Con porcentajes similares, pero políticamente en las antípodas, dos partidos pueden considerarse ganadores en sendos países de cultura y tradición secular, aunque la primera de ellas, Grecia, hoy arruinada por el FMI, intentará sortear la hecatombe votando mayoritariamente a la coalición de izquierda Syriza.
Mientras, la segunda, Francia, se ha decantado por la derecha pura y dura: el Frente Nacional consigue el 25% de los votos ciudadanos, mostrando el fracaso de un gobierno que se autotitula “socialista” y se ha pasado su primer año de legislatura haciendo política de extrema derecha.
Valls, Hollande, y sus medios de comunicación han animado a los neonazis de Ucrania y Venezuela, a los terroristas que atentan en Siria y otras lindezas parecidas.
La victoria de Marine Le Pen, avalada por un 25% de los sufragios, es suficientemente dura como para que Hollande y Valls hagan las maletas hoy mismo.
MARINE
LE PEN, DEL FRENTE NACIONAL, ESTÁ A LA IZQUIERDA DE RAJOY, DE BLESA, DE
ESPERANZA AGUIRRE, DE MONTORO, DE LA AUDIENCIA NACIONAL Y DEL BORBÓN
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