La
Agencia Estadounidense para el Desarrollo Internacional (Usaid, por sus
siglas en inglés) anuncia este martes el cierre definitivo de sus
actividades en Ecuador, al no conseguir renovar sus acuerdos con el
Gobierno del presidente Rafael Correa.
La presencia de Usaid en Ecuador estaba en vilo desde 2012, cuando Correa acusó a la Agencia de financiar organizaciones de la oposición y amenazó con expulsarla del país andino. En noviembre, Quito, de hecho, suspendió la cooperación con esta entidad norteamericana hasta la firma de un nuevo convenio.
Usaid, en un comunicado, indica que, “tras 53 años de amistad y cooperación”, cierra su oficina en Ecuador, donde en diferentes proyectos invirtió más de 800 millones de dólares.
Sus actividades incluían, señala, “conservación de la biodiversidad, lucha contra el cambio climático, construcción de obras de infraestructura”. Destaca, asimismo, su labor con instituciones públicas y privadas, fundaciones, productores, microempresarios, indígenas y universidades, “en coordinación con el Gobierno ecuatoriano y en línea con sus prioridades de desarrollo”.
Ecuador, que también requirió este año la salida del grupo militar y del grupo antinarcóticos de la embajada de Estados Unidos, aduce que la salida de la Usaid no tendría por qué afectar las relaciones bilaterales.
La Usaid cuenta con un polémico historial en los países latinoamericanos: el Gobierno de Bolivia la expulsó por conspiración, Cuba denunció un proyecto a cargo de esta Agencia para incentivar una rebelión y Ecuador la acusa de financiar a grupos de la oposición y de involucrarse en política interna.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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