Este artículo presenta una visión crítica por parte de los medios de comunicación sobre la situación en Ucrania.
Edward S. Herman es uno de los analistas
que, como Noam Chomsky, más ha contribuido a desmontar el aparato
mediático e ideológico que ha sostenido las bases para que se
reprodujera la Guerra Fría en EEUU, la cual benefició, y continúa
beneficiando, al complejo industrial-militar estadounidense, que tenía y
continúa teniendo un gran poder e influencia sobre el Estado federal
estadounidense. Fue nada menos que un General, el General Eisenhower, el
que había alertado a la población de EEUU del excesivo poder de tal
complejo en la vida política de aquel país. Tras salir elegido como
Presidente de EEUU, el General Eisenhower en su discurso de despedida de
la Casa Blanca subrayó que tal poder era incompatible con el
mantenimiento de la democracia estadounidense. Noam Chomsky y Edward
Herman han documentado extensamente la veracidad de tal supuesto. El
último, Herman, siguiendo esta línea de exposición, acaba de escribir un
artículo, “Plane Shootdowns in the Propaganda System”, que cuestiona la
versión promovida por los que están reavivando ahora la Guerra Fría a
raíz del derribo de un avión comercial en Ucrania. Una vez más, los
mayores medios de información (que son principalmente medios de
persuasión) han estado manipulando la información sobre este trágico
suceso. Como en muchas ocasiones anteriores, tales como el derribo de un
avión de Korean Airilines el 31 de agosto de 1983 por parte de un misil
soviético, se demostró más tarde que la versión oficial promovida por
el gobierno federal de EEUU y los mayores medios de información,
incluyendo The New York Times, era errónea -y ello a pesar de que
sabían que tal versión no era cierta- en su intento de implicar a la
Unión Soviética en un acto de enorme crueldad, matando a los viajeros de
un avión comercial. Tuvieron que pasar cinco años para que The New York
Times admitiera que no había informado correctamente, sin haberse
tomado la molestia de investigar varios casos de aviones comerciales
derribados anteriormente, que mostraban la falta de credibilidad en las
noticias propagadas en los conflictos y tensiones en los que participa
el gobierno federal de EEUU. Herman analiza caso por caso: vuelo 007 de
Korean Airlines, 31 de agosto de 1983; vuelo 103 de Pan Am, diciembre de
1988, en Escocia; vuelo 655 de Iran Air, destruido, por cierto, por un
misil estadounidense, julio de 1988; vuelo 114 de Libyan Airlines,
febrero de 1971; y ahora, Malaysia Airlines, vuelo 17, julio de 2014.
La versión oficial de lo ocurrido
La versión oficial de este último caso,
proveída por el gobierno federal de EEUU y por la mayoría de los medios,
es que los rebeldes, llamados pro rusos, supuestamente títeres del
Presidente Putin, fueron los que, con toda maldad y crueldad, derribaron
el avión con un misil ruso, proveído por Putin, al cual se le presenta
como el nuevo Hitler (para ver la demonización de Putin por los medios,
ver mi artículo “Los mitos sobre Ucrania”, Público, 18.09.14). A la luz
de los hechos, Edward S. Herman cuestiona que ello fuera tan claro.
Hasta ahora, señala él, no se ha presentado ninguna evidencia de que
fueran los llamados pro rusos los que dispararan el misil. Y lo que sí
se conoce es que de títeres tienen poco. Son fuerzas autónomas, con una
gran capacidad de movilización, pues la mayoría de la población los
apoya, y, como es fácil de ver, tampoco son apéndices de Putin, pues en
las imágenes televisivas se ve que muchas de sus banderas tienen la hoz y
el martillo, símbolos del comunismo, que el Sr. Putin y su gobierno no
han hecho suyos desde hace tiempo. En realidad, el gobierno Putin tiene
unas relaciones tensas y difíciles con el Partido Comunista Ruso, que es
el mayor partido de la oposición hoy en Rusia. Ahora bien, estas
fuerzas son populares, no solo en el Este de Ucrania, sino también en
Rusia.
Pero el punto de discusión no es si
Putin es un santo o un diablo, o si las tropas rebeldes que se oponen al
gobierno de Kiev son o no títeres de Putin. Los datos muestran que
Putin, siendo un oligarca con escasas sensibilidades democráticas, no
es, sin embargo, el demonio irracional como se le presenta. Y los mismos
datos muestran que los rebeldes tienen su propia autonomía y no van al
mismo paso que Putin. Y, como bien señala Herman, hoy, el único gobierno
que ha proveído toda la información al Consejo de Seguridad de las
Naciones Unidas, ha sido, precisamente, el gobierno ruso. La evidencia
es que dicho vuelo se desvió de su recorrido normal, y que iba seguido
peligrosamente de cerca (a unos 3 ó 5 kilómetros) por un avión militar
del ejército ucraniano. Es clave que se explique qué hacía ese avión
allí, de dónde vino el misil, y quién lo disparó. Estas son preguntas
que no se han contestado. El gobierno ruso ha pedido una investigación
internacional que ni el gobierno de Kiev ni el de EEUU han aceptado.
¿Por qué no?
Los silenciados datos y el sesgo de los medios
En una entrevista de Edward Herman por
parte de Dan Falcone, publicada en Truthout, 10.10.14, “Mainstream News
Coverage of Ukraine Malaysia Airlines Flight 17 Shows Western Propaganda
Machine at Work”, Herman expande en la manipulación que existe en los
reportajes de los mayores medios de información occidental en su
cobertura de la situación en Ucrania. Señala la ocultación de la gran
influencia que personalidades neonazis tienen en el gobierno ucraniano y
en las tropas que combaten en las regiones pro rusas del mismo país.
Muestra como, por el contrario, a los rebeldes se les llama separatistas
y pro-Putin, sin aclarar que son predominantemente federalistas y no
actúan como meros instrumentos del gobierno ruso. Tales medios también
ignoran o tocan de pasada y de puntillas el rol del gobierno
estadounidense en el golpe de febrero de 2014, y el papel de apoyo a tal
golpe por parte del Fondo Monetario Internacional FMI y la Comisión
Europea. También denuncia Herman el silencio del bombardeo discriminado
del ejército ucraniano a las poblaciones civiles en las regiones
controladas por los federalistas de cultura rusa. Es una entrevista –la
que se le hace a Herman- que debería leerse en su totalidad. Se la
aconsejo.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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