cultural Jaime Lago
Citas:
[1]Lenin:
“Para esta época son típicos no sólo los dos grupos fundamentales de
países: los que poseen colonias y los países coloniales, sino también
las formas variadas de países dependientes políticamente independientes,
desde un punto de vista formal, pero, en realidad, envueltos por las
redes de la dependencia financiera y diplomática.”
El Imperialismo, fase superior del capitalismo
[2]Engels
afirmaba en 1894: “España es un país muy atrasado industrialmente, y,
por lo tanto, no puede hablarse aún de una emancipación inmediata y
completa de la clase obrera. Antes de esto, España tiene que pasar por
varias etapas previas de desarrollo y quitar de en medio toda una serie
de obstáculos. La República brindaba la ocasión para acortar en lo
posible esas etapas y para barrer rápidamente estos obstáculos. Pero
esta ocasión sólo podía aprovecharse mediante la intervención política
activa de la clase obrera española.”.
Los Bakunistas en acción
[3]K.
Marx en El manifiesto Comunista: “Ninguna formación social desaparece
antes de que se desarrollen todas las fuerzas productivas que caben
dentro de ella, y jamás aparecen nuevas y más elevadas relaciones de
producción antes de que las condiciones materiales para su existencia
hayan madurado dentro de la propia sociedad antigua.”
[4]Dimitrov
“el fascismo, deseoso de atraerse a estas masas, intenta oponer a las
masas trabajadoras de la ciudad y del campo al proletariado
revolucionario, asustar al pequeño burgués con el espantajo del “peligro
rojo”. Debemos cambiar la puntería y mostrar a los campesinos
trabajadores, a los artesanos y a los intelectuales trabajadores, de
dónde viene el peligro real que les amenaza; mostrarles de una manera
concreta quién hace pesar sobre el campesino el fardo de los impuestos y
de las rentas, quién le estruja con los intereses usurarios; quién,
poseyendo las mejores tierras y todas las riquezas, echa al campesino y a
su familia de su terruño y le condena al hambre y a la miseria.
Explicar concretamente, explicar con paciencia y perseverancia, quién
arruina a los artesanos y a los pequeños productores con los impuestos y
las rentas, los arrendamientos elevados y una competencia intolerable
para ellos; quién echa a la calle y priva de trabajo a extensas masas de
intelectuales trabajadores. Pero esto no basta. Lo principal, lo más
decisivo para establecer el Frente Popular Antifascista es la acción
resuelta del proletariado revolucionario para la defensa de las
reivindicaciones de estas capas, y, en particular, del campesino
trabajador, reivindicaciones que siguen la línea de los intereses
fundamentales y que hay que combinar, en el proceso de la lucha, con las
reivindicaciones de la clase obrera”.
Jose Diaz. 3 años de lucha
[5]José
Diaz, secretario gral PCE. Febrero 1936 “Si dejamos que la tierra siga
en manos de los terratenientes, que la Iglesia siga cobrando los
millones del Estado, que el Ejército esté dirigido por generales
monárquicos y fascistas, quelas organizaciones reaccionarias sigan con
sus locales abiertos y cargadas de armas; si toleramos que todo eso se
mantenga en pie, yo digo, camaradas, que eltriunfo del Bloque Popular no
será más que relativo y que nos va a durar el tiempo que tarde en
reponerse la reacción. En nombre del Partido Comunista, yodigo que
tendremos muy presentes la experiencia de abril, la experiencia de
Octubre y la experiencia de otros países, y que esas bases materiales de
lareacción habrán de serle arrancadas en los primeros momentos del
triunfo del Bloque Popular”
Jose Diaz. 3 años de lucha
[6]Lenin:
“esta nueva sociedad sólo puede hacerse realidad mediante intentos
concretos, imperfectos y variados de crear uno u otro Estado
socialista.” (…) “sólo mediante una serie de intentos -cada uno de los
cuales, tomado por separado, será unilateral, adolecerá de cierta falta
de correspondencia- se creará el socialismo íntegro con la colaboración
revolucionaria de los proletarios de todos los países.” Sobre el
impuesto en especies, 1921.
[7]Dimitrov: “Hace quince años, Lenin nos invitaba a que concentrásemos toda la atención “en buscar las formas de
transición o de acercamiento a la revolución proletaria”. Puede ocurrir que
el gobierno del frente único sea, en una serie de países,
una de
las formas transitorias más importantes. Los doctrinarios “de
izquierda” siempre pasaron por alto esta indicación de Lenin, hablando
solamente de la “meta”, como propagandistas limitados, sin preocuparse
jamás de las “formas de transición”. Y los oportunistas de derecha
intentaban establecer una “
fase democrática intermedia“,
especial, entre la dictadura de la burguesía y la dictadura del
proletariado, para sugerir a la clase obrera la ilusión de un pacífico
paso parlamenario de una dictadura a otra. ¡Esta “fase intermedia”
ficticia la llamaban también “forma de transición” e invocaban incluso
el nombre de Lenin! Pero no fue difícil descubrir el fraude, pues Lenin
hablaba de una forma de transición y de acercamiento a la “
revolución proletaria“, esto es, al derrocamiento de la dictadura burguesa y
no de una forma transitoria cualquiera
entre la dictadura burguesa y la proletaria.”..
El Frente único contra el fascismo
[8]Lenin:
“El socialismo es inconcebible sin la gran técnica capitalista basada
en la última palabra de la ciencia moderna.” (…) “Puesto que aún no
tenemos fuerzas para dar el paso directo de la pequeña producción al
socialismo, el capitalismo es, por tanto y en cierta medida, inevitable
como producto espontáneo de la pequeña producción y del intercambio, por
lo que debemos aprovechar el capitalismo (llevándolo especialmente por
el cauce del capitalismo de Estado) como grado intermedio entre la
pequeña producción y el socialismo, como recurso, camino, procedimiento o
método de aumentar las fuerzas productivas.” (…) “En Rusia predomina
hoy precisamente el capitalismo pequeñoburgués, del que un mismo camino
lleva tanto al gran capitalismo de Estado como al socialismo, lleva a
través de una misma estación intermedia, llamada “contabilidad y control
por todo el pueblo de la producción y distribución de los productos”.
Quien no comprenda esto incurre en un error económico imperdonable, o
bien por ignorar los hechos de la realidad, no viendo lo que existe ni
sabiendo mirar a la verdad cara a cara, o bien por limitarse a una
contraposición abstracta del “capitalismo” y el “socialismo”, sin calar
hondo en las formas y fases concretas de esa transición en nuestro
país.”
Sobre el impuesto en especies. 1921
[9]Raul
Castro: “un socialismo próspero y sostenible, que a la vez que ratifica
la propiedad sobre los medios fundamentales de producción; reafirma a
la planificación como instrumento indispensable en la dirección de la
economía.”
[11]Jerónimo
Da Sousa: “Portugal, en comparación con otros países capitalistas,
tiene características especiales que provienende que nuestro país
experimentó una revolución que destruyó el capitalismo monopolista de
Estado e hizo cambios profundos en la estructura socioeconómica que puso
aPortugal en el camino del socialismo. A pesar de los grandes logros se
han destruido más de 37 años de proceso contrarrevolucionario, esta
revolución “sin terminar” aún perviveen los logros, experiencias y
valores, como la Constitución, quela clase dominante trata destruir a
toda costa, pero que el PCPbusca defender y proyectar hacia elfuturo de
Portugal incorporándolosa su programa.La Democracia Avanzada propone que
el PCP al pueblo portugués, la etapa actual de la revolución en
Portugal, se encuentra en la continuidad histórica de la revolución
democrática y nacional, tiene un carácter de clase de defensa de la
competencia y anti-imperialista y es una parte integral e inseparable de
la lucha por el socialismo y el comunismo en Portugal. Muchas de las
tareas principales son ya las tareas de la sociedad socialista.”
8 Nov 2013.
[12]Programa del PCP, 2013,: “
Una democracia económicabasada
en la subordinación del poder económico al poder político democrático,
en la propiedad social de los sectores básicos y estratégicos de la
economía, así como de los principales recursos naturales, en la
planificación democrática de la economía, en la coexistencia de diversas
formaciones económicas, en el control de la gestión y en la
intervención y participación real de los trabajadores en la gestión de
las empresas públicas y el capital público, en la armonización del
desarrollo económico con la preservación del medio ambiente”.
[13]Lenin: “Hemos dicho que los obreros
no podían tener conciencia
socialdemócrata (NDT: comunista). Esta sólo podía ser traída desde
fuera. La historia de todos los países demuestra que la clase obrera
está en condiciones de elaborar exclusivamente con sus propias fuerzas
sólo una conciencia tradeunionista (NDT: sindical), es decir, la
convicción de que es necesario agruparse en sindicatos, luchar contra
los patronos, reclamar al gobierno la promulgación de tales o cuales
leyes necesarias para los obreros”. (…) “en general, en la sociedad
desgarrada por las contradicciones de clase nunca puede existir una
ideología al margen de las clases ni por encima de las clases. Por eso,
todo lo que sea rebajar la ideología socialista,
todo lo que sea separarse de ella significa fortalecer la ideología burguesa. Se habla de espontaneidad. Pero el desarrollo
espontáneo del movimiento obrero marcha precisamente hacia la subordinación suya a la ideología burguesa,
(..)” ¿Qué hacer?
[14]Lenin:
“cuando se trata de la acción práctica de las masas, de poner en orden
de batalla — si es permitido expresarse así — al ejército de millones de
hombres, de la disposición de
todas las fuerzas de clase de una sociedad
para la lucha final y decisiva,
no conseguiréis nada con sólo las artes de propagandista, con la
repetición escueta de las verdades del comunismo “puro”.” (…) “pues si
no se produce un cambio en las opiniones de la mayoría de la clase
obrera, la revolución es imposible, y ese cambio se consigue a través de
la experiencia política de las masas, nunca de la propaganda sola.” El
izquierdismo, enfermedad infantil del comunismo.
[15]Lenin: “Aunque no fuesen “millones” y “legiones”, sino una simple
minoría bastante
importante de obreros industriales, la que siguiese a los curas
católicos, y de obreros agrícolas, la que siguiera a los terratenientes y
campesinos ricos, podría asegurarse ya
sin dudar que el parlamentarismo en Alemania
no había caducado
todavía políticamente, que la participación en las elecciones parlamentarias y la lucha en la tribuna parlamentaria es
obligatoria para el partido del proletariado revolucionario,
precisamente para educar a los elementos atrasados
de su clase, precisamente para despertar e ilustrar a la
masa aldeana
analfabeta, ignorante y embrutecida. Mientras no tengáis fuerza para
disolver el parlamento burgués y cualquiera otra institución
reaccionaria, estáis
obligados a trabajar en el interior de dichas instituciones,
precisamente porque
hay todavía en ellas obreros idiotizados por el clero y por la vida en
los rincones más perdidos del campo. De lo contrario, corréis el riesgo
de convertiros en simples charlatanes.”. El izquierdismo, enfermedad
infantil del comunismo
[16]Fidel
Castro en el Estadio Nacional de Chile, 9 meses antes del golpe de
Pinochet: “Ahora bien: la cuestión que obviamente se plantea —visto por
un visitante este proceso— es si acaso se cumplirá o no la ley histórica
de la resistencia y de la violencia de los explotadores. Porque hemos
dicho que no existe en la historia ningún caso en que los reaccionarios,
los explotadores, los privilegiados de un sistema social, se resignen
al cambio, se resignen pacíficamente a los cambios.” 2 Dic. 1971
Notas:
[i]Fundación BBVA, El stock y los servicios del capital en España
[v]Karl Marx, El capital, tomo 2. Capitulo XX, IV. p. 302
[xvi]La Jornada, México. 2 Julio 2006
[xxvi]PNUD, Human Development Report 2003, p. 98 & 101.