24 Septiembre 2014
Miguel Urbano Rodrigues
EL Llamado Estado Islamico-ISIS, que se presenta como refundador del
Califato Árabe es una aberración hija de la estrategia del terrorismo de
estado del imperialismo estadounidense.
Esa estrategia surgió como
consecuencia de la ejecución del proyecto de dominación perpetua y
universal sobre la humanidad, concebida –subrayo- cuando Rosevelt
todavía vivía, en el ámbito del War and Peace Program, que identificaba a
EEUU como heredero natural del Imperio Británico.
El Medio Oriente fue la zona escogida por el Pentágono para dar
inicio al ambicioso Programa, porque el Reino Unido, muy debilitado por
la guerra, había empezado allí su política de retirada gradual de
bastiones imperiales en el mundo islámico..
En las siguientes décadas, la CIA promovió golpes en la Región, uno
de los cuales, el derrocamiento de Mossadegh y el retorno del Sha Reza
Pahlavi al trono de Irán, tuvo repercusión mundial.
El PANTANO AFGANO
A partir de 1980, el gobierno Reagan financió y armó las
organizaciones terroristas sunitas de Peshawar que combatían la
Revolución afgana. Algunos de sus dirigentes fueron recibidos como
héroes en la Casa Blanca. Reagan los saludó como «combatientes de la
libertad» y «nuevos Bolivares».
Los bandos de tales héroes cortaban los senos a las mujeres que no
vestían la burka. En esa época el saudita Bin Laden participaba como
aliado de confianza de los EEUU (su padre había sido amigo personal de
la familia Bush) en las guerrillas que intentaban derrocar al gobierno
revolucionario de Kabul.
Cuando Mihail Gorbatchev abandonó Afganistán y los Siete de Peshawar
tomaron el poder en el país, esas organizaciones terroristas se
querellaron, iniciándose un período de guerras fratricidas.
Al termino de la presidencia de Bush padre, EEUU, que habían
patrocinado la guerra de Saddam Hussein contra Irán, reaccionó a la
ocupación del Kuwait con la primera guerra del Golfo. En l991, con el
apoyo de una gran coalición auspiciada por el Consejo de Seguridad, los
iraquíes fueron rápidamente derrotados.
Bagdad fue sometida a bombardeos intensos, pero Washington no se opuso a que Saddam permaneciera en el poder.
Mientras
eso ocurría, la situación en Afganistán, cuyo subsuelo contiene grandes
recursos minerales, asumió aspectos tan caóticos con enfrentamientos
entre los señores de la guerra, que Washington abrió la puerta a la
entrada en palco de los Taliban, una organización fundamentalista que la
CIA había creado en Pakistán como «reserva». Los autotitulados
«estudiantes de teología» conquistaron con facilidad Afganistán y
asesinaron en Kabul a Muhammad Najibullah,el ultimo presidente legitimo,
que se encontraba bajo protección de la ONU, y dieron inicio a una
política de fanatismo religioso que hizo el país regresar al medioevo.
Bin Laden, cambiando de campo, surgióentonces como aliado preferente del
mullah Omar, jefe espiritual de los talibanes.
EEUU recogía los frutos amargos de su política anti-islámica y de apoyo incondicional al estado sionista de Israel.
Mas fue solamente en 2001, después de los
atentados del 11 de septiembre contra el World Trade Center y el
Pentágono que la Casa Blanca en donde en ese tiempo pontificaba Bush
hijo, decidió invadir y ocupar Afganistán. Bin Laden fue ascendido a
enemigo numero 1 de EEUU, y Al Qaeda, su creación, adquirió en la
propaganda yanqui las proporciones de un pulpo gigantesco cuyos
tentáculos abrazarían todo el
mundo musulmán.
Pero, contrariando las previsiones de
Washington, el pueblo afgano resistió a la ocupación del país por EEUU y
la OTAN. El Presidente Obama, que había condenado las guerras como
candidato, envió al país 120 000 militares más. Sucesivas ofensivas de
«pacificación» fracasaron y prestigiados
generales fueron dimitidos
por Obama.Anunciada para este año la total retirada de las fuerzas de
combate, la promesa no será cumplida.
Transcurridos 13 años de la invasión, la
resistencia afgana (que transciende ampliamente a los talibanes)
controla casi todas las provincias, con las fuerzas
extranjeras
concentradas en Kabul y las principales ciudades. El país, devastado por
la guerra, empobreció, pero la producción de opio aumentó muchísimo.
El asesinato de Bin Laden en Pakistán, en
una nebulosa operación de comandos, ejecutada por el Pentágono y la CIA,
no contribuyó a aumentar la popularidad de Obama.
IRAQ, LIBIA, SIRIA
Los EEUU no extrajeron lecciones de su
política para la región. Al contrario, en marzo de 2003 iniciaron la
segunda guerra de Iraq, entonces sin el aval del Consejo de Seguridad de
la ONU. El pretexto -la existencia de armas de destrucción masiva- fue
forjado por Bush y Blair.
Esas armas, como se probó, no existían.En la invasión, EEUU utilizó armas químicas prohibidas por convenciones
internacionales.
Crimines
monstruosos han sido cometidos y las torturas (incluyendo abusos
sexuales)infligidas por los militares norteamericanos a los prisioneros
fueron tema de unescándalo mundial.
Saddam Hussein fue ejecutado después de un
juicio sumario, pero pasada una década Iraq había retrocedido medio
siglo. Centenas de miles de iraquíes murieron de enfermedades curables y
desnutrición. Hoy, ocupado por ejércitos mercenarios al servicio de
transnacionales, Iraq es una tierra ocupada y humillada en donde el
poder real es controlado por las empresas petroleras. Incapaces de
encontrar soluciones para su crisis estructural, EEUU prosigue con su
agresiva estrategia de dominación imperial.
La política de cerco a China y Rusia se
intensificó. De documentos secretos del Gobierno Federal, divulgados por
influyentes medios, constan planos para desmembrar a Rusia,
reduciéndola a potencia de segunda clase. La multiplicidad de objetivos
propuestos contribuyó sin embargo a que los resultados
no
correspondieran a las esperanzas de la Casa Blanca. Las mal llamadas
«primaveras árabes» fueron ideadas para producir en Islam un
efecto comparable al de las «revoluciones de colores». Pero eso no
ocurrió. En Egipto, despuésdel golpe de estado militar que derrocó el
presidente Morsi, EEUU consiguió lo
pretendido.
En el Cairo ocupa el poder un gobierno militar favorable al imperialismo norteamericano.
En lo que concierne a Libia,el balance de
la intervención militar es desastroso. Derrocaron y asesinaron a Gaddafi
en una operación que tuvo la complicidad dela ONU y la participación
activa de Francia y Reino Unido. El plan fue elaborado mucho
tiempo atrás por la CIA y los servicios secretos británicos y la Mossad
israelita. Destruyeron las infraestructuras del país para apoderarse de
su petroleo y de su gas.
Sin embargo, el desenlace de la operación
no fue el previsto por el organigrama elaborado en Washington. Libia es
hoy un país ingobernable. Una parte significativa de los «rebeldes»,
entrenados y armados por el imperialismo para luchar contra Gaddafi
decidió actuar por cuenta propia en milícias terroristas que desconocen
la autoridad del gobierno marioneta de Trípoli. El terrorismo es
actualmente endémico. El atentado contra la misión diplomática de EEUU
en Bengazi es ejemplo del estado de anarquía existente y de la
incapacidad de Washington para controlar las organizaciones terroristas
que el imperialismo introdujo en el país.
Del caos libio tampoco fueron extraídas
lecciones. La escalada de agresiones prosiguió. Siria fue el blanco
siguiente. Washington repitió la formula.
Una campaña mediática amplia y ruidosa demonizó al presidente Bashar al Assad, presentándolo como un dictador brutal.
En
seguida, «rebeldes patriotas» -muchos de los cuadros son extranjeros-
iniciaron la lucha contra el gobierno legitimo del país.
Desmintiendo
las previsiones de la CIA, las fuerzas armadas, unidas en defensa del
presidente, resistieron y las organizaciones terroristas,
ostensiblemente apoyadas por Turquía y Arabia Saudita, sufrieron sendas
derrotas. Miles de civiles, sobre todo mujeres y niños, han sido
victimas de la guerra auspiciada por EEUU. Consciente finalmente de
que el plan elaborado en Washington había fracasado, Obama,en un giro
brusco, informó en un discurso amenazador que había decidido bombardear
Siria.
La firme actitud de Rusia lo obligó sin
embargo a desistir de la intervención militar directa.Esa inocultable
derrota política exigió una revisión de la estrategia global de EEUU
para todo Medio Oriente.Convencidos de que habían evaluado mal la
relación de fuerzas, la Casa Blanca y el Pentágono aplazaron sine die el
proyecto de agresión a la República Islámica de Irán y abrieron
negociaciones sobre el tema nuclear con un gobierno que el imperialismo
identificaba como polo del «eje del mal».
L A CATÁSTROFE UCRANIANA
La derrota sufrida por el imperialismo en
Siria coincidió con el desarrollo de otro proyecto imperial, mas
ambicioso, que tenia por objetivo a medio plazo la integración de
Ucrania en la Unión Europea y la OTAN. Es superfluo recordar, por
ampliamente conocidos, los acontecimientos que llevaron al
poder en
Kiev a un gobierno neofascista después de derrocado el presidente
Yanukenevitc. Era un aventurero pero había sido elegido
democráticamente.
Una vez más el plan golpista fue preparado
detalladamente en Washington. Pero de nuevo la Historia siguió un rumbo
muy diferente de lo previsto por el sistema de poder imperial.
La integración de Crimea en Rusia demostró
que el gobierno de Putin-Medvedev no se intimidaba con la agresiva
estrategia de Washington. El rechazo de los rusofonos del Este de
Ucrania a someterse a los golpistas de extrema derecha de Kiev llevó a
observadores occidentales a admitir que la ofensiva de las
fuerzas
armadas de Ucrania contra los «separatistas»de Donretsk y Lugansk podría
ser el prologo de una Tercera Guerra Mundial. Pero la prudencia y
serenidad de Putin contribuyó para reducir las tensiones en la zona,
evitando la escalada de un conflicto que podría ser trágico para la
humanidad.
La crisis persiste, mas la incapacidad militar del bando
de Kiev facilitó el cese al fuego y las negociaciones de Minsk.En
Ucrania el tiro salió también por la culata al Gobierno de EEUU cuya
alianza con fascistas asumidos ilustra bien el desprecio por la ética
política de la Administración Obama.
LA PESADILLA JIHADISTA
Empantanado en Ucrania, el imperialismo estadounidense (y sus aliados ) enfrenta en
estas
semanas un desafío para el cual sabe que no tiene solución. Súbitamente
una organización terrorista de islamitas fanáticos irrumpió en el
Noroeste de Iraq y en tiempo mínimo ocupó un amplio territorio en
aquel país y en el norte de Siria. Asumiéndose como interpretes
intransigentes de la sharia, tal como la interrpretan, proclamaron la
restauración del Califato árabe y declararon su intención de promover
su expansión territorial y espiritual en el mundo musulmán
Luego de las primeras semanas esos
jihadistas, al conquistar ciudades y pueblos, cometieron crímenes
horrorosos. inseparables del fanatismo de su secta.
El imperialismo en pánico sintió que lo empujaban a un impase. Obama no puede aceptar la ayuda del gobierno de Bashar el Asad, ni la de Irán. Perdería también la cara si utilizara fuerzas terrestres norteamericanas para combatir los jihadistas después de haber celebrado como acontecimiento histórico la retirada de Iraq de sus tropas de combate. Optó entonces por bombardeos aéreos en Siria e Iraq, violando su palabra.
Recibió el apoyo de los gobiernos de Cameron y Hollande. Anuncia una
guerra de larga duración. Pero esos bombardeos, dichos
«quirúrgicos»,tendrán una eficacia muy limitada según especialistas del
Pentágono.
Los jihadistas reaccionaron degollando dos rehenes británicos y amenazaron ejecutar otros si los bombardeos continúan.
Es impredecible por ahora el resultado de la confrontación
militar. Los generales del Pentágono afirman que el ejército iraquí y
las milicias del Kurdistán autónomo, aliado de Washinton, no tienen capacidad militar para derrotar a los jihadistas.
En Washington la Administración vive una pesadilla. Igual pasa con los medios más influyentes,del 'NewYork Times' a la 'CNN'.
Es inocultable que numerosos cuadros jihadistas vienen de
organizaciones terroristas creadas y financiadas por EEUU para luchar
contra regímenes que no se sometían a la dominación imperialista. Muchos
fueron entrenados por oficiales de la US Army.
El desconcierto de los media también se justifica. Las guerras de
agresión contra Afganistán, Iraq, Libia y el apoyo a mercenarios sirios
fueron precedidas de gigantescas campañas de desinformación. Durante
semanas los pueblos de Europa y EEUU han sido bombardeados con un tipo
de propaganda que presentaba las intervenciones militares como
exigencia de la defensa de la libertad y de los derechos humanos contra
la dictadura, la corrupción,la barbarie.
Goebbels,el ministro de la Propaganda de Hitler, afirmaba que una mentira insistentemente repetida acaba aceptada como verdad.
Subrayo que las técnicas de desinformación utilizadas en esa época
parecen hoy juegos de niños si las comparamos con las actuales de la
monstruosa maquinaria mediática controlada por el imperialismo para
neutralizar y anestesiar la conciencia de los pueblosy justificar
crímenes abyectos.
El presidente Obama cumple en este juego criminal el papel que le ha
sido atribuido. El poder real en EEUU está en las manos del gran capital
y del Pentágono. Eso no atenúa sus responsabilidades. El presidente
desempeña con placer e hipocresía su función en el engranaje del sistema
de poder. Actúa en la Casa Blanca como enemigo de la Humanidad.
En los últimos siglos solamente la Alemania de Hitler creó una
situación comparable, por la monstruosidad de los crímenes cometidos, a
la hoy resultante de la estrategia de poder de los EEUU. Con dos
diferencias fundamentales.
La política del III Reich suscitó al tiempo repudio universal. Pero
solamente Europa fue escenario de sus crímenes. En lo que concierne a
los EEUU, centenas de millones de personas son todavía confundidas por
la fachada democrática del régimen.
Pero, y eso es gravísimo, sus crímenes cubren el mundo, tienen
dimensión planetaria. Como terminará la actual crisis de civilización
que amenaza incluso la continuidad de la vida en la Tierra?
La advertencia de Rosa Luxemburgo sigue actual. El capitalismo,
hegemonizado por el imperialismo estadounidense, nos empuja a la
barbarie si la lucha de los pueblos no lo erradica del planeta. La
alternativa, creo, será entonces el socialismo.
Vila Nova de Gaia, 22 de septiembre de 2014