La fortuna privativa de la Familia Real
Española tiene su origen en la ESTAFA y ROBO de la colección de pintura
Duque de Hernani, valorada en más de 1000 millones de euros y compuesta
por obras de TIZZIANO CARPACCIO, VAN DYCK, TENIERS etc.
En 1976, la familia real española, en colaboración con la segunda
mujer del Duque de Hernani, Teresa Mariátegui, y varios funcionarios
públicos, elaboran un plan para apoderarse de la colección de pintura y
arte Duque de Hernani y vender una parte de la misma al objeto de tener
un capital en el extranjero. El plan consiste en falsificar la sucesión
del anciano Duque y al tiempo, destruir la documentación de la colección
para evitar cualquier reclamación de los legitimarios.
1ª FASE: El ROBO DE TODOS LOS DOCUMENTOS
El primer paso de la operación consiste en el robo de los documentos
de la colección que se encuentran en el domicilio del Duque para
prevenir las posibles reclamaciones de los dueños de los cuadros que se
van a robar. Así, en la noche del 23 de febrero de 1977, dos falsos
sirvientes, que habían sido contratados dos meses antes, proceden al
robo de los documentos tras narcotizar al resto del personal. Los falsos
sirvientes abandonan la casa llevándose los títulos de propiedad de las
obras, además de 17 cuadros de la colección, con destino a Portugal.
Nueve días después, la misma Casa Real, por medio de la policía, filtra
la noticia del robo a la prensa y, el 2 de marzo de 1977, se publica la
noticia en España haciendo hincapié en el robo de los cuadros y sin
hacer mención a los documento.A los dos meses, los cuadros aparecen en
Portugal y se detiene a los delincuentes, pero los documentos no se
mencionan .En 1979, la familia del Duque de Hernani descubre que nunca
se abrió el proceso penal por este robo. Se trataba de un montaje y
nunca se supo nada más de los falsos sirvientes.
2ª FASE: LA FALSIFICACIÓN DE LOS TESTAMENTOS
El 6 de enero de 1979 fallece, a los 91 años, el anciano Duque de
Hernani, y la familia real se apodera de los cuadros, una parte de los
cuales se encontraba depositada en el Museo del Prado..
Para no levantar sospechas, falsifican el último testamento del Duque y
colocan a la segunda esposa del causante, Teresa Mariategui Arteaga,
como heredera única pero actuando como testaferro hereditario que
después les entregaría los cuadros. Paralelamente, para justificar la
posterior aparición de los cuadros en el patrimonio privativo de la
familia real, el rey, otorga un real Decreto en el que permite que el
Ducado de Hernani sea ostentado por su familia, concretamente por su
hermana Margarita, bajo el pretexto de haber recibido una carta del
Duque en el que le transmite su deseo de modificar, por testamento, la
línea de sucesión del ducado. Naturalmente, esta carta es falsa.
3º FASE . ENCUBRIMIENTO DEL ROBO Y DE LA ESTAFA
Los errores cometidos por la familia real al realizar el robo y la
estafa permiten descubrir la operación. Se genera entonces un intenso
trafico de influencias, dirigido al encubrimiento de los delitos que, en
realidad, es una huida hacia delante de la familia real .
El primer error de la familia real es olvidarse de pagar los impuestos
sucesorios de la testaferro, dejando en evidencia que no había recibido
la herencia. Para demostrar que Teresa Mariátegui es una vulgar
testaferro de la casa real, la familia del Duque de Hernani formula
contra ella Denuncia Publica por impago de los impuestos , y
efectivamente, la Delegación de Hacienda de Madrid , recibe la orden de
paralizar la Denuncia Publica 40/86 para no dar al traste con el robo y
la estafa real. En 1993, el Delegado de Hacienda intenta quitársela de
encima y falsifica una valoración de los cuadros, de acuerdo a las
directrices de la compañía SOTHEBY´S, en la que trabaja la Infanta Pilar
Borbón, y emite una resolución en la que valora la colección en 25
millones de pesetas. La Resolución es recurrida y en la actualidad, el
procedimiento de la Denuncia Publica 40/86 se encuentra acumulado a las
Diligencias Previas nº 6049-95 del Juzgado de Instrucción nº 46 .La
Agencia Tributaria y SOTHEBY´ dicen ahora que han perdido los
expedientes.
El segundo error de la familia real fue robar los títulos de propiedad
de los cuadros del domicilio del Duque de Hernani, sin darse cuenta que
eran copias de otros documentos originales que se encontraban en los
archivos del Patrimonio Histórico Español. Cuando se contrasta la
documentación del Instituto del Patrimonio Histórico con la
documentación que se confeccionó para vender los cuadros robados al
extranjero, por medio de testaferros, se descubre en seguida que está
falsificada. Para solucionar este problema la familia real acude, de
nuevo, al abuso de poderes y se hacen desaparecer del Instituto los
expedientes 518 y 110 de la colección Duque de Hernani.

Y no sólo eso, sino que, para no dejar ningún vestigio sobre la
verdadera propiedad de los cuadros, se procede a la falsificación del
Inventario General del Museo del Prado. Pese a todo, el encubrimiento
resulta inútil porque la familia del Duque de Hernani consigue
reconstruir los expedientes sustraídos con los duplicados de dichos
documentos que obraban en el Instituto y que, por error, se olvidaron de
sustraer.
4ª FASE: EL DESCARO DE LA FAMILIA REAL
Cuando ya resulta imposible ocultar que la familia real llevo a cabo
el robo y estafa de la colección Hernani, la única solución que se le
ocurre al jefe de la Casa Real, SABINO FERNÁNDEZ CAMPO, es amenazar
expresamente a todos los medios de comunicación españoles para que no
publiquen nada sobre el asunto HERNANI. La amenaza, que permanece en
pié, se recoge por primera vez en la emisora C.O.P.E. programa de
Antonio Herrero del día 28 de septiembre de 1994. Evidentemente la
amenaza se extiende a todo los cargos públicos
Al poco tiempo fallece la testaferro, Teresa Mariátegui Arteaga, de
quien ya se habían olvidado, y deja un testamento en donde se revela que
no ha recibido los bienes de la herencia de su marido. La familia real,
haciéndose todavía la ilusión de que nadie les ha descubierto, acude
entonces al Director General del Registro y del Notariado para que les
falsifique otro Certificado de Ultima Voluntad en el que se incluyan dos
testamentos falsos posteriores. El Director General hace el encargo,
con lo cual hay ahora dos certificaciones de ultima voluntad además de
dos testamentos falsos añadidos
Como ultimo recurso, la familia real intenta el blanqueo judicial del
robo y estafa de la colección Duque de Hernani sin tener que devolver
los cuadros robados. Algunos jueces siguen el peligroso juego. El
Tribunal Supremo les confirma como sucesores del Duque de Hernani
despreciando la documentación falsificada . El Juzgado de Instrucción nº
46 paraliza todas las investigaciones sobre el paradero de los cuadros y
hace inútiles las querellas criminales presentadas contra ellos.
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