Muchos son los titulares que, a mi
juicio de manera errónea, han afirmado a partir del mediodía del Martes
que Gallardón se va. Pero Gallardón no se va. A Gallardón se le ha
vencido de una manera tan exagerada que ni siquiera el PP se atrevería a
reconocerlo nunca, ni siquiera en privado.
Han sido las mujeres que no están
dispuestas a que nadie decida por ellas las que han culminado esta lucha
que, desde hace muchos meses, se viene desarrollando en la calle para
parar la contrarreforma de Gallardón. Y es que tratar de legislar con
biblias y rosarios es lo que tiene, que los dogmas y los derechos y
libertades humanos no suelen encajar bien.
La lucha feminista en este país,
tremendamente importante para el estado futuro que queremos construir y
desgraciadamente abandonada en muchos casos sólo a las mujeres, será en
el proceso que tenemos por delante un pilar fundamental para construir
la sociedad del futuro, y no será sólo labor de las mujeres, sino de
todas y todos, ser y actuar como verdaderas y verdaderos feministas.
Porque ser feminista implica luchar por
la igualdad real entre hombres y mujeres, y no el baile de máscaras que
vivimos hoy en día donde el “yo no soy machista, pero hay cosas que una
mujer… no debe hacer” es por desgracia una melodía demasiado repetida,
porque si hay un enemigo mayor que el sistema que explota a los
trabajadores y trabajadoras, es el que además convence de una manera
casi visceral al hombre de que tiene derecho a explotar a su compañera
de trabajo, a su madre, a su vecina, a su pareja; porque éstas son
objetos de su propiedad. Y ese, por desgracia, es el sistema en el que
vivimos.
Enhorabuena a todas y todos los
feministas que mediante esta lucha hemos conseguido que a las mujeres,
de momento, no les aprieten más la soga al cuello. Ahora, es el momento
de seguir luchando cada día para desatar la soga que las oprime y
utilizarla, si fuera necesario, para acabar con su opresor.
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