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Walter Martínez
Credito: Aporrea.org
“Dossier”, único en su estilo en la televisión venezolana, es una herramienta necesaria, que brinda información de actualidad, en un lenguaje directo y de fácil comprensión.
ATALAYA COMUNISTA EN JEREZ DE LA FRONTERA. email:atalayacomunista@gmail.com Si los pueblos no se ilustran, si no se divulgan sus derechos, si cada hombre no conoce lo que puede, vale, debe, nuevas ilusiones sucederán a las antiguas y será tal vez nuestra suerte cambiar de tiranos sin destruir la tiranía.
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El nombre codificado del ejército stay-behind en Dinamarca era «Absalón». Como dice el proverbio latino, Nomen est nomen («El nombre es un presagio»). Ese nombre reflejaba la misión anticomunista confiada a la red clandestina: Absalón fue un obispo danés de la Edad Media que venció a los rusos espada en mano. La imponente estatua ecuestre de bronce que representa a Absalón revistiendo una armadura, monumento que aún puede verse en Copenhague, suscitó renovado interés en noviembre de 1990, cuando la prensa danesa reveló que «El grupo “Absalón”, conformado por la CIA y respaldado por la OTAN, se preparaba para la toma del poder por los comunistas en Dinamarca» [1].
«la CIA tendría que arreglárselas sola o, en el mejor de los casos, contar con la ayuda “extraoficial” de agentes locales ya que los responsables de los gobiernos de esos países prohibían toda colaboración con la OTAN y la menor sospecha provocaría un escándalo entre la prensa comunista local, los diplomáticos soviéticos y los lealistas escandinavos que esperaban que una política de neutralidad o de no alineamiento les permitiese no tener problemas ante una Tercera Guerra Mundial» [5].«El Berlingske Tidende puede hoy revelar que Absalón es la rama danesa de la red internacional Gladio. La confirmación viene de un miembro de Absalón que ha preferido conservar el anonimato», anuncio un diario danés en 1990 [6]. La fuente, que el diario designaba como Q, confirmaba las revelaciones que Colby había hecho en su libro. «La versión de Colby es rigurosamente exacta. Absalón fue creada a principios de los años 1950», declaraba el testigo Q. También según Q, la red se componía únicamente de hombres con ideas muy conservadoras y cuyo anticomunismo estaba por lo tanto fuera de toda duda. «Colby era miembro laico de la organización católica mundial Opus Dei. El Opus Dei desempeñó un papel crucial en la creación de la red Gladio en toda Europa y sobre todo en Dinamarca», afirmaba Q.
«El jefe del Gladio era Harder, quien no era precisamente católico. Pero no abundan los católicos en Dinamarca y el núcleo duro del Gladio danés se componía sobre todo de ex miembros de la resistencia [de la Segunda Guerra Mundial], de ex prisioneros de los campos de Tysk Vestre Faengsel, de Froslevlejren, de Neuengamme y de la Brigada danesa.» [7]Los periodistas daneses se pusieron nuevamente en contacto con Colby, a fines de 1990, y descubrieron que los secretos del Gladio seguían bajo la más estricta custodia. Ya con 70 años de edad, el ex director de la CIA, residente en Washington, se puso a la defensiva: «No sé absolutamente nada de la organización danesa. Nunca estuve en contacto con ellos. No me parece. En todo caso, no me acuerdo» [8]. Los periodistas insistieron: «¡Pero usted escribe en su libro que usted construyó organizaciones por cuenta de la CIA en 4 países!» A lo que Colby contestó: «Ya no me acuerdo si hablé de 4 o de 3 países o de otra cantidad. Todo lo que supe en aquel entonces seguramente lo supe a través de fuentes secundarias. Pero el libro es fiel, fiel a lo que yo sabía en aquella época.» Al periodista danés que insistía y que parecía evidentemente poco dispuesto a creer en la amnesia de Colby, el ex director de la CIA acabó contestándole: «La gente le está dando demasiada importancia a esa historia. El peligro de invasión soviética era real para mucha gente en aquella época y la cooperación con los movimientos de resistencia en Noruega o en Francia eran el modo más natural de organizar la defensa del país.» Colby se negó, sin embargo, a comentar las sospechas de posible implicación de la red en operaciones terroristas y de acondicionamiento del clima político [9]. Cuando un segundo grupo de periodistas insistió en querer obtener al menos el nombre de un contacto de la CIA en Dinamarca, Colby reveló que «su contacto en Dinamarca» para la Operación Gladio era Ebbe Munck, figura central de los servicios secretos daneses y veterano de la resistencia que había emprendido después una carrera como diplomático y se había convertido en uno de los consejeros de la reina Margarita de Dinamarca [10].
«el 95% eran militares. También había numerosos miembros de las Unidades Territoriales. Por otro lado, la Federación de Oficiales de la Reserva también representaba una cantera muy útil en caso de necesidad».Parece que algunos responsables políticos cuidadosamente seleccionados habían sido informados de la existencia del ejército secreto ya que, como subrayaba Q,
«existían contactos muy estrechos con el Partido Popular. El basamento ideológico era fuertemente anticomunista. Éramos daneses dotados de un fuerte sentimiento nacional basado en la ideología cristiana. Para nosotros era capital que pudiera organizarse un movimiento de resistencia sin esperar uno o 2 años, como había sucedido en 1940».El ejército secreto, como explicaba Q, tenía una doble función: actuar en caso de invasión o de toma del poder por parte de los comunistas daneses –aún sin intervención del Ejército Rojo– y recoger información sobre las organizaciones de izquierda:
«Estábamos en plena guerra fría y una invasión rusa o un golpe de Estado de los comunistas daneses eran para nosotros amenazas reales e inminentes» [11].A pesar de su orientación conservadora, Absalón no reclutaba a cualquier militante de extrema derecha, según un ex agente:
«No todo el mundo podía ser miembro. Tuvimos, por ejemplo, el caso del activista de extrema derecha Hans Hetler que quería ser miembro. Pero nosotros no lo queríamos. Era un ex colaborador [de la ocupación alemana] y creíamos que no reunía las cualidades requeridas.» [12]El ex director de la CIA William Colby tenía razón en indicar que, como todos los ejércitos secretos, el stay-behind danés Absalón tenía también sus propias reservas. «Cierto número de escondites de armas fueron diseminados a través de Dinamarca. No daré la cantidad exacta pero puedo decir que había menos de una decena», declaró el ex miembro del Gladio identificado como Q. «Había dos en grandes bosques, en Bribskov y en Dronninglund Storskov. No diré cómo fueron escondidas ni si están allí todavía» [13]. Al contrario de lo que se vió en Italia, aquellas armas nunca fueron utilizadas en la realización de operaciones de terrorismo en territorio danés. «Eso nunca sucedió en Dinamarca. Nunca utilizamos aquellas armas. En cambio, sí participamos en ejercicios militares. Uno de ellos tuvo lugar en la frontera norte de la OTAN, en Tromso [Noruega]», precisó Q [14].
«Absalón tenía todo tipo de funciones. Ante todo tenía que mantenerse listo en caso de una posible invasión rusa o de que los comunistas tomaran el poder. Pero también tenía que recoger información sobre las organizaciones de izquierda así como datos de inteligencia en Europa Oriental» [16].Cuando se conformó el ejército secreto, después de la Segunda Guerra Mundial, las unidades tuvieron fácilmente a su disposición armas y explosivos. «Aquella abundancia era resultado de una distribución desigual de las armas después de la liberación de Dinamarca. En aquella época, algunas unidades militares habían recibido grandes cantidades de armamento proveniente de Suecia mientras que no se había entregado nada a los comunistas», explicó Q, quien también dio a entender que la CIA también hizo llegar posteriormente equipamiento suplementario al stay-behind danés. «Yo no excluyo la posibilidad de que se haya entregado después equipamiento suplementario. Se trataba probablemente de material americano.» [17]
«Los servicios secretos militares y yo nos manteníamos a distancia de Absalón. Absalón no tenía ningún contacto con la OTAN ni con los servicios secretos militares daneses. Si oí hablar de Absalón fue porque los responsables políticos insistieron para que nosotros [los servicios secretos daneses] mantuviésemos un ojo en los grupúsculos de extrema derecha. Pero nunca vigilamos a Absalón ni investigamos sobre ese organismo. Hubiese sido ridículo.» [20]En efecto, habría resultado bastante extraño ver a Fournais, el jefe de los servicios secretos militares, investigando a Fournais, el miembro de Absalón, para señalar sus actividades ilegales.
«Me retiré en 1975. Ha pasado mucho tiempo desde entonces. Ya no recuerdo nada.» [23]Como el parlamento danés no creyó necesario abrir una investigación sobre el tema, los detalles sobre el entrenamiento y las operaciones que realizaron el SO y Absalón durante la guerra fría siguen siendo esencialmente desconocidos. Pero algunos afirman que sus operaciones secretas incluyeron vigilar a los comunistas daneses y a otras organizaciones de izquierda así como la elaboración de expedientes personales. En virtud de lo declarado por fuentes anónimas, la prensa local escribió que
«Absalón tenía esencialmente como misión reunir información sobre las organizaciones de izquierda» [24].Hacia finales de los años 1950, el agente del FE Arne Sejr fue centro de un verdadero escándalo de envergadura nacional cuando se descubrió que escuchaba y espiaba a Alfred Jensens, uno de los principales líderes comunistas de Dinamarca [25]. Esa operación, al igual que otras más realizadas en suelo nacional parece haberse realizado con el apoyo del SO y de Absalón, aunque ya en aquella época el ejército secreto «hacía todo lo posible para escapar a la atención de los medios» [26]. Después de una fase de inactividad a principios de los años 1950, todo parece indicar que las operaciones internas se intensificaron a lo largo de la siguiente década. Parece que Harder, el comandante de la red, tuvo algunas dificultades «en hacer funcionar correctamente Absalón durante los años 1950. No fue hasta 1960 y 1961 que la máquina se puso en marcha», declaró Q.
«Eso sucedió después de que 18 miembros del Gladio danés fueron a una reunión en el cuartel general de la OTAN, que estaba entonces en Valenciennes.» [27]Como el ejército secreto actuaba en la más completa clandestinidad, se borraba toda huella de su paso. Sólo una vez oyó hablar la población de las operaciones internas de Absalón: en 1974. Aquel año, Absalón trató inútilmente de impedir que un grupo de universitarios liberales integrara el consejo de administración de la universidad de Odense, que ya le parecía demasiado inclinado a la izquierda. Cuando se supo la verdad sobre las intrigas de Absalón, la prensa se desencadenó contra aquella «organización mística subterránea». Nadie logró, en aquella época, sacar a la luz los vínculos existentes entre la OTAN, la CIA y la red internacional [28]. Parece que, como resultado del escándalo de la universidad de Odense, Absalón renunció a las operaciones secretas y comenzó a crear organizaciones que le servirían de fachada para promover su propia ideología. «Aquello [la operación de Odense] llevó a Absalón a renunciar a interferir en la sociedad. En vez de ello, se creó un nuevo organismo llamado Pindsvinet [erizo] para difundir legalmente las ideas de Absalón en el debate público», contó el agente Q, precisando que se había recurrido al erizo como símbolo para ilustrar los lazos ideológicos que la organización mantenía con la OTAN:
«Pindsvinet es el nombre de una operación concebida por el general Eisenhower pero es también el emblema de la alianza atlántica. A partir de 1981, la Defensa Nacional de Dinamarca también adoptó el erizo como emblema.» [29]Cuatro años más tarde se produjo otro escándalo en el que estuvo implicado el ejército secreto danés. En 1978, al descubrirse en Noruega un inmenso escondite de armas, el ministro de Defensa Rolf Hansen no tuvo más remedio que confirmar ante el Parlamento que se había conformado en el país un ejército secreto bajo la égida de la OTAN. En la vecina Dinamarca, la red stay-behind Absalón se vio entonces en una posición incómoda ya que las revelaciones que tenían lugar en Noruega amenazaban también su propia cobertura.
«resulta algo sorprendente que ningún ciudadano de ningún Estado miembro de la OTAN haya aprovechado aquella oportunidad para interrogarse sobre la situación en su propio país» [31].Como subraya el agente Q, Flemming Norgaard, el brazo derecho de Harder, desempeñaba un papel clave dentro de la red Absalón, sobre todo por «sus importantes actividades de recogida de fondos». En 1990, varios periodistas daneses que lograron encontrarlo en Francia quisieron conocer su reacción ante las declaraciones del agente Q. Norgaard reconoció que había sido miembro de Absalón y que disponía de una excelente red de contactos internacionales y de respaldo en el seno del partido conservador danés. «Svenne era la eminencia gris. Viajaba constantemente», declaró el agente Q.
«Nadie sabía con exactitud lo que él hacía. Pero las personas más expuestas son raramente las más influyentes.» [32]En 1990, cuando salió a la luz la existencia del Gladio italiano, la red clandestina danesa seguía activa. El ministro de Defensa Knud Enggaard no tuvo por lo tanto más remedio que presentarse ante un Folketing (el Parlamento danés) tan atónito como curioso. El 21 de noviembre, el ministro afirmó en su primera alocución pública sobre el ejército secreto danés que ninguna organización «de ningún tipo» había sido creada nunca por la CIA en el país con el respaldo de la OTAN. Y después, para gran confusión de los parlamentarios, dijo:
«Toda otra información relativa a una operación de los servicios secretos concebida bajo la hipótesis de una ocupación enemiga está clasificada como confidencial, e incluso altamente confidencial, y me es por lo tanto imposible decir más sobre ello al Parlamento danés.»El diputado Pelle Voigt, quien fue el primero en mencionar el asunto, juzgó la respuesta del ministro de Defensa «contradictoria y una confirmación indirecta de que Dinamarca también tenía su propia red secreta» [33].
«Yo me acuerdo muy bien de Absalón. Era un círculo de oficiales militares. (…) Si al ejército le hacía falta tal o más cuál equipamiento, Absalón ponía los fondos para comprarlo. Eso fue lo que me explicó el general Andersen.»Sin embargo, el general Andersen, quien según Sogaard estaba implicado en la conspiración, desmintió aquella afirmación y declaró a la prensa:
«A Poul Sogaard debe estar fallándole la memoria. El nombre de Absalón no me recuerda absolutamente nada.» [35]El ministro de Defensa Enggaard logró que el tema de la red stay-behind se debatiera sólo de forma interna por parte de la Comisión parlamentaria encargada de supervisar el trabajo de los servicios secretos, Comisión cuyos archivos se clasifican por lo tanto como altamente secretos y son inaccesibles para el público. Así que sólo algunos diputados recibieron información sobre el asunto mientras que la población era mantenida en la ignorancia.
Actualización
En 2002, el ex ministro de Defensa Hans Haekkerup reconoció en sus Memorias la participación de su ministerio en la creación del Gladio en Dinamarca.
En 1999, a pedido del parlamento, el ministerio de Defensa de Dinamarca creó una comisión de control sobre los servicios secretos (Politiets Efterretningstjeneste). Después de la publicación del libro de Daniele Ganser, la Comisión entregó su quinto informe, dedicado a las actividades del Gladio en Dinamarca, de 1945 a 1989.
Según ese informe, las actividades de espionaje de los anglosajones en suelo danés se iniciaron inmediatamente después del fin de la Segunda Guerra Mundial. También inmediatamente tuvieron lugar a una serie de negociaciones ante la situación de pánico que siguió a la toma del poder por parte de los comunistas en Checoslovaquia. Aquellas negociaciones no prosperaron hasta 1951, en un contexto de rivalidad entre el Reino Unido y Estados Unidos. A la cabeza del Gladio danés se hallaban Arne Sejr y Erik Husfeldt.
La complicación que marcó aquellos inicios explica la existencia de varias redes, entre las que figuraba Firmaet (la Firma), junto a Absalón.
La Comisión logró comprobar que fue el Gladio quien instaló dispositivos de escucha en el apartamento del líder comunista Alfred Jensen, como revelara el ex primer ministro Jens Otto Krag.
En 2005, Peer Henrik Hansen publicó Firmaets største bedrift - Den hemmelige krig mod de danske kommunister (Ediciones Høst & Søn). Al año siguiente, el mismo autor se basó en ese trabajo para hacer un artículo para el International Journal of Intelligence and CounterIntelligence, «"Upstairs and Downstairs" - The Forgotten CIA Operations in Copenhagen».
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