Empleados del gobierno encaran periodos de licencia sin goce de suelo o demora de pagos; ciudadanos se quedan sin servicios federales desde préstamos hipotecarios hasta asistencia para niños y mujeres embarazadas.
Martes 01/10/2013 11:26
Nueva York. La paralización parcial de las operaciones del
gobierno federal que comenzó hoy martes dejó en la incertidumbre a
muchos trabajadores del sistema, que encaran posibles períodos de
licencia sin goce de sueldo o demora en los pagos.
Darquez Smith, guardia forestal y futuro padre, dijo que vive al día con su sueldo mientras trabaja y estudia, y está preocupado por su situación si el cierre se prolonga. Ya tengo demasiada carga por ahora: la matrícula, mi hija, las cuentas, dijo Smith, de 23 años, que trabaja en el Parque Histórico Nacional de Aviación en Dayton, Ohio.
A medianoche venció un plazo para evitar el cierre en medio de las rencillas en el Congreso, dejando a los ciudadanos sin numerosos servicios del gobierno desde préstamos hipotecarios con respaldo federal hasta asistencia alimenticia suplementaria para niños y embarazadas.
Desde la Estatua de la Libertad en Nueva York hasta el parque Nacional Denali en Alaska, el gobierno estadunidense cerró sus puertas, dejó inactivos a cientos de miles de trabajadores federales y paralizó la mayoría de los servicios no esenciales por primera vez en casi dos décadas.
El impacto del cierre fue inmediato para algunos y molesto pero mínimo para otros.
En Colorado, donde una inundación dejó ocho muertos este mes, los fondos de emergencia para reconstruir viviendas y comercios siguieron circulando, aunque las licencias a empleados públicos presumiblemente los demorarán.
Los soldados de la Guardia Nacional que reconstruyen caminos averiados al parecer serán pagados a tiempo junto con el resto del personal nacional en servicio activo gracias a un proyecto de ley aprobado horas antes del cierre. Tampoco se verán afectados los pagos del Seguro Social y seguro Medicare, servicios para veteranos y servicio postal.
Otras agencias se vieron más afectadas. Casi 3 mil inspectores de seguridad de la Administración Federal de Aviación fueron licenciados sin goce de sueldo al igual que los empleados de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, incluso los investigadores de accidentes.
Casi toda la NASA cerró, al igual que los parques nacionales.
Los empleados públicos no verán afectada su paga inmediatamente.
Pero Marc Cevasco, que trabaja en el Departamento de Asuntos de Veteranos, manifestó su inquietud. Aun si el cierre es por una semana, representa una cuarta parte del salario mensual. Esto significa mucho para mucha gente, afirmó.
Los visitantes de los parques populares expresaron su frustración.
Emily Enfinger, que visitaba la Estatua de la Libertad, dijo que los políticos debían hallar el modo de trabajar juntos. Deberían estar dispuestos a concertar un compromiso, ambas partes, y me decepciona que parezcan no poder hacerlo, afirmó. En lo que a mí respecta, no están cumpliendo con su trabajo.
Joe Wentz, un empleado federal de Lebanon, Virginia, que visitaba San Francisco con su esposa, compró entradas para visitar Alcatraz el jueves, si es que está abierto.
Wentz dijo estar disgustado de que algunos políticos aprovechen la cuestión del presupuesto para tratar de imponer cambios en el plan de seguro médico del presidente Barack Obama. Nos disgusta desde hace tiempo que no trabajen juntos, se lamentó.
Marlena Knight, una turista australiana que visitaba el Parque Nacional de la Independencia en Filadelfia, se mostró desconcertada por el conflicto desatado por el seguro médico, que es un servicio indispensable en su país. No puedo imaginarme que no haya un sistema nacional de salud, afirmó. No puedo creer que este país pueda paralizarse por algo así como un sistema nacional de salud.
Una institución enorme como el gobierno federal estadunidense no se paraliza totalmente en poco tiempo. Pero sin saber cuánto durará el estancamiento, aun los programas que no se vean afectados inmediatamente pueden quedarse sin fondos.
Barbara Haxton, directora ejecutiva de la Ohio Head Start Association, dijo que su programa de aprendizaje preescolar se vería en dificultades si el cierre durase más de dos semanas. Los cortes automáticos en marzo significaron que 3.000 niños perdieron acceso a los servicios.
Este no es un servicio prescindible. Estos son los niños más pobres entre los pobres, afirmó. Y nuestros legisladores siguen cobrando sus cheques. Su salario no se detiene ni tampoco su seguro médico.
Darquez Smith, guardia forestal y futuro padre, dijo que vive al día con su sueldo mientras trabaja y estudia, y está preocupado por su situación si el cierre se prolonga. Ya tengo demasiada carga por ahora: la matrícula, mi hija, las cuentas, dijo Smith, de 23 años, que trabaja en el Parque Histórico Nacional de Aviación en Dayton, Ohio.
A medianoche venció un plazo para evitar el cierre en medio de las rencillas en el Congreso, dejando a los ciudadanos sin numerosos servicios del gobierno desde préstamos hipotecarios con respaldo federal hasta asistencia alimenticia suplementaria para niños y embarazadas.
Desde la Estatua de la Libertad en Nueva York hasta el parque Nacional Denali en Alaska, el gobierno estadunidense cerró sus puertas, dejó inactivos a cientos de miles de trabajadores federales y paralizó la mayoría de los servicios no esenciales por primera vez en casi dos décadas.
El impacto del cierre fue inmediato para algunos y molesto pero mínimo para otros.
En Colorado, donde una inundación dejó ocho muertos este mes, los fondos de emergencia para reconstruir viviendas y comercios siguieron circulando, aunque las licencias a empleados públicos presumiblemente los demorarán.
Los soldados de la Guardia Nacional que reconstruyen caminos averiados al parecer serán pagados a tiempo junto con el resto del personal nacional en servicio activo gracias a un proyecto de ley aprobado horas antes del cierre. Tampoco se verán afectados los pagos del Seguro Social y seguro Medicare, servicios para veteranos y servicio postal.
Otras agencias se vieron más afectadas. Casi 3 mil inspectores de seguridad de la Administración Federal de Aviación fueron licenciados sin goce de sueldo al igual que los empleados de la Junta Nacional de Seguridad en el Transporte, incluso los investigadores de accidentes.
Casi toda la NASA cerró, al igual que los parques nacionales.
Los empleados públicos no verán afectada su paga inmediatamente.
Pero Marc Cevasco, que trabaja en el Departamento de Asuntos de Veteranos, manifestó su inquietud. Aun si el cierre es por una semana, representa una cuarta parte del salario mensual. Esto significa mucho para mucha gente, afirmó.
Los visitantes de los parques populares expresaron su frustración.
Emily Enfinger, que visitaba la Estatua de la Libertad, dijo que los políticos debían hallar el modo de trabajar juntos. Deberían estar dispuestos a concertar un compromiso, ambas partes, y me decepciona que parezcan no poder hacerlo, afirmó. En lo que a mí respecta, no están cumpliendo con su trabajo.
Joe Wentz, un empleado federal de Lebanon, Virginia, que visitaba San Francisco con su esposa, compró entradas para visitar Alcatraz el jueves, si es que está abierto.
Wentz dijo estar disgustado de que algunos políticos aprovechen la cuestión del presupuesto para tratar de imponer cambios en el plan de seguro médico del presidente Barack Obama. Nos disgusta desde hace tiempo que no trabajen juntos, se lamentó.
Marlena Knight, una turista australiana que visitaba el Parque Nacional de la Independencia en Filadelfia, se mostró desconcertada por el conflicto desatado por el seguro médico, que es un servicio indispensable en su país. No puedo imaginarme que no haya un sistema nacional de salud, afirmó. No puedo creer que este país pueda paralizarse por algo así como un sistema nacional de salud.
Una institución enorme como el gobierno federal estadunidense no se paraliza totalmente en poco tiempo. Pero sin saber cuánto durará el estancamiento, aun los programas que no se vean afectados inmediatamente pueden quedarse sin fondos.
Barbara Haxton, directora ejecutiva de la Ohio Head Start Association, dijo que su programa de aprendizaje preescolar se vería en dificultades si el cierre durase más de dos semanas. Los cortes automáticos en marzo significaron que 3.000 niños perdieron acceso a los servicios.
Este no es un servicio prescindible. Estos son los niños más pobres entre los pobres, afirmó. Y nuestros legisladores siguen cobrando sus cheques. Su salario no se detiene ni tampoco su seguro médico.
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