28 de abril de 2015
Por Luis Britto García, Resumen Latinoamericano.
El capitalismo
invierte en negocios, el socialismo en la gente. La inversión social
con respecto al PIB era de 11,3% en 1998, y casi se duplica elevándose
al 19,2% en 2013. Dicha inversión social con respecto al
Ingreso Nacional era del 37,2% en 1988, y para 2013 asciende al
60,7%. El gobierno ataca la pobreza coyuntural y estructural mediante
el Sistema Nacional de Misiones y Grandes Misiones, establecido en
agosto de 2013 para satisfacer necesidades de empleo, salud, educación,
vivienda y mejoramiento del hábitat con el apoyo de organizaciones del
Poder Popular.
Para 1998 el 21% de la población padecía de subnutrición. Entre 1999 y 2001,
cuatro millones de personas sufrían de hambre en el país. Para 2014 la
subnutrición disminuye 19 puntos, y sólo aqueja al 3,37% de la
población, superando ampliamente la Meta del Milenio de 5%. El 95,4% de
los Venezolanos comen 3 y más veces al día. Más de 4 millones de niños y
niñas consumen dos comidas y una merienda en las escuelas Bolivarianas.
900
mil personas reciben al menos una comida diaria en 6.000 casas de
alimentación. Según la Encuesta Nacional de Consumo de Alimentos, los venezolanos
están consumiendo en promedio 2.285 Kcal diarias. En 2014 se ajustó el
Ticket de alimentación a la Unidad Tributaria máxima, es decir de 0,50
U.T a 0,75 U.T, por día laboral. De acuerdo con la Organización de las
Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), en
Venezuela 4.717.372 personas han dejado de padecer hambre. Estos
resultados han sido autenticados por la FAO, y sin embargo un diario de
circulación nacional miente el 23 de abril de 2015 en primera plana que
“80 de cada cien venezolanos no pueden comer completo”. Por el
contrario, la mejora alimenticia determina que un 37% de los
venezolanos presenten sobrepeso.
En la Venezuela
actual la tasa de alfabetización es de 98,8% para ciudadanos entre 15 y
24 años, lo cual significa la erradicación del analfabetismo,
reconocida por la UNESCO. Durante los años escolares 1990-91 a 1999-00
la tasa neta de escolaridad se ubicó en alrededor del 87%. Sólo 70 de
cien niños culminaban la educación primaria. Pero la matrícula en
primaria para el período escolar 2011-12 se eleva
significativamente hasta 92,20%. Para el período escolar 2005-06 al
2010-12 , 85% de los alumnos culminaron la educación primaria en el
tiempo reglamentario. Al considerar los que culminan este nivel
educativo en siete u ocho años, esta proporción se incrementa hasta
llegar a 97 de cada 100 niños y niñas.
Entre 1998 y 2014, la política educativa presentó los siguientes resultados:
Aumento de la
Matrícula de Educación Inicial de 43% (737.967 personas) al 77%
(1.605.391 personas). Aumento de la Matrícula de Educación Primaria de
86% (3.261.343) a 93% (3.473.886). Aumento de la Matrícula de Educación
Media de 48% (400.794) a 76% (1.620.583). La Educación Universitaria se
incrementó de 862.862 estudiantes el año 2000, a 2.629.312 en 2013.
Casi uno de cada diez venezolanos cursa educación superior. En líneas
generales, estas cifras indican que uno de cada tres venezolanos
está estudiando.
La
asistencia escolar de personas entre los 3 y 16 años, pasó de 84,4% en
1997/1998 a 91.3% para 2013/2014. Los años de escolaridad promedio de la
población de 25 años y más aumentaron de 7,35 años en 1998 a 9,57 en el
2014. En el mismo período, Venezuela creó 16 nuevas universidades de
acceso gratuito, entre ellas una de las Artes y otra de la Seguridad.
Mejoras educativas
mejoran los hábitos culturales. Según encuesta del Centro Nacional del
Libro en 2012, el 82% de los venezolanos lee cualquier tipo de
materiales; 50,2% de ellos libros, que ahora son abundantes
y accesibles, lo cual nos convierte en el tercer país lector de América
Latina. En Venezuela funcionan unos 29.000 planteles educativos en las
diversas ramas de la educación, en su mayoría públicos y gratuitos.
El gobierno ha repartido unos tres millones y medio de Canaimitas,
computadoras con los programas educativos incorporados, e instaló wifi gratuito
en todos los planteles públicos. Se levanta una generación cada vez
más informada e informatizada, mejor preparada para las pruebas del
sabotaje interno y la agresión imperial.