Publicado en: 31 enero, 2015
El jefe del Gobierno, Mariano Rajoy, ha hecho hoy
una cerrada defensa de la moderación, la centralidad y la gestión
económica de su Ejecutivo frente a la “España negra” que dibujan
formaciones como Podemos y el radicalismo de este partido o el que
representa el presidente de la Generalitat, Artur Mas.
Rajoy ha presidido en Barcelona un acto del PP organizado para explicar la reforma fiscal del Ejecutivo, que ha supuesto su primer viaje a Cataluña desde que Mas anunció la convocatoria de elecciones anticipadas para el 27 de septiembre y que ha coincidido con la manifestación que ha organizado en Madrid el partido de Pablo Iglesias.
El presidente del Gobierno sí ha citado expresamente a Mas para afearle que, con el anticipo electoral (al igual que la presidenta andaluza, Susana Díaz), sólo va “a lo suyo”, aunque no ha mencionado expresamente ni a Iglesias ni a Podemos.
Pero su alusión a esta fuerza política ha sido clara cuando ha advertido de lo que pretenden algunos partidos.
Ha defendido asimismo el valor de la unidad, de los principios constitucionales y de la moderación frente al “radicalismo”, que ha reconocido que parece “estar de moda” en España aunque se ha mostrado convencido de que será “por poco tiempo”.
Y de “radicalidad” ha acusado directamente al presidente de la Generalitat por su independentismo y por actuar por interés partidista y personal.
Para él, “no está justificado” el adelanto electoral
ni en Cataluña ni en Andalucía, y Mas ha generado nueve meses de
inestabilidad con su anuncio de convocar elecciones en septiembre.
El presidente, quien antes de asistir al acto se ha reunido con un grupo de jóvenes empresarios, se ha referido a la reforma fiscal que ha puesto en marcha y que ha enmarcado en una política económica que pretende generar crecimiento y empleo tras la crisis “más dura” de las últimas décadas.
Tras explicar que la situación existente no permitió adoptar desde el principio las medidas tributarias que deseaba el PP, ha instado a este partido a hacer una labor de “pedagogía” para explicar a los españoles la reforma fiscal y para “acallar las voces de los que van a pedir el voto para subir los impuestos, que -ha asegurado- van a ser todos menos nosotros”.
Ha recordado una serie de datos económicos de los últimos días (entre ellos el crecimiento del PIB un 1,4 por ciento en 2014) para dejar patente la recuperación económica y ha reiterado que España crecerá más del 2 por ciento este año y. en dos ejercicios, creará un millón de empleos.
Para el presidente, España “ha extinguido el
incendio, pero aún son muchos los rescoldos que hay que apagar” y, en
dos años, el país “ha pasado de la unidad de cuidados intensivos, a
salir por su propio pie del hospital; de tambalearnos -ha precisado- a
caminar con paso firme”.
Sánchez Camacho ha reivindicado la agenda reformista de Rajoy frente al “histórico ridículo” y la “agenda de división” de Artur Mas y los “riesgos de los populismos bolivarianos e independentistas”.
Agencias
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