El endurecimiento de las condiciones laborales que El Corte Inglés comenzó a aplicar en junio del año pasado se ha traducido, tal y como se preveía, en un adelgazamiento de la plantilla del emblemático grupo de distribución.
El gigante de los grandes almacenes tenía en 2013 (ejercicio finalizado el pasado 28 de febrero) una plantilla media a jornada a completa de 83.128 empleados, lo que supone 3.353 menos que un año antes y la cifra más baja desde el ejercicio 2002.
La reducción, que en términos porcentuales no llega al 4% (es del 3,9%), es una consecuencia de la dinámica en la que lleva tiempo inmersa la empresa. Y no deja de ser significativa, tratándose de un tradicional motor del empleo en España que en 2007, justo antes de la crisis, llegó a superar los 97.300 empleados a jornada completa, lo que se traduce una reducción demás de 14.000 efectivos desde entonces.
Si se analiza la plantilla al cierre del ejercicio, 2013 se ha saldado con algo más de 3.400 bajas, hasta 93.222 empleados, un 3,5% menos que un año antes. Comparado con 2007, ejercicio que el grupo cerró con 109.800 empleados, el recorte acumulado supera los 16.500 empleados.
Hace algo más de un año, y apoyándose en el nuevo convenio del sector de Grandes Almacenes y en el artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores, que permite cambios sustanciales de las condiciones de trabajo “cuando existan probadas razones económicas, técnicas, organizativas o de producción”, el grupo acordó con los dos sindicatos mayoritarios en la empresa, Fasga y Fetico, una reformulación del marco laboral que CCOO llegó a calificar de “ERE encubierto” y cuya principal novedad fue la flexibilización de la jornada y la obligatoriedad generalizada de trabajar domingos y festivos, incluyendo al colectivo de mayor antigüedad.
Los trabajadores que pidieron el finiquito se fueron con 20 días y un tope de 9 mensualidadesLa consecuencia fue la salida de un número importante de empleados que, sintiéndose perjudicados por esa modificación de condiciones, pidieron rescindir su contrato a cambio de una indemnización de veinte días de salario por año trabajado, con un tope de nueve mensualidades.
En 2009, tras un proceso similar, la plantilla del grupo ya se redujo en más de 7.000 empleados, un 7,3%.
La reducción de plantilla del año pasado se explica, según fuentes de El Corte Inglés, por un número “importante” de jubilaciones, además de salidas voluntarias, "algunos" despidos y no renovaciones de contratos temporales.
Tal y como explica el grupo en su memoria, en 2013 se firmaron “una serie de acuerdos colectivos que responden a los objetivos y necesidades de la empresa y del personal” por los que “se ajustan los turnos de horario en función de la curva de actividad y la plantilla disponible en cada centro comercial, mejorando la cobertura”, se “homogeneiza y normaliza el trabajo en domingos y festivos” y, en materia de jornada laboral, se aplica la flexibilidad establecida en convenio colectivo del sector.
El año pasado también se empezó a aplicar un nuevo sistema de incentivos a los empleados que persigue “incrementar las ventas y la participación del empleado en el resultado”, aumentar la motivación individual e impulsar “un sistema más flexible que, además de permitir un mayor incentivo por una mayor venta, aúne los intereses individuales y colectivos”.
vozpopuli
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