
Por Carlos Rivero
Aquí vemos al nuevo Caín reunido, el año pasado, con Abu Bakr
al-Baghdadi, jefe del Estado Islámico, una de las tantas organizaciones
terroristas creadas por el Imperio, que hoy amenaza con ocupar Bagdad y
dominar a Iraq.
Este fanático ultra-guerrerista que anda por el mundo atizando la
candela de lo que pudiera devenir en una conflagración nuclear, nació en
la Zona del Canal de Panamá, ocupada entonces por el Imperio siempre
ocupador, en agosto de 1936.
Después de vivir en la Zona y en otras bases navales, la familia se
estableció en el norte de Virginia y el niño, ya joven, asistió a la
Academia Naval de Annapolis, próxima a la capital del país.
Aunque su madre solía decir que John era muy inteligente, estrelló
tres aviones mientras se entrenaba como piloto y, algún tiempo después,
en 1958, ya con 22 años, se graduó en el lugar 894 de los 899 alumnos
que ese año terminaron la academia. A pesar de eso, quizás por la
influencia de su padre y abuelo que habían sido almirantes, fue
ascendiendo en la escala naval hasta llegar a teniente-comandante.
En 1965, siendo un joven cuyo rostro lo asemejaba más a un galán de
Hollywood que a un piloto de la Marina, se casó con una preciosa modelo
de Filadelfia que se dedicaba a mostrar en las tiendas trajes de baño,
llamada Carol Shepp, adoptando a sus dos hijos y teniendo entrambos una
hija. Veremos después por qué esos tres niños, ya adultos, no le han
vuelto a dirigir la palabra al nuevo Caín desde hace casi cuarenta años.

MC CAIN EN SUS TIEMPOS DE CRIMINAL DE GUERRA EN VIETNAM
Fue enviado, entonces, a Vietnam como piloto de guerra de los
aviones A4 Skyhawk, asentados en el portaaviones USS Forrestal y,
después del terrible accidente que destruyó éste, en julio del 67, y
mató a 134 marinos, al portaaviones USS Oriskany. No está claro si el
USS Forrestal cogió candela por casualidad o porque McCain estrelló en
él un cuarto avión.
Antes de detallar los crímenes que este nuevo Caín perpetró en la Guerra de Vietnam, hagamos un poco de historia.
LA SUPREMA CUMBRE DEL HEROÍSMO
Sería muy prolijo abordar los anales milenarios del pueblo más
heroico de la historia, notable vencedor del imperio más poderoso y
cruel que haya tenido la humanidad.
Digamos sólo que al retirarse Japón de Indochina, en el verano de
1945, Ho Chi Minh, héroe de la resistencia nacional, proclamó la
independencia de todo Vietnam.
Cuatro años antes, los aliados antifascistas habían firmado la Carta
del Atlántico en la que proclamaban “la libre autodeterminación de los
pueblos”, pero, después de la derrota de Japón, Gran Bretaña, que había
ocupado el sur de Vietnam, se lo cedió a Francia, que lo había
administrado, bajo el gobierno sometido al fascismo de Vichy, a nombre
de Japón, de 1940 al 45.
Con el poderoso armamento de guerra que recibió de Estados Unidos,
Francia trató de recuperar todo el país, pero tuvo que enfrentarse a la
implacable resistencia del pueblo, dirigida por Ho y el general Vo
Nguyen Giap.
El pueblo, unido bajo las banderas del Viet Minh y la jefatura de Ho
y Giap, venció a Francia en la Batalla de Dien Bien Phu, en mayo de
1954. Se firmaron, entonces, los Acuerdos de Ginebra que pusieron fin a
la guerra y a la ocupación colonial, pero antes de retirarse del sur,
Francia, en complicidad directa con el gobierno de Estados Unidos, dejó
en el poder, en Saigón, a Nguyen Dinh Diem, un teniente del ejército
vietnamita sometido a Francia que había vivido en New Jersey protegido
por la CIA, mientras Ho Chi Minh gobernaba, desde Hanoi, la mitad del
país, la que está al norte del Paralelo 17.
La Declaración Final de los Acuerdos de Ginebra estipulaba que la
reunificación de Vietnam debía ser decidida por el pueblo en las
elecciones generales de 1956, a celebrarse en toda la península.
Conscientes de que más del 90% de los vietnamitas iba a votar por la
reunificación bajo el mandato de Ho Chi Minh, el gobierno de Washington
y su títere Diem violaron los Acuerdos de Ginebra y se negaron a
celebrar elecciones al sur del Paralelo 17, o sea en Vietnam del Sur.
Eisenhower justificó su actitud de oponerse a Ho y Giap y apoyar al
“demócrata” Diem, en la Doctrina Truman de “contención del socialismo”;
pero esa “defensa de la democracia” era, en rigor, todo lo contrario,
porque si el fundamento esencial de la democracia es la voluntad del
pueblo y éste escoge el socialismo –como hizo más del 95% del pueblo
cubano en el Referéndum de 1976 –incluyendo, para su honor, a quien esto
escribe–, entonces el socialismo es la democracia y el anti-socialismo,
la anti-democracia.
Aquella insolencia imperial encolerizó a todo el pueblo y, hacia
1957, se empezó a formar en el sur un movimiento revolucionario que,
eventualmente, con el apoyo de los veteranos del Viet Minh, liberaría al
país de sus verdugos. En esa larga guerra fueron asesinados más de dos
millones de civiles inocentes y 56,000 soldados también fueron
asesinados, aunque en forma indirecta, por el gobierno imperial de su
propio país.
Pasaron unos años. Llegó Kennedy, que fue asesinado por agentes del
Imperio que le cobraron su débil reticencia a participar en forma masiva
en la guerra vietnamita, que es lo que querían los jefes del Complejo
Militar-Industrial-Terrorista –CMIT– y llegó Lyndon Johnson, uno de los
más grandes criminales de un imperio cuya historia está toda llena de
crímenes.
Para que el pueblo de Estados Unidos aceptara la participación
masiva de su país en Vietnam, Johnson y sus cómplices crearon una de las
tantas auto-agresiones tan típicas del Imperio, entre ellas la más
famosa: el Once de Septiembre.
De acuerdo al falso informe de Lyndon Johnson, tres lanchas
torpederas de Vietnam del Norte habían atacado, en aguas internacionales
próximas al Golfo de Tonkín, cercano a Vietnam, al destructor USS
Maddox, el 2 de agosto de 1964, y dos días después, el propio Maddox y
el también destructor C. Turner Joy habían mantenido un intercambio de
guerra con otras naves vietnamitas.
Estos “viles ataques” provocaron la famosa Resolución del Golfo de
Tonkín por la que el Congreso le dio poderes a Johnson para que
comenzara a enviar a Vietnam cientos de miles de soldados. Unos años
después, se probó que el Maddox no estaba en aguas internacionales sino
muy cerca de las costas de Vietnam del Norte y que el segundo combate
naval era falso. El propio Johnson lo reconoció en sus memorias.
Hacia 1968, ya había medio millón de soldados de Estados Unidos
peleando en Vietnam. No hay espacio para detallar los terribles crímenes
del imperio en la Guerra de Vietnam, ni siquiera los de My Lay y la
Operación Phoenix.
Comenzaron entonces los masivos bombardeos contra Hanoi para
asesinar civiles, o sea para aterrorizar al país, una práctica en la que
el Imperio tiene una larga experiencia.
Es en este escenario de crimen supremo en que comienza la misión de John McCain.
CON BOMBAS DE MIL LIBRAS
¿Cuántos
Abeles, o sea cuántos bebitos, cuántos niños, cuántas madres, cuántos
ancianos, cuántos, en fin, civiles inocentes asesinó, en Vietnam, este
Caín con su A-4 Skyhawk en las veintitrés misiones ultra-terroristas que
realizó sobre Vietnam del Norte? ¿Sería aventurado decir que unos
quinientos? ¿Miles, acaso? ¿Decenas de miles?
El A-4 Skyhawk es un avión de guerra que lleva dos cañones de veinte
milímetros, cohetes Sidewinter, Shrike y Walleye y bombas de mil
libras. Como es un avión para un solo pasajero, quien lo conduce es, a
un tiempo, piloto, cohetero, ametrallador y bombardero… un Titán del
Terrorismo.
Después de perpetrar veintidós bombardeos sobre varias ciudades de
Vietnam del Norte, mientras realizaba su vigésimo tercer crimen, su
Skyhawk fue impactado por fuego antiaéreo y logró lanzarse en paracaídas
para caer, de noche, sobre el Lago Truc Bach, en Hanoi.
No se atacan de noche objetivos militares, sino familias en sus
hogares. El único testimonio que existe sobre el derribo de McCain y
todo lo que sucedió en los próximos cinco años y medio en que fue
prisionero de guerra en la cárcel Hoa Lo de Hanoi, es el del propio
McCain, “avalado” por dos soldados estadounidenses que dicen que
estuvieron con él en la propia prisión. No hay nada más.
De acuerdo al testimonio posterior de este nuevo Caín y de esos dos
soldados, que también fueron a Vietnam a matar vietnamitas, McCain
sufrió graves heridas en los brazos y las piernas antes de lanzarse en
paracaídas, luego fue atacado con bayonetas por varias personas cuando
flotaba sobre el lago Truc Bach y, ya prisionero, fue llevado a una
celda solitaria de Hoa Lo en la que permaneció varios meses sin ninguna
atención médica, siendo salvajemente torturado después, durante varios
años, por oficiales de Inteligencia vietnamitas y… cubanos.
Unos meses después de su encarcelamiento, McCain firmó una declaración en la que decía:
- “I’m a black criminal and I have
performed the deeds of an air pirate. I almost died and the Vietnamese
people and the doctors saved my life” (Soy un negro criminal
que ha actuado como un pirata aéreo; estuve a punto de morir y el
pueblo vietnamita y sus médicos me salvaron la vida).
Había en la declaración un racismo subyacente – tal vez por eso sea
el más empecinado enemigo de Barack Obama – porque debió decir “soy un criminal rubio de ojos azules”.
Para justificar esa cobardía, McCain lleva 40 años insistiendo en la
misma cantilena: que tuvo que firmar esa declaración después de cuatro
días de salvajes torturas.
Los cobardes suelen esconderse detrás de la mentira y las sombras.
Lo hacen en la mayoría de estas tribunas cibernéticas, insultando detrás
de ridículos seudónimos a quienes defienden sus ideas con sus nombres
reales, a veces dentro de la trinchera enemiga.
EL CRIMINAL REINCIDENTE
Firmados los Acuerdos de Paz, en París, por Henry Kissinger y Le Duc
Tho, el 27 de enero de 1973, McCain recobró su libertad, pero al
regresar a su hogar, se llevó una sorpresa. Carol, la buena esposa que
se le había mantenido fiel durante sus años de lejanía, guerra y
cautiverio, no era ya la bella modelo de Filadelfia: dos años antes
había sido desfigurada en un accidente. Su coche resbaló en la nieve y
chocó, a alta velocidad, contra un poste de telégrafo. Su pelvis y un
brazo fueron destrozados por el impacto y sufrió masivas heridas
internas. Estuvo seis meses en un hospital y, para salvarle sus piernas,
los cirujanos tuvieron que cortar secciones de los huesos destrozados.
Al salir, quedó con sus piernas cuatro pulgadas más cortas de lo que
habían sido.
Unos años después de su liberación, McCain fue puesto al frente de
una academia de entrenamiento naval en la Florida. Se dedicó, entonces,
al alcohol y las mujeres: era joven y bien parecido y su esposa… una
buena mujer llena de cicatrices, en sillas de ruedas y envejecida antes
de tiempo.
Entonces se divorció de Carol y… unos días después se casó con Cindy
Lou Hensley. Él tenía 43 años, ella era una bella mujer de 25 años que,
sobre todo, tenía una fortuna de cien millones de dólares.
Veamos, finalmente, lo que ha hecho este Caín en los años recientes.
1-. Criticó fuertemente a George
W. Bush porque, según él, no había usado el suficiente poderío militar
para invadir a Iraq en marzo del 2003. Tal vez pensó que iba a haber
menos muertos que en Vietnam, o sea que no se iba a alcanzar la
suficiente cuota de sangre que exige la poderosa industria de armamentos
del Complejo Militar-Industrial-Terrorista para que se mantengan sus
fabulosas ganancias.
2-. Nunca condenó el asqueante
salvajismo de Abú Ghraib –hasta Bush lo hizo, con hipocresía por
supuesto, porque fue su culpable principal–.
3-. Lleva siete años criticando a
Obama porque no ha sido lo suficientemente enérgico –o sea
imperialista– en Afganistán y ha propuesto que este país envíe a cientos
de miles de soldados a Afganistán e Iraq para aplastar a ambos países, o
sea para ocuparlos totalmente. Ha pedido que los bombardeos al norte de
Pakistán sean mucho mayores que los que Obama ha ordenado mediante el
uso de drones o aviones de guerra teledirigidos.
4-. Ha criticado fuertemente a
Obama porque abandonó el profuso sistema de cohetes nucleares que se
planeaba establecer en Polonia, que pudo provocar una guerra nuclear con
Rusia.
5-. Ha dado a entender que
invadirá Irán si ese país prosigue con su programa nuclear –que fue
introducido por Estados Unidos, en 1950, durante el gobierno de
Mossadegh y después el del Shah Reza Palhevi, como parte del Programa
Átomos para la Paz. Ahora McCain considera el mismo programa como un
“casus belli”, digno de desencadenar una guerra en el Medio Oriente
mucho más terrible que las de Irak y Afganistán.
6-. Ha venido a Miami varias
veces para criticar al gobierno por no haberle impuesto al pueblo cubano
un bloqueo económico más estricto del que ya ha tenido por más de medio
siglo.
7-. Se opuso al Plan de Estímulo
Económico del 2009, impulsado por Obama, para favorecer a las clases
más afectadas por la crisis económica del 2007 provocada por las
prácticas ultra-capitalistas de Wall Street. Asimismo se opone al
Obamacare. Como se sabe, Estados Unidos es el único país supuestamente
civilizado en el que no existe un plan nacional de salud y decenas de
millones de personas han carecido de atención médica y hospitalaria. De
la misma forma se opone a la reforma migratoria, pero en esto no difiere
mucho de Obama, a pesar de la falsa retórica del Presidente.
8-. Durante los inicios de la
guerra contra el pueblo de Libia, a principios del 2011, visitó a los
“rebeldes” de Bengazi, sometidos al Imperio y sus secuaces, y fue el
dirigente yanqui que más presionó para que se perpetraran los masivos
bombardeos en los que fueron asesinados decenas de miles de civiles
no-combatientes, entre ellos los tres pequeños nietos del gobernante
socialista Muamar Gadafi.
9-. Una prueba palpable de que
el Imperio y el sionismo estan detrás de muchos de estos grupos
terroristas creados en los ultimos años, es el apoyo total que le dieron
a quienes despues frormaron el llamado Estado Islamico que hoy amenaza
con ocupar Bagdad y dominar a Iraq. Y uno de los mas entusiastas aliados
de esa hoy poderosa organización ha sido este nuevo Cain.
10-. Ha sido el dirigente
imperial que más se ha solidarizado con los “combatientes” de Siria que
han sembrado el terror en ese pais por mas de tres anos y que ahora se
unen a los del Estado Islámico de Iraq.
11-. Participó, también
directamente, en la primavera árabe que produjo la caída de Hosni
Mubarak en Egipto y que es el origen de toda la peligrosa anarquía que
hay hoy en ese país.
12-. Asimismo estuvo presente en
Kiev cuando las turbas neonazis trataban de derrocar al presidente
Yanukóvich mediante un sanguinario levantamiento en el que varios
francotiradores, pagados por el Imperio y sus secuaces de la Unión
Europea, asesinaron a varios manifestantes pacíficos para que se culpara
al gobierno. Ha sido el dirigente yanqui que más ha apoyado a los
dirigentes neonazis que surgieron de aquella revuelta y al actual
presidente Piotr Poroshenko.
13-. El nuevo Caín es un aliado
incondicional del sionismo y ha apoyado, con gran entusiasmo, las tres
invasiones terroristas a Gaza en las que han sido asesinados miles de
niños, mujeres y ancianos. Se cree que le ha propuesto al régimen de
Benjamín Netanyahu que bombardee las bases de investigación nuclear de
Irán, lo que pudiese provocar una guerra entre los dos países que
pudiera convertirse en nuclear porque Pakistán apoyaría a Irán ante esa
gravísima agresión, y Rusia, el primer poder nuclear del mundo con un
20% de bombas nucleares más que Estados Unidos, pudiera entrar en ese
conflicto.
14-. El Partido Republicano
sufre una crisis histórica de liderazgo en la que se ha dicho que hasta
Marcos Rubio y Ted Cruz son presidenciables y, por ello, es posible que
McCain sea su candidato en las elecciones nacionales de noviembre del
año que viene, a pesar de que la semana pasada cumplió 78 años, o sea
que si triunfara tomaría posesión con casi 80 años, lo que nunca ha
sucedido en la historia de este país. Los probables candidatos del
Partido Demócrata pudieran ser Hillary Clinton o el vice Joe Biden. El
mejor, por supuesto, sería el sensible líder ecológico y exvice Al Gore,
Premio Nobel de la Paz por su destacadísima labor en favor del futuro
de la humanidad. Confío en que el pueblo estadounidense no se incline al
suicidio y sepa elegir.
Es mucho más lo que se puede decir del nuevo Caín y lo diremos.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
*Carlos
Rivero Collado. La Habana, 1939. Estudió Ciencias Políticas en Columbia
University, New York, y fue profesor de historia. Aunque salió de su
país el día en que triunfó la Revolución (su padre era el
Presidente-electo de Cuba que debía tomar posesión dos meses después), y
combatió contra ella en Playa Girón, dio un viraje de 180 grados unos
años después, se unió a la Revolución y regresó a Cuba. Durante más de
40 años se ha enfrentado al imperialismo, realizando una intensa labor
en diversos medios de comunicación, incluyendo Internet. En 1976, se
publicó en La Habana su obra “Los Sobrinos del Tío Sam” que tuvo amplia difusión en España y América Latina, siendo traducida a varios idiomas. Es, además, autor de las novelas “Chapultepec” y “Danilo” y tiene en preparación la obra histórica “Imperio del Terror” y la antibélica “Akira Okura”.
Reside en Miami y aunque retirado de la enseñanza, sigue pujante en la
batalla de las ideas, la reflexión constante y el esfuerzo cotidiano de
la militancia por un mundo mejor.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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