El acuerdo
comercial consagra a las empresas como entidades superiores a los
propios gobiernos y parlamentos a la hora de adoptar decisiones
políticas, además de permitirles ignorar o incumplir las decisiones
judiciales.
FUTURA TARJETA SANITARIA EUROPEA (privada), VISTA POR DETRÁS
Según la EPHA (siglas en inglés de la Alianza Europea por la Salud
Pública), la inclusión de ciertas cláusulas en el Tratado de Libre
Comercio entre EEUU y la UE, tendrán un impacto negativo en la salud
pública, especialmente a largo plazo, así como en el acceso sostenible a
los medicamentos en Europa, sobre todo en países de ingresos medios y
bajos.
Peligros para la salud pública
En su respuesta a la consulta lanzada por la Comisión, la EPHA
ofrece varios comentarios para ilustrar el problema que la cláusula ISDS
representa para la salud pública europea.
En primer lugar, asegura que esta cláusula no solo no es necesaria,
sino que no tiene justificación en el ámbito del Acuerdo Transatlántico.
Se trata de un mecanismo procesal en
los acuerdos internacionales sobre inversión que permite a los
inversores de un país llevar ante un tribunal de arbitraje a ese país
por algunas decisiones adoptadas.
“Por lo tanto, la norma ISDS permite a las empresas impugnar las medidas legislativas y administrativas —incluso
decisiones judiciales adoptadas por los Estados miembros de la UE— para
salvaguardar la salud pública y otras cuestiones de interés público”,
remarca la EPHA.
La salud pública europea será como la estadounidense en pocos años, a
menos que pongamos remedio recordando a los representantes políticos en
los parlamentos nacionales y europeo, que hay logros sociales y
derechos intocables.
Izquierda Unida ya lo denunciado en varias instancias, mientras el resto de las formaciones políticas silencian tales desmanes.
El Tratado de Libre Comercio permite a las empresas ignorar o
incumplir decisiones administrativas y judiciales que pudieran adoptar
gobiernos y organismos.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario