
El derrumbe de la URSS desencadena una violenta
lucha de influencias entre los diversos componentes de la antigua
nomenclatura soviética, esencialmente los nuevos hombres de negocios
engendrados por la perestroika de Gorbatchov. Con el pretexto del paso a
la propiedad individual y la «privatización», Boris Yeltsin liquidó a
bajo precio las riquezas económicas del país a trece individuos, los
oligarcas, y se llevó de paso su propia tajada.
Para Washington, la descomposición de la Federación Rusa debe seguir a
la desaparición de la URSS para que el predominio estadounidense sea
total. Pero, uno de los Primeros ministros, Vladimir V. Putin, con el
apoyo de las antiguas redes del KGB, saca progresivamente a Yeltsin del
poder prometiéndole impunidad. El nuevo amo del Kremlin se da entonces a
la tarea de recuperar los bienes robados por los oligarcas
afrontándolos, en la medida de lo posible, uno por uno.
Boris Berezovski es uno de los trece oligarcas y, seguramente, el más
notorio. Después de haber participado en múltiples operaciones
financieras que dieron lugar a la fuga al extranjero de la mayor parte
de los haberes rusos, Berezovski se presenta hoy como un demócrata
liberal, opuesto a la administración y gestión gubernamental del
presidente ruso democráticamente electo Vladimir V. Putin, sobre el
conjunto de la economía y los medios de difusión.

- El oligarca Boris Berezovski
Paul Klebnikov, periodista de la revista estadounidense
Forbes, le dedicó un libro publicado en el año 2000. Su título:
Padrino del Kremlin - Boris Berezovski y el saqueo de Rusia [
1].
La entrada al mundo de los «negocios»
La historia de Boris Berezovski en la Rusia post-soviética es un
ejemplo casi caricaturesco de la nueva generación de hombres de negocios
rusos, que mezclan cotidianamente política, economía y crimen
organizado. Nacido en 1946 en una «familia judía de la intelectualidad
soviética», Beresovski recibe una excelente educación en las mejores
escuelas de Moscú.
Hace sus estudios superiores en la facultad de electrónica e
informática del Instituto Forestal, establecimiento científico secreto
encargado, en realidad, del programa espacial soviético. Berezovski no
pertenece por tanto a la esfera política, sino más bien a la elite
científica del país, hasta 1989.
Es admitido en la Academia de Ciencias donde trabaja en el proceso de
decisión y, más tarde, a la cabeza de un laboratorio del Instituto de
Administración donde se especializa en «los problemas de automatización y
los sistemas informáticos destinados a las empresas industriales». Eso
le permite, en 1989, entrar en contacto con los dirigentes de
AvtoVaz, el principal fabricante automotor de Rusia, para crear una sociedad privada encargada de informatizar la fábrica.
En esa época, las leyes promulgadas por Gorbatchov autorizan la
creación de dos tipos de sociedades privadas: «las cooperativas y las
empresas mixtas (o joint-ventures) con socios extranjeros». Berezovski,
que desea invertir en el extranjero una parte de sus ganancias
aprovechando a la vez las grandes ventajas fiscales que se le ofrecen en
Rusia, escoge la segunda solución. El presidente de AvtoVaz le propone
un socio extranjero, Logo systems, especialista italiano en
automatización implantado en Turín.
Se funda así LogoVaz, con Berezovski como director general. Sin
embargo, en vez de automatizar la producción, LogoVaz se encarga de
comercializar los autos que produce AvtoVaz.
Boris Berezovski escoge este camino a sabiendas de que está entrando
en un mercado tradicionalmente ocupado por las bandas mafiosas. La caída
de la URSS permitió la liberación de todos los reclusos de los campos
de trabajos forzados, la mayoría de los cuales son prisioneros comunes
que vuelven rápidamente a sus actividades criminales. A las filas de
estos delincuentes se suman ex-militares soviéticos que, a su regreso de
los países del Bloque Socialista en los que se encontraban desplegados,
encuentran en la economía criminal una forma de reciclar sus
habilidades de manera productiva.

- Los
libros «Padrino del Kremblin y el saqueo de Rusia» (izquierda) del
Paul Klebnikov, periodista de la revista estadounidense Forbes. Derecha,
el libro autobiográfico de Boris Yelsin
Muchos ex-soldados, e incluso ex-agentes del KGB, se lanzan entonces a
realizar tareas de inteligencia, o simple trabajo de matones, por
cuenta de sociedades privadas ligadas a intereses mafiosos. Entre 1993 y
1994, Moscú se convierte en campo de violentas luchas entre pandillas.
Las dos bandas más importantes son las de los eslavos (rusos) y los
chechenos.
Chechenia: de la independencia al gangsterismo
Chechenia se convierte en república autónoma rusa a finales de 1991,
en el momento del derrumbe de la URSS: «formalmente, seguía formando
parte de Rusia y gozaba de subvenciones del gobierno y de su
participación en el sistema financiero ruso. Al mismo tiempo, estaba
fuera del control de la aduana y de los órganos rusos encargados de
mantener el orden público».
Chechenia atraviesa una crisis moral y social más importante que
otras repúblicas rusas en la medida en que no logra ofrecer trabajo a
los soldados desmovilizados, aunque había sido siempre una reserva
tradicional del Ejército Rojo.
El presidente Dudaiev proclama unilateralmente la independencia de la
República. De nuevo, esto conlleva la liberación de numerosos presos
comunes que convierten Chechenia en centro del crimen organizado en la
región. El aeropuerto de Grozny, la capital chechena, se convierte en
punto de tránsito obligado para el tráfico mundial de heroína, el lavado
de dinero y otras actividades criminales. Algunos se van a Moscú para
instalar allí nuevas redes gangsteriles. Su extrema violencia y los
fuertes lazos que unen a los miembros de esta comunidad la convierten
rápidamente en un temible adversario para los «ladrones dentro de la
ley» rusos.
Berezovski tiene un importante contacto dentro del hampa en la
persona de Badri Patarkatsichvilin, un georgiano cofundador de LogoVaz,
lo que le permite montar operaciones con los eslavos de la Hermandad de
Solntsevo, especie de cúpula de la mafia rusa, al mismo tiempo que con
los chechenos, pero sobre todo con estos últimos, que se convierten en
interlocutores privilegiados. Sin embargo estuvo varias a veces a punto
de pagar los platos rotos de la guerra entre las dos organizaciones.
Valeri Dlugatch, alias «el Globo», protector de Trinity Motors,
principal distribuidor de autos extranjeros después de LogoVaz, es
asesinado en 1993, probablemente por una banda chechena. En represalia,
varios atentados tienen lugar contra los intereses de LogoVaz, varios
concesionarios son objeto de ataques con granadas y hasta la sede de la
sociedad es blanco de ataques.
Berezovski pasa entonces el invierno de 1993 en Occidente. En
noviembre se va a Tel Aviv, donde obtiene la ciudadanía israelí. «Según
informes rusos, Berezovski estuvo también en Estados Unidos en la misma
época y obtuvo una «Green Card», el permiso de trabajo norteamericano
para los extranjeros». Con sus nuevas «cartas» extranjeras, regresa a
Rusia en 1993.
La guerra entre pandillas está en su apogeo. Los principales jefes
eslavos son abatidos y, el 7 de junio, Berezovski sufre un atentado
dinamitero que decapita a su chofer y deja a su guardaespaldas
gravemente herido. El hombre de negocia escapa con vida aunque con
quemaduras que exigen largos meses de cuidados en una clínica suiza. El
responsable intelectual del crimen no es descubierto pero, meses
después, Berezovski acusa al magnate de la televisión Vladimir Gussinski
y a su «jefe» político, Yuri Luchkov, el alcalde de Moscú.
Poco después, «Sylvester», jefe de la Hermandad de Solntsevo, muere
en un atentado dinamitero. Las sospechas recaen por un tiempo en
Berezovski, que acaba de regresar a Moscú, pero a falta de pruebas el
asunto no tiene mayores consecuencias. Poco a poco, la violencia
disminuye y las diferentes bandas llegan a un acuerdo sobre la
repartición del mercado del crimen. Lo que se observa en este período,
especialmente violento, es que Berezovski es «el único entre los grandes
hombres de negocios, llamados más tarde «oligarcas», que estuvo
personalmente implicado en la guerra entre las pandillas chechenas y
eslavas.»
Redistribución de las cartas políticas
Los hombres de negocios al estilo de Berezovski tenían mucho que
ganar con la perestroika de Gorbatchov. Pero las cosas se van a
acelerar. Con el fracaso del golpe militar de 1991, Boris Yeltsin se
hace completamente del poder a la cabeza de la Federación Rusa y
establece un equipo joven, completamente volcado hacia el mundo de los
negocios, que organizará lo que elinvestigador y escritor Paul Klebnikov
llama el «saqueo de Rusia».
Berezovski puede estar satisfecho en la medida en que se trata de
personalidades con las que tiene relaciones. Entre sus conocidos están
el Primer ministro interino Igor Gaidar [
2],
Anatoli Sobtchak, Anatoli Choubais así como el joven economista Piotr
Aven, un amigo personal, que se convierte en el nuevo ministro de
Comercio Exterior de Yeltsin, y Mijail Kodorkovski, viceministro del
Petróleo y la Energía, que se transformará rápidamente en un socio para
los negocios.

Valor de las empresas rusas en bonos de privatización en relación con su valor de mercado (en millones de dólares).
La época es fastuosa para esta joven generación que va a apropiarse
del sector petrolero por tres centavos, en detrimento del país.
Mijail Kodorkovski,
fundador del banco Menatep, se apodera del 45% del capital de Yukos, un
«holding que reúne al productor de petróleo Samaraneftgaz y la
refinería de Samara», todo por la módica suma de 159 millones de
dólares [
3].
Boris Berezovski establece una alianza con Roman Abromovich para
adquirir el 51% de Sibneft por 100 millones de dólares. Como se ve en la
tabla anterior, son sumas que no tienen nada que ver con el precio real
de las empresas determinado en el momento de su entrada a la bolsa.
Berezovski amplía también su lista de amistades políticas. Su amistad
con Alexander Korjakov, jefe de la seguridad del presidente Yeltsin, le
abre las puertas de la cúpula del poder ruso. Se encarga de financiar
la publicación de una biografía autorizada de Boris Yeltsin, titulada
Sobre el filo de la navaja.

- El oligarca ruso Mijail Kodorkovski, actualmente en prisión por no haber pagado al estado millones de dólares en impuestos
Después de haber malversado buena parte de lo que reportaron las
ventas, Berezovski acabó por devolverle su dinero al jefe de Estado y se
convirtió incluso en uno de sus principales financistas. Berezovski
comprende también la importancia del poder mediático. Invierte en la
televisión, primeramente en el mercado publicitario de la cadena más
importante del país, ORT: «el plan consistía en comprar los programas a
la cadena y obtener beneficios a partir de las ganancias publicitarias.
(La sociedad creada por Berezovski) Publicidad-Holding revendería a los
anunciantes el tiempo de transmisión cobrando una comisión».
Más tarde, el hombre de negocios presiona a Korjakov y Yeltsin para que le «vendan» la cadena, lo cual obtendrá en 1994.
Berezovski no es el único interesado en el mercado de la televisión.
Vladimir Gussinski, propietario del Banco Most, posee tambiénla
televisión NTV, la primera red televisiva independiente de toda Rusia,
creada en 1993 por un decreto especial de Boris Yeltsin. Gussinski es
además enemigo personal de Boris Berezovski, desde la guerra de las
bandas moscovitas de 1993-1994. Amigo de Estados Unidos, y de Ted Turner
dueño de la
CNN.
Gussinski había creado, al igual que su rival, un joint-venture con
socios extranjeros (estadounidenses), puesto en marcha uno de los
periódicos más importantes del país -Segodnia- (Hoy) y fundado un
importante establecimiento bancario.
Contaba además con la protección de Yuri Luchkov, el alcalde de
Moscú. La ayuda del presidente ruso hacia Berezovski es tal que este
último logra que Gussinski se vea obligado a exilarse, el 2 de diciembre
de 1994. La
Nezavissimaia Gazeta, periódico perteneciente a
Berezovski, contará el episodio posteriormente en un artículo que afirma
que Yeltsin tomó la decisión después de leer un informe sobre las
ambiciones políticas de Gussinski y el apoyo político con que contaba
este, o sea Yuri Luchkov.
Poco tiempo después, Berezovski fue objeto de una investigación
policial a causa del asesinato del presentador estelar de la televisión
rusa, Vlad Listiev. Este último había participado en el proyecto de
privatización de la ORT, pero había manifestado su inquietud ante la
tala radical de la cadena emprendida por el hombre de negocios. Como
otros casos, este se perderá finalmente en los meandros de la justicia
rusa.
Las maniobras de Berezovski para apoderarse de los medios de difusión
son un éxito. En pocas semanas, se asegura el control del canal 1 de la
televisión rusa, compra el canal 6 -privatizado con la participación de
Ted Turner, y adquiere la revista
Ogoniok y el diario
Nezavissimaia Gazeta convirtiéndose en uno de los hombres más influyentes del universo mediático ruso.
«Se transforma así en uno de los arquitectos de la política rusa. El
servicio informativo de ORT se convirtió en la caja de resonancia de los
intereses de Berezovski en momentos cruciales de la vida política,
cantando loas sobre Yeltsin durante la elección de 1996, celebrando los
méritos de Lebed después que este llegara a un arreglo con el Kremlin
con vistas a esa elección, denunciando al mismo Lebed meses después a
causa de su disputa con Berezovski (...)»
Berezovski se aprovecha de su nueva situación para financiar la
campaña electoral de Yeltsin, en 1996, y regresa al gobierno después de
su reelección.
Los problemas de salud del presidente ruso dan lugar a un vacío de
poder, que llenan diferentes miembros de su equipo, en primer lugar
Anatoli Chubais, el arquitecto de las «privatizaciones». Es el triunfo
de los oligarcas: el banco de Vladimir Potanin se encarga de administrar
nuevas cuentas gubernamentales, la estación televisiva de Vladimir
Gussinski -NTV- es autorizada a comprar el canal 4, el banco Stolitchnyi
-perteneciente a Alexander Smolenski y Berezovski- duplica su
envergadura al absorber al banco público Agroprom...
De pronto, Berezovski se ve atacado por todos lados. El general
Korjakov revela que el hombre de negocios le pidió que asesinara a
Gussinski. El diario
Novaia Gazeta publica el video en el que
Berezovski acusa a Gussinski de haber tratado de atribuirle el asesinato
de Listiev. En esta coyuntura, particularmente cargada, el magnate se
incorpora a la administración del país asumiendo el puesto de Secretario
Adjunto del Consejo de Seguridad, encargado de coordinar la política de
seguridad y de defensa del país.
Para ello, Berezovski se ve obligado a renunciar a su pasaporte
israelí. En su nuevo puesto, se encarga de las negociaciones con
Chechenia, en el momento en que el general Lebed logra poner fin al
conflicto. Según este último, Berezovski hizo hecho todo lo posible por
hacer fracasar las conversaciones de paz: «Después de la firma de los
acuerdos de paz de Khassaviurt [...] Berezovski vino a verme y trató de
intimidarme. Cuando se dio cuenta que no era posible meterme miedo,
simplemente me dijo: "usted ha echado a perder tremendo negocio. Todo
iba tan bien. ¿Se estaban matando entre ellos? ¿Y qué? Siempre lo han
hecho y lo seguirán haciendo"».

- Izquierda:
el general ruso Lebed (en blanco) y el jefe independentista checheno
Maskhadov en esa época, actualmente convertido en terrorista, firmando
la paz. Derecha: El general Alexander Lebed.
Después del restablecimiento de la paz, logró sin embargo valerse de
sus antiguas relaciones con las pandillas chechenas de Moscú para
ganarse la simpatía de los dirigentes de Grozny. Salam Raduiev, uno de
los jefes armados, llegará a saludar a Berezovski como un «hombre
honorable». «Está personalmente interesado en ese petróleo [el oleoducto
Bakú-Novorossisk», observa.
Las cosas cambian con la llegada de Vladimir Putin al poder. Aunque
contó al principio con el apoyo de los oligarcas contra Evgueni
Primakov, Putin da un giro total a la política aplicada hasta entonces y
trata de reconstruir el país. En ese empeño, choca fatalmente con los
intereses privados de los oligarcas, que se han apoderado de una parte
considerable de la economía rusa.

- El presidente ruso Vladimir Putin
Putin la emprende entonces contra ese imperio, bajo todas sus
manifestaciones, ya sea el imperio mediático que han construido, las
empresas que han creado o los partidos políticos que han apoyado. Los
medios de comunicación rusos bajo control de estos oligarcas, pero
también una amplia prensa internacional, presenta una versión de los
hechos -que dieron lugar al exilio de los antiguos cuadros del país-,
como la manifestación de un régimen autoritario con tendencias
dictatoriales.
Kodorkovski es presentado como una víctima de los enemigos de la
democracia, mientras que Berezovski no para de hablar en la prensa
occidental de la amenaza que Putin representa, según él, para la
sociedad civil rusa. Parece, sin embargo, que no había otra alternativa.
Fuera de su propio enriquecimiento personal, la política de los
oligarcas no tenía más consecuencias que la destrucción económica del
país, el saqueo de sus recursos naturales y una espantosa caída del
nivel de vida en Rusia.
En el contexto geopolítico que siguió al derrumbe de la URSS, se
sospechó durante mucho tiempo que Estados Unidos esperaba que el país
fuese totalmente devastado en el plano económico antes de aportarle
alguna ayuda. A fin de cuentas, este período sirvió a los intereses de
muchos, pero no a los del pueblo ruso. Muchos países pudieron conseguir
así, a bajo precio, las materias primas rusas, mientras que el crimen
organizado debilitaba el poder del Estado, indispensable en un país tan
grande.
La guerra de Chechenia ayudó a distraer a Moscú en un frente costoso
en hombres y en dinero, lo cual contribuyó al retraso en materia de
geopolítica, que desde entonces ha acumulado Rusia en el «
Juego Grande» del reparto del Asia central, pero la primera fase era la desestabilización de ésta.
BORIS BEREZOVSKI VUELVE A VISITAR GEORGIA IMPUNEMENTE
Tbilisi, 5 de abril, Agencia RIA Novosti. El oligarca ruso Boris
Berezovski, buscado por la Justicia de Rusia, visitó a Georgia el sábado
pasado. Las autoridades fronterizas georgianas afirman que no han
tenido el mínimo pretexto para detenerlo.
«Berezovski visitó a Georgia el 2 de abril por invitación del
presidente del Comité Olímpico de Georgia, Badri Patarkatsishvili
-precisó el portavoz del servicio fronterizo georgiano-. Tenía el
pasaporte expedido a nombre de Platon Yelenin y, según sabemos, en la
lista de las personas buscadas por la Interpol ese nombre no figura».
Esta ha sido la segunda visita de Berezovski a Georgia. La anterior
la había hecho el 3 de diciembre de 2003, y tenía el mismo pasaporte a
nombre de Platon Yelenin.
En aquella ocasión, el director del Departamento de vigilancia de
fronteras de Georgia, Valeri Chjeidze, había explicado que sus
subordinados no le informaron a tiempo de la visita de Berezovski.
«Pero si vuelve a Georgia será inmediatamente detenido y entregado a
los órganos policiales que lo buscan», había prometido Chjeidze.
El lunes, Badri Patarkatsishvili había comentado la visita de
Berezovski y declaró a periodistas que el viaje había sido concordado
con las autoridades georgianas.
El sábado, Berezovskiy había viajado a Tbilisi procedente de Londres y
acompañado de su esposa. Vino en avión propio y después de
entrevistarse con Patarkatsishvili enseguida volvió a Londres.
Vale notar que la búsqueda y captura de Berezovski habían sido
declaradas a nivel internacional. El 6 de agosto de 2002, la Fiscalía
General de Rusia había incoado un expediente penal contra el oligarca y
dos ex dirigentes de la compañía «Logovaz», Badri Patarkatsishvili y
Yuli Dubov. El 15 de octubre de 2002, el juzgado los declaró culpables
del delito de estafa en grandes dimensiones.
Patarkatsishvili también es buscado por la justicia internacional.
Berezovski recibió asilo en Gran Bretaña en septiembre pasado. Vive en
ese país desde 2000.