Toussaint Louventure
A pesar de que distintos analistas
auguraban que después de los intensos enfrentamientos del fin de semana
pasado pasaría la tormenta y todo volvería a la normalidad volvieron a
errar en su análisis. Tras un breve período de calma el vendaval turco
ha vuelto con más fiereza que nunca. La revuelta que dio comienzo en
Estambul se ha extendido a otras ciudades de la geografía turca como
Ankara (la capital) e Izmir. El bastión de los manifestantes se
encuentra en el distrito de Besikitas, zona próxima al despacho del
primer ministro islamista Erdogan. Entre unos 3.000 y 5.000
manifestantes han cercado la oficina de Erdogancon barricadas, han
dispersado a la policía lanzando piedras y objetos contundentes y han
intentado asaltar la oficina del primer ministro utilizando como medio
una excavadora móvil sustraída de una obra. Los disturbios se han
seguido sucediendo a su vez por los barrios populares de Gazi, Kocaeli,
Tunali Hilmi, Kizilay, Güven y Sarigazi, y se han saldado con cuatro
heridos y una sede del partido islamista gobernante (AKP) quemada, a su
vez las fuerzas de seguridad han respondido lanzando gases lacrimógenos y
fuego real. Han sido detenidas en los últimos días 1.700 personas en 67
ciudades y según fuentes no gubernamentales se han producido alrededor
de 1.500 heridos. Médicos y enfermeros voluntarios han creado
improvisados “hospitales de campaña” en las zonas de protesta para
atender a los heridos, según declaraciones de un diputado de la
oposición “Hay muchos heridos graves y no todos pueden ser atendidos.,
los jóvenes escriben en sus brazos su grupo sanguíneo como precaución”.
Por su parte Edrogán ha abandonado su anterior tono arrogante y ha hecho
continuos llamamientos a la “tranquilidad”, a su vez se ha comprometido
a echar atrás el plan urbanístico que dio comienzo a la oleada de
disturbios.
Por su parte los principales sindicatos
del país, Türk-Is, Hak-Is y DISK, se han unido y han decidió convocar
una Huelga General de 72 horas que dará su comienzo mañana Martes 4 de
Junio. Aunque formalmente han justificado su convocatoria de huelga con
la solidaridad con la lucha de los trabajadores de TEKEL (una de las
mayores empresas públicas de Turquía y que se encuentra en proceso de
privatización), está claro que el inicio de las protestas y su
repercusión han influido claramente en la decisión de convocatoria. El
próximo Martes la clase obrera turca librará una decisiva batalla en su
lucha por revertir su hasta ahora correlación de fuerzas desfavorable.
El Partido Comunista de Turquía (al
igual que otros partidos de izquierda, sindicatos y movimientos
sociales), sigue siendo objeto de una incesante persecución y acoso.
Ayer fueron asaltadas las sedes del TKP en Estambul y Ankara disparando
pelotas de goma en el interior de la sede, así como también fue asaltada
la sede del periódico “El Sol” órgano oficial del TKP. Esta mañana
diversos dirigentes comunistas fueron atacados mientras acudían en coche
a una protesta en Ankara, la policía atacó con pelotas de goma el
vehículo resultando tres pasajeros heridos. Por su parte el TKP ha
condenado estos ataques y sostiene que seguirá a la cabeza de las
protestas junto a las masas populares hasta que el gobierno dimita y se
echen abajo el conjunto de medidas reaccionarias.
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