EE.UU.
pretende balcanizar a Rusia y evitar que Moscú desafíe la hegemonía
global de Washington. Sin embargo, las fuerzas que se están alineando
contra Rusia deben recordar que el país es una de las potencias
nucleares más poderosas del planeta.
“EE.UU. quiere saquear a Rusia, tal como lo hizo en los años 90″, afirma en un artículo publicado en el portal ‘Global Research‘
el analista Colin Todhunter, que considera que en esta ocasión el plan
consiste en “balcanizar a Rusia y dejarlo incapacitado permanentemente”.
No
obstante, como recordó el presidente ruso, Vladímir Putin, en un
reciente discurso las fuerzas que se están alineando contra Rusia deben
recordar que el país es una potencia nuclear.
“Rusia
es una de las potencias nucleares más poderosas. No son simples
palabras, es una realidad. Además, estamos fortaleciendo nuestra fuerza
de disuasión nuclear y reforzando nuestras Fuerzas Armadas “, sostuvo el
mandatario ruso en un foro juvenil celebrado en Rusia a finales de
agosto.
¿Una tragedia más el día menos esperado?
Todhunter
apunta que los eventos más catastróficos del mundo sucedieron siempre
en “un día cualquiera”, Pearl Harbour, el 11-S o el asesinato del
archiduque Francisco Fernando de Austria tuvieron lugar cuando millones
de personas comunes y corrientes pasaban un día más de sus vidas, indica
el autor del artículo.
“Será
‘un día más’ cuando estalle la próxima bomba nuclear” advierte el
analista, que agrega que para entonces, “podría ser demasiado tarde para
hacer algo”.
Y
es que la mayor parte de la humanidad está demasiado pendiente de su
arrogancia, sus nuevas tecnologías, los centros comerciales, los
deportistas millonarios y los grandes eventos deportivos como para
pensar que una catástrofe así “podría ser inminente”, señala.
“¿Podría
alguien remotamente imaginar que un día no muy lejano varias ciudades
europeas podrían ser arrasadas en cuestión de minutos? ¿Podría darse
pronto el caso en el que la mención de palabras como ‘Kiev’, ‘Moscú’,
‘Bruselas’, ‘San Petersburgo’ o ‘Londres’ evoquen pensamientos similares
a las palabras ‘Hiroshima’ y ‘Nagasaki’, ciudades devastadas tras
ataques nucleares?”, pregunta Todhunter.
“Pero ahí es donde podríamos acabar muy pronto si Washington continúa con su locura”, escribe.
El analista señala además que la Unión Soviética retiró los misiles de Cuba en los años 60 porque sabía que EE.UU. no cedería, dado que Cuba está en el umbral de su casa.
“Esta vez, será Rusia la que no dé marcha atrás con lo que está sucediendo a la puerta de su casa”, asevera.
¿Quién es el agresor?
EE.UU.
y la OTAN están enviando personal y mercenarios al Gobierno de Ucrania y
dando consejo a Kiev para que “mate a quienes reclaman autonomía del
régimen títere de EE.UU.”, escribe Todhunter.
A
su juicio, el país norteamericano y sus fuerzas aliadas están llevando a
cabo una “limpieza étnica” de las autodefensas del este de país. Sin
embargo, es Washington quien acusa a Rusia de invadir Ucrania y de estar
implicada en el derribo del MH17, el avión de Malaysia Airlines,
basándose en pruebas endebles o falsas evidencias.
“Como
resultado de esta agresión invisible, Washington ha impuesto sanciones a
Moscú, que están perjudicando a Europa”, indica el autor del artículo
que subraya, sin embargo, que precisamente de eso se trata.
Lo que desea EE.UU.
indica, “es desvincular la economía europea de Rusia en términos de
comercio y energía, y debilitar a Europa para asegurarse así de que esta
siga dependiendo de Washington”.
China, otra seria amenaza
EE.UU.
continúa instalando sistemas de misiles dirigidos a Rusia, ha rodeado
Irak con bases militares y está desestabilizando Pakistán y países del
continente africano con el fin de debilitar los vínculos comerciales con
China.
Según
Todhunter, Washington pretende cercar militarmente a China para darle
algún día “el tipo de atención que Rusia está recibiendo actualmente”.
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