Publicado en: 19 abril, 2015
Por Noel Manzanares Blanco
En pie, la condena a los victimarios de nuestro pueblo, la
ocupación de la Base Naval de Guantánamo y el grueso de la Guerra
Económica Justo un día antes de los 54 años del bombardeo a los
Aeropuertos de Ciudad Libertad, de San Antonio de los Baños y de
Santiago de Cuba, setenta y dos […]
En
pie, la condena a los victimarios de nuestro pueblo, la ocupación de la
Base Naval de Guantánamo y el grueso de la Guerra Económica
Justo
un día antes de los 54 años del bombardeo a los Aeropuertos de Ciudad
Libertad, de San Antonio de los Baños y de Santiago de Cuba, setenta y
dos hora atrás, circuló la noticia referida a que el Presidente Barack
Obama anunció que retira a la Mayor de las Antillas de lista de países
terroristas, en la que permanece desde 1982, pues todavía corresponde al
Legislativo de los Estados Unidos de América pronunciarse al respecto.
Trascendido
de prensa dan fe de que la comunidad internacional, especialmente
Latinoamérica y el Caribe, aplauden la más reciente decisión de
Washington ante La Habana porque no solo dejaría sin efecto una injuria
al pueblo cubano sino que además mejoraría posiblemente el
servicio bancario para los trámites diplomáticos de Cuba en su vecino
norteño; de alguna manera facilitaría que determinados actores hagan
negocios con la Isla; y allanaría el escenario de las relaciones a ambos
lados del Sur del Río Bravo.
arse en contra dentro de los 45 días
siguientes. He aquí, sin dudas, aristas positivas generales que
estimulan aún más el acercamiento de las autoridades
político-administrativas, empresariados y pueblos cubano y
norteamericano. Pero quedarían cuentas pendientes para una normalización
de los vínculos de marras. Apenas me referiré a tres de ellas —según mi
ángulo de mira.
Por
un elemental sentido de moralidad, con todo el derecho del mundo
cubanas y cubanos podemos preguntarnos hasta cuándo en EEUU se pasearán
por las calles individuos confesos de actos terroristas como el asesino
Posada Carriles; hasta cuándo tendremos que esperar porque la Casa
Blanca se disponga a resarcir en alguna medida a los familiares de los 3
478 muertos, incluyendo Diplomáticos y Deportistas, así como a los 2
099 discapacitados de por vida y tanto otros que fueron heridos a causa
de actos vandálicos contra nuestro pueblo.
El
propio sentido de moralidad me conduce a exigir el cese de la ilegal
ocupación yanqui de la Base Naval de Guantánamo desde 1903, tanto más al
tener en cuenta algunas de las agresiones desde ella a,
saber: lanzamientos en territorio libre de materiales inflamables desde
aviones procedentes de la Base; provocaciones de soldados
norteamericanos, incluyendo insultos, lanzamientos de piedras, de latas
con material inflamable y disparos con pistolas y armas automáticas; y
tortura bárbara por soldados gringos a cubanos como Manuel Prieto Gómez,
quien cometió el “delito” de ser un revolucionario que laboraba en ese
territorio.
mente que por obra y gracia de la ilegal
ocupación de marras, el 24 de Junio de 1962 fue asesinado por los
soldados de la Base el pescador de Caimanera Rodolfo Rosell Salas; el 19
de Julio de 1964, en provocación de centinelas fronterizos
norteamericanos contra las postas cubanas de Guardafronteras, fue
asesinado a mansalva el joven soldado de 17 años Ramón López Peña, en la
casamata donde cumplía con su turno de guardia; y en circunstancias
similares, el 21 de Mayo de 1966, disparos provenientes de la Base
dieron muerte al soldado Luis Ramírez López.
Si a lo anterior sumo que en
1969 la Convención Internacional sobre Derecho de tratados, celebrada
en Viena, Austria, declaró en su artículo 52 como “nulo todo tratado
cuyo consentimiento se alcance con la amenaza o uso de la fuerza” —¿qué
si no resultó de la intervención del Águila Imperial en el Caimán Verde a
partir de 1898?; si a ello agrego que es incontable el daño material
causado precisamente por tal ocupación, entonces es evidente la
legitimidad de la exigencia del Gobierno y pueblo cubanos en el sentido
de la inmediata salida yanqui de aquella porción de nuestro predio
oriental.
Por
último —no menos importante; y sin abusar de su tiempo—, subrayo que
también debe cesar ya la gigantesca y atroz Guerra Económica
protagonizada por el “Norte revuelto y brutal” contra infantes,
adolescentes, jóvenes y personas adultas, todo un episodio sin parangón
en la Historia escrita. Apenas recuerdo que el Bloqueo afectó, ¡hasta al Ébola!; al tiempo que resalto que EEUU mantiene sanciones a empresas y ciudadanos mexicanos por vínculos con Cuba, de acuerdo con una información del diario azteca Excelsior trascendida el 13 de Abril pasado o sea hace menos de cinco días.
Por
tanto, escapa a la menor intención de exagerar el hecho de dibujar las
relaciones Cuba-EEUU de este minuto como positiva, más después que el
Presidente Barack Obama anunció que retira a la Mayor de las Antillas de
lista de países terroristas, pero con una precisión: se trata de algo
que debe ser sintetizado en que, por ahora, es poquito más que un pelo
del Lobo feroz.
Por Noel Manzanares Blanco
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