"Según la historia, a partir de la segunda mitad del siglo XIX existen en Colombia dos partidos políticos, el liberal y el conservador. No es falso, pero es insuficiente, el pais está dividido entre aquellos que lo poseen todo y aquellos que nada tienen". A los que ahora el terrorismo de estado nuevamente está bombardeando.
Estados
Unidos apoyó el viernes la decisión del Gobierno colombiano de retomar
los bombardeos contra las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC).
Apoyamos la decisión del presidente (Juan Manuel) Santos de mantener las negociaciones (de paz) pero también de levantar la suspensión de los bombardeos aéreos a las FARC", así lo declaró Marie Harf, mediante nota oficial
El texto condena, asimismo, el “brutal ataque en Cauca" contra tropas gubernamentales colombianas, por suponer "una directa violación del cese el fuego" acordado el pasado diciembre por ambas partes.
Aun así, el documento constata que Washington espera que el Gobierno Colombiano y las FARC alcancen un acuerdo “que traiga la paz para todos los colombianos”.
En la misma jornada, el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, exigió a las FARC “poner plazos” al proceso de paz, que dio comienzo en noviembre de 2012 en la capital cubana, La Habana.
Once uniformados colombianos murieron y 20 resultaron heridos durante los choques ocurridos la madrugada del pasado miércoles en el municipio de Buenos Aires, situado en el departamento de Cauca (suroeste).
Después del suceso, Santos ordenó ese mismo día la reanudación de bombardeos contra las FARC para “proteger a la población civil y a las tropas".
El mandatario colombiano había informado el pasado 9 de abril de su decisión de extender, por un mes más, la prohibición de bombardear campamentos de las FARC.
Desde noviembre de 2012, el Gobierno colombiano y las FARC mantienen diálogos con el fin de encontrar una salida para poner fin a las hostilidades que azotan al país suramericano desde hace más de medio siglo.
El conflicto armado en Colombia se ha saldado, según estimaciones, con al menos 220 mil muertos y más de 5,3 millones de desplazados.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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