
Hambre en Africa
Vicent Boix
Investigador asociado de la Cátedra “Tierra Ciudadana - Fondation Charles Léopold Mayer”, de la Universitat Politècnica de València. Autor del libro El parque de las hamacas. Artículo de la serie “Crisis Agroalimentaria”.
Investigador asociado de la Cátedra “Tierra Ciudadana - Fondation Charles Léopold Mayer”, de la Universitat Politècnica de València. Autor del libro El parque de las hamacas. Artículo de la serie “Crisis Agroalimentaria”.
En 2011 se desató una terrible hambruna
en el Cuerno de África que amenazó las vidas y los medios de
subsistencia de más de 12 millones de personas, principalmente en
Somalia, Yibuti, Etiopía y Kenia, aunque la situación se extendió a
Sudán y a ciertas regiones de Uganda. Se han relatado situaciones
caóticas y las muertes por inanición se calculan entre 50.000 y 100.000,
según Oxfam y Save the Children.1 La situación estaba mejorando
ligeramente en la región, gracias la acción humanitaria y a las lluvias
que tuvieron lugar a finales de 2011,2 pero a pesar de todo, 8 millones
de personas siguen recibiendo atención humanitaria y la FAO ha lanzado
una alerta porque el pronóstico para la próxima temporada de lluvias
parece indicar que lloverá menos de lo previsto.3
La crisis está lejos de solucionarse y
en los últimos meses se ha extendido a ocho países del Sahel, donde se
calcula que hay aproximadamente quince millones de personas en riesgo
grave de inseguridad alimentaria. Los estados más afectados son Níger
(5,4 millones, 35% de la población), Chad (3,6 millones, 28% de la
población), Malí (3 millones, 20% de la población), Burkina Faso (1,7
millones, 10% de la población), Senegal (0,85 millones, 6% de la
población), Gambia (0,71 millones, 37% de la población) y Mauritania
(0,7 millones, 22% de la población), aunque la zozobra también se ha
propagado a Camerún y Nigeria.4
El incremento de los precios de los alimentos
Para diversos organismos la causa de las
tragedias en el Cuerno de África y en el Sahel ha tenido su origen en
el aumento de los precios de los alimentos, en la sequía existente en la
región y en las malas cosechas. La realidad es que junto a los motivos
coyunturales como la sequía o la reducción de las siembras, habría que
añadir otros “históricos” como la desestructuración de las comunidades y
de sus tradiciones agrícolas, una deficiente política agraria, fomento
de la agroexportación en detrimento de la soberanía alimentaria y la
agricultura campesina para consumo propio y venta en mercados
nacionales, etc.
Todo ello ha ocasionado que muchos
países africanos dependan de las importaciones de comida, y con ello, de
unos precios internacionales de los alimentos que se han duplicado en
menos de una década. Inicialmente este aumento se quiso vincular,
perversamente, con la oferta y la demanda de alimentos y materias primas
agrícolas (sobre todo cereales). Pero con el paso del tiempo se ha
reconocido que este incremento guarda más relación con la inversión
financiera en los mercados alimentarios de futuros, como se puede ver en
la gráfica.
- Elaboración propia con datos de GRAIN, FAO e Instituto Internacional de Finanzas.
De esta forma el Parlamento Europeo
reconocía en enero de 2011 que “…estos acontecimientos están sólo en
parte provocados por principios básicos del mercado como la oferta y la
demanda y que en buena medida son consecuencia de la especulación (…)
los movimientos especulativos son responsables de casi el 50 % de los
recientes aumentos de precios…”.5 En la misma dirección, Olivier de
Schutter, relator de Naciones Unidas para el derecho a la alimentación,
manifestaba en septiembre que “El apoyo a los biocombustibles, así como
otros aspectos relacionados con la oferta [como las malas cosechas o la
suspensión de exportaciones] son factores de una importancia
relativamente secundaria, pero en el tenso y desesperado estado de las
finanzas mundiales desencadenan una gigantesca burbuja especulativa”.6
Durante décadas se promovió una
agricultura exportadora de alimentos y materias primas creando a su vez
dependencia hacia las importaciones, lo que ha originado dinámicas
desastrosas como la anunciada por la FAO a inicios de 2011, que supuso
la antesala a la actual crisis alimentaria que vive África: “…los países
de bajos ingresos y déficit de alimentos han sido golpeados con dureza
por las subidas de los precios en los últimos años. Debido a esta alza,
muchos de estos países han tenido que pagar facturas más elevadas por la
importación de alimentos. Casi todos los países africanos son
importadores netos de cereales. Las personas más afectadas por el alza
de precios son los compradores netos de alimentos, como los residentes
urbanos y los pequeños campesinos, pescadores, pastores y trabajadores
agrícolas que no producen alimentos suficientes para cubrir sus
necesidades. Los más pobres de entre ellos destinan más del 70-75 por
ciento de sus ingresos en la compra de alimentos.”.7
Las estrategias de superación
En un reciente informe del Banco
Mundial, se mencionan las denominadas “estrategias de superación” para
combatir el hambre. Estas mal llamadas “estrategias” no son más que
sacrificios que, de manera obligatoria ante una situación de crisis
alimentaria, deben realizar las personas para saciar mínimamente sus
necesidades nutricionales. Para dar más luz sobre este controvertido
tema, el propio organismo indica que “Los mecanismos de superación no
son universales, pero normalmente involucran respuestas comunes entre
las familias y los países. En primera instancia, la respuesta implica
alguna forma de ajuste en el consumo (comer alimentos más baratos y
reducir el tamaño y la frecuencia de las comidas) y conductas de
normalización del consumo (pedir dinero prestado, comprar alimentos a
crédito, vender activos y buscar más empleo)…”.
En principio se podría creer que el
Banco Mundial únicamente informa sobre algunas actuaciones desesperadas
que aplica la gente en momentos de emergencia. Pero realmente esta
corporación llega a justificarlas y las ve como una herramienta más para
paliar el hambre, aseverando que “Las estrategias de superación pueden
atenuar algunos de estos riesgos, con opciones que generen impactos muy
positivos en el bienestar…”.
El organismo multilateral acepta estas
conductas, aunque no tiene más remedio que confesar la realidad y
reconocer que, el menor consumo de alimentos y la incapacidad de costear
una dieta equilibrada conducen a una ingesta menor de micronutrientes.
Asimismo confiesa que los niños, las embarazadas y los enfermos crónicos
requieren una alimentación más nutritiva y variada, y por tanto
disponen de menos mecanismos de superación. Sin embargo el Banco
Mundial, milagrosamente complementa sus “estrategias de superación” con
la caridad de los estados nacionales: “…las intervenciones públicas
deben considerar las conductas de superación, complementar sus efectos
positivos y mitigar sus deficiencias. Por ejemplo, los programas de
alimentación escolar pueden reducir el incentivo de los padres de sacar a
sus hijos de la escuela para que trabajen, al igual que las
transferencias en efectivo condicionadas. Gracias a estas remesas puede
no ser necesario saltarse comidas y con programas nutricionales bien
focalizados, se logra reducir la insuficiencia de micronutrientes debido
a la falta de comidas.”.8
En definitiva, algunas de las posibles
soluciones propuestas por el Banco Mundial ante las actuales crisis
alimentarias, pasan por una reducción en la ingesta de comida, el
préstamo de dinero para comprarla y la caridad a través de la ayuda
alimentaria como complemento a las “estrategias de superación”. Pocas
cosas pueden añadirse a semejante declaración de principios. Los
especuladores que sigan incrementando sus réditos en los mercados de
futuros, los acaparadores que perpetúen la colonización de los países
empobrecidos y las multinacionales del agronegocio que mantengan el
control sobre la cadena alimentaria. Que sigan siendo las personas y las
naciones las que se sacrifiquen siempre. Los otros que mantengan sus
lucrativos negocios.
1 SAVE THE CHILDREN y OXFAN: “Un retraso peligroso”, 18 de enero de 2012.
2 FAO: “Termina el hambre en Somalia pero la situación sigue siendo muy grave”, Nairobi, 3 de febrero de 2012.
3 FAO: “Llamamiento urgente de la FAO para el cuerno de África”, Roma, 23 de marzo de 2012.
4 FAO: “Urge ayudar a los agricultores y criadores de ganado afectados por la sequía en el Sahel”, Roma, 9 de marzo de 2012.
6 KNAUP, H., SCHIESSL y M., SEITH Y.A.: “El hambre cotiza en bolsa”, en El País, Madrid, España, 4 de septiembre de 2011.
7 FAO: “Guía para los países afectados por el alza de los precios alimentarios”, Roma, 15 de enero de 2011.
8 BANCO MUNDIAL: “Tendencia en los precios mundiales”, febrero 2012, en: http://www.bancomundial.org/temas/p...
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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