Las
Fuerzas Especiales fueron concebidas como un medio de utilizar recursos
militares en la realización de operaciones de guerra no convencional,
fundamentalmente provocando motines u organizando asesinatos de
opositores políticos. En este momento, Washington ya está utilizando
secretamente sus Fuerzas Especiales en 78 países. Sin embargo, sigue
negando públicamente la existencia de sus misiones, a pesar de que el
presupuesto anual de las Fuerzas Especiales estadounidenses ya sobrepasa
los 10 000 millones de dólares. La globalización de ese tipo de cuerpo
militar apunta a seguir extendiendo la dictadura invisible del imperio
estadounidense.
A veces sucede que un simple accidente propicia el descubrimiento de una «guerra secreta».
Así sucedió en Sanaa, la capital de Yemen, donde un agente de la CIA y
un miembro de las Fuerzas Especiales estadounidenses abatieron dos
personas a tiros. Según la versión oficial, los muertos eran
dos terroristas de al-Qaeda que querían secuestrarlos. El incidente, que
no estaba nada claro, suscitó una ola de protestas contra el gobierno
yemenita, que ya venía siendo objeto de duras críticas por permitir que
los drones de la CIA sigan operando en Yemen desde una base en Arabia
Saudita.
El Pentágono, según confirma el New York Times, ha
intensificado las acciones de sus Fuerzas Especiales en Yemen, país de
gran importancia debido a su estratégica posición en el estrecho de Bab
el-Mandeb, entre el Océano Índico y el Mar Rojo, atravesado por las
principales rutas petroleras y comerciales que conectan el Asia con
Europa.Frente a Yemen, a sólo 30 kilómetros, en la costa africana del estrecho, se halla Yibuti, donde está estacionada la Task Force conjunta para el Cuerno de África, que cuenta con unos 4 000 hombres de las Fuerzas Especiales estadounidenses. Dotadas de helicópteros y aviones especiales, esas fuerzas efectúan incursiones nocturnas, sobre todo en la vecina Somalia y en Yemen, con el respaldo de francotiradores especializados y de expertos en técnicas de asesinato. Fuerzas especiales, que se hayan a la disposición del Mando de Estados Unidos en África (AfriCom), operan en Nigeria y en muchos otros países del continente africano. Esas fuerzas forman parte del Mando de Operaciones Especiales de Estados Unidos (UsSoCom) que, luego de haber sido utilizado por el [presidente] republicano Bush –fundamentalmente en Afganistán e Irak– ha adquirido ahora, con el [presidente] demócrata Obama, una nueva importancia.
- En este libro, prácticamente convertido en objeto de culto, el almirante estadounidense McRaven describe las más descabelladas operaciones de comando de la historia, incluyendo el falso asesinato de Osama ben Laden en Pakistán.
El almirante no especificó en qué países y sólo dijo que en Afganistán se ha instaurado un nuevo mando de operaciones especiales, que incluye además las operaciones especiales de la OTAN. O sea, Washington no pone fin a su guerra en Afganistán, sólo la convierte en «encubierta».
Otras fuentes oficiales confirman que grupos de fuerzas especiales han sido desplegados en Jordania y Turquía, para entrenar y dirigir grupos armados en el marco de la «guerra secreta» contra Siria (como ya se hizo antes contra Libia).
Las Fuerzas Especiales se utilizan cada vez más a menudo en Europa oriental, sobre todo para entrenar a los neonazis que participaron después en el golpe de Estado de Kiev, como lo confirma una serie de documentos fotográficos que muestra neonazis ucranianos de UNA-UNSO entrenados en Estonia en 2006 [1].
Pero la mirada del UsSoCom va mucho más lejos y su «Visión 2020» prevé «la construcción de una red global de fuerzas para las operaciones especiales», incluyendo las de países aliados –como Italia–, red que estaría naturalmente bajo las órdenes de Estados Unidos. De esa manera, la decisión de irse a la guerra estaría aún más en manos de las cúpulas del poder y los parlamentos perderían el restringido poder de decisión que aún pudiera quedarles en ese campo. Y la guerra desaparecerá poco a poco del campo de visión de la opinión pública, ya demasiado acostumbrada a creer que sólo existe lo que puede verse, o más bien lo que nos dejan ver los grandes medios que tergiversan y falsifican la realidad.
Así esta sucediendo con la campaña de la Casa Blanca por la liberación de las escolares nigerianas secuestradas, mientras que en el Yemen bajo control de las Fuerzas Especiales de Estados Unidos miles de muchachas y de niñas provenientes de África se convierten cada año en esclavas sexuales de los potentados yemenitas y sauditas aliados de Washington.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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