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lunes, 26 de mayo de 2014

EL NUEVO PRESIDENTE UCRANIANO, PETRO POROSHENKO, AFIRMA QUE “DEBE CONTAR CON RUSIA” PARA ACABAR CON LA GUERRA CIVIL


El multimillonario Petro Poroshenko, elegido este domingo presidente de Ucrania en unos comicios absolutamente ilegítimos (pero santificados por la UE y EEUU), además de ser proclamado mandatario de un país dividido, es el Rey del Chocolate y dueño del Canal 5 de la TV en Kiev, desde donde animó a las masas antirrusas a desplegarse junto a los neonazis para acabar con el gobierno del legítimo presidente Yanukovich.

POROSHENKO, COMO EX MINISTRO DE YANUKOVICH, SABE QUE TIENE UN DIFÍCIL CAMINO POR DELANTE
POROSHENKO, COMO EX MINISTRO DE YANUKOVICH, SABE QUE TIENE UN DIFÍCIL CAMINO POR DELANTE

Lo más notable del caso es que Petro había ejercido como ministro de Economía en el gobierno del defenestrado ex presidente, amén de director del Banco Nacional o Ministro de Exteriores en el gabinete de Víktor Yushenko.

Las protestas se tornaron violentìsimas. El saldo fueron decenas de muertos, cientos de heridos, hasta coronar en un golpe de estado cruento, avalado hipócritamente por la práctica totalidad de los países europeos y EEUU, aunque contestado y condenado por China, Bielorrusia, Cuba, Venezuela, Ecuador o Nicaragua, que daban lecciones a sus homólogos del viejo continente, en lo que se refiere a respeto a la legalidad y a la no injerencia en asuntos internos de otra nación.

Poroshenko, como la mayor parte de los empresarios boyantes, es pragmático en sus decisiones. Sus más cercanos colaboradores saben que los negocios no irán viento en popa, si no cuenta con la comprensión del Kremlin.

Sus objetivos no se lograrán si no controla o acaba con las bandas paramilitares, formadas por nazis y fascistas, enrolados en un ejército que causaría risa de no ser porque la muerte ya ha golpeado a decenas de sus soldados.

Otra de sus metas inmediatas es la normalización de las relaciones políticas con su vecina Rusia y establecer un diálogo estable y sincero con la ex república de Crimea (hoy anexionada a Rusia), así como abrir cauces y vías de entendimiento con las autoridades de las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, que ya se autodefinen conjuntamente como Nuevarrusia.

En su campaña electoral, Poroshenko “recuperar” la península de Crimea, que aprobó su anexión a Rusia mediante un referéndum, declarado ilegal por la comunidad internacional.

Sin embargo, el nuevo presidente sabe que ese tema no tiene vuelta de hoja, lo quiera o no Obama, la UE o lo proclame la misma ONU.

Crimea votó anexionarse a Rusia por un 95% de sufragios afirmativos. Y esa decisión es sagrada para los habitantes de la península y para el Kremlin.

Con su experiencia gubernamental y su conocimiento del mundo de los negocios, muchos lo creen capacitado para reactivar una economía endeble y unir a un país fracturado. Quizás a duras penas logre lo primero,   pero no lo segundo.

OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA 

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