Publicado en: 16 febrero, 2015
La salud de la anciana había ido
empeorando a medida que se acercaba la fecha límite para el desalojo de
la casa en la que había vivido durante las últimas seis décadas.
Este lunes será el funeral, que tendrá lugar a partir de las 16.00 horas
en la parroquía San Juan Bautista, en la calle General Dávila-Colonia
del Mar.
Amparo Pérez, la mujer a la
que el Ayuntamiento de Santander ha expropiado su vivienda para
construir un nuevo vial en la S20, ha fallecido esta madrugada. La
anciana de 86 años había ingresado en la Unidad de Cuidados Intensivos
(UCI) del Hospital Universitario Marqués de Valdecilla el pasado día
5 de febrero, el mismo día en que concluía el plazo otorgado por una
resolución judicial para que desalojara su casa.
Tres días más tarde, la
empresa que ejecuta las obras -la UTE formada por Isolux-Corsán y
Copsesa- procedió al derribo de la vivienda para continuar con los
trabajos de construcción de la nueva conexión, ante la perplejidad de la
familia, que permanecía junto a Amparo en la Residencia Cantabria,
donde había sido trasladada y donde, además, también se encontraba la
mujer de su nieto, que acaba de dar a luz.
El colectivo de apoyo
#Amparonoestasola se había retirado de la finca, donde permanecía para
protestar de forma pacífica por la decisión del Ayuntamiento, pensando
que con la anciana ingresada en la UCI en parada cardiorrespitaria la
empresa y el Consistorio no se atreverían a derribar la vivienda. En apenas cinco minutos, una pala excavadora dejó reducida a escombros la casa de Amparo.
Un informe médico,
presentado por la familia a finales de enero, había alertado de los
riesgos que conllevaban su traslado. La salud de Amparo había ido
empeorando progresivamente a medida que se iba acercando la fecha límite
para el desalojo. Fruto del nerviosismo y la tensión, la anciana tuvo
que ser trasladada en varias ocasiones a su médico de cabecera, hasta
que el día 4 de febrero ingresó en Urgencias para permanecer en estado
de vigilancia.
El día antes, Amparo y su
nieta Mar Santamaría, acompañadas por el portavoz de la Plataforma de
Afectados por la Hipoteca, habían mantenido una reunión con el alcalde
de la ciudad, Íñigo de la Serna (PP). De este encuentro, el primero tras
meses de conflicto, Amparo y su familia salieron con la idea de que el
Ayuntamiento ralentizaría las obras hasta que se encontrara una solución
acordada. Una idea que se vino abajo tras escuchar las declaraciones del regidor municipal ante los medios de comunicación.
El Ayuntamiento de Santander
se mantuvo firme, y al igual que había manifestado desde comienzos del
conflicto, allá por el verano, alegó que cualquier otra posibilidad
sería prevaricación. La oferta del Consistorio, por una casa de 90
metros cuadrados y un terreno de 374 metros ubicados en la zona de
expansión de la ciudad, era de 79.000 euros, una cantidad insuficiente
para poder comprar otro inmueble, según argumentaba la familia.
Tras la aprobación del nuevo
Plan General de Santander, la calificación de los terrenos sobre los
que se hallaba la vivienda de Amparo habían pasado de urbanos a
rústicos, lo que influyó negativamente en el valor fijado por el Jurado
de Expropiación. A la hora de pagar el Impuesto de Bienes e Inmuebles,
su propiedad estaba tasada en 104.000 euros por la Agencia Tributaria
del Gobierno de Cantabria.
La otra opción planteada
desde el equipo de Gobierno fue un apartamento de titularidad municipal
de 40 metros cuadrados más el abono de 10.000 euros, situado en la zona
de Peñacastillo, al otro extremo de la ciudad. Una posibilidad desechada
desde el primer momento por Amparo, ya que eso supondría alejarse del
núcleo donde viven sus nietos.
Además, en la reunión
mantenida entre ambas partes, el alcalde puso a disposición de la
familia la Sociedad pública de Vivienda y Suelo para que ésta actuase a
modo de ‘agente inmobiliario’ y rastrease viviendas en venta en el
entorno de la vaguada de Las LLamas, la zona donde Amparo había vivido
durante las últimas seis décadas. Igualmente, el alcalde instó a Amparo a
inscribirse como demandante de una vivienda de alquiler social que
próximamente van a ser sorteadas por el Ayuntamiento, así como a
solicitar servicios sociales como la teleasistencia o la ayuda a
domicilio.
“La vida es terrible”
La vida de Amparo ha estado marcada por la supervivencia, tal y como ella misma relató a eldiario.es Cantabria.
Cuando tenía 12 años, huérfana de padre, comenzó a trabajar “a cambio
de alubias, leche y boronas”. También como sirvienta, “tirando de
cuévano”, haciendo la colada en el río y manteniendo el calor de los
otros.
La casa por la que peleaba
era su sueño y el de su marido, fallecido en 1996. Cuando se casaron
aprovecharon una tejavana en la casa familiar de Eladio -su esposo- para
cerrarla y comenzar una vida en común. “Una tía de Eladio nos ofreció
este terreno, que estaba a solo 20 metros de donde vivíamos y decidimos
construir” gracias a la ayuda de familiares y amigos.
Amparo levantó la casa a
pulso. Recuerda aún cómo le tocó “bajar” bultos de cemento en las
espaldas desde lo que hoy es la Avenida General Dávila, no olvida cómo
lo pasó batiendo cal. “La gente se queja, pero ahora la gente vive bien.
Lo pasábamos tan mal entonces… unos días comía y otros días… miraba”.
“Yo creo que tienen casas
cerca donde yo pueda vivir, con un poquito de tierra para mis flores, no
puede ser tan difícil…. pero no quieren… no quieren solucionarlo”,
manifestaba la mujer apesadumbrada sentada junto al radiador eléctrico
de su casa.
La vivienda de Amparo Pérez en la Vaguada de Las Llamas de Santander.
El vial
Más allá de la valoración de
la casa y la gestión del problema por parte de los ‘populares’, el
nuevo vial que conectará la autovía de El Sardiro S20 con la Avenida de
Los Castros también ha generado polémica. Durante este tiempo, el
alcalde de Santander ha defendido que es “absolutamente clave para la
ciudad” mientras que, por contra, sus detractores lo consideran en estos
momentos innecesario dado que a escasos 800 metros ya existe una
carretera nueva que une ambos carriles.
También una de la empresas
que ejecuta la obra, Copsesa, ha estado en el punto de mira. José
Domingo San Emeterio es su propietario, y a su vez es dirigente del
Partido Popular en Cantabria y alcalde de Ramales de la Victoria.
Funeral
Los restos mortales de
Amparo Pérez serán trasladados este mismo domingo a la sala número 5 del
tanatorio de Nereo Hermanos en Santander, donde se instalará su capilla
ardiente. Este lunes será el funeral, que tendrá lugar a partir de las
16.00 horas en la parroquía San Juan Bautista, en la calle General
Dávila-Colonia del Mar.
El PSOE de Santander ha
transmitido su pésame por el fallecimiento de Amparo, un “testimonio de
lucha y dignidad de los que hacen humanidad”, según ha destacado su
secretario general, Pedro Casares, a través de un comunicado. En esta
línea, también se ha manifestado Podemos, quien ha alabado la “fuerza y
dignidad” de Amparo para luchar “hasta el último momento por defender”
su vivienda. Además, esta formación ha criticado la “insensibilidad”, a
su juicio, mostrada por los responsables de defender sus derechos al
derribar su casa el pasado lunes. Por su parte, el equipo de Gobierno
del PP ha querido hacer llegar su pésame a la familia de la fallecida
por la “pérdida que han sufrido”.
La casa de Amparo Pérez ha sido reducida a escombros. | JOAQUÍN GÓMEZ SASTRE
http://www.eldiario.es/norte/cantabria/cantabria/Fallece-Ampar
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