sábado, 5 de abril de 2014
No podía ser de otra manera: los pistoleros nazis del Maidán estaban financiados, fundamentalmente, por esos dos países.
RT.- "A la cúpula
gobernante en Ucrania no le interesa mostrar la verdadera cara de los
francotiradores (del Maidán)", asegura el exdirector del Servicio de
Seguridad del país, mayor general Alexánder Yakimenko.
Tampoco le interesa a
Europa, porque demostraría al mundo a quién apoyaban durante esta
revolución, explicó a RT. En su opinión, su sucesor, el actual jefe del
Servicio de Seguridad, es una persona que cumple órdenes de EE.UU. Como
una prueba de eso, cita el hecho de que los agentes de la CIA se
encuentran en la sede del servicio de seguridad de una manera
permanente.
Junto con sus empleados
esos agentes recorren las regiones y se reúnen con los alcaldes para
presionarlos y controlar su lealtad al régimen, denuncia el general,
acusado por los políticos proocidentales y respaldados desde Washington y
Bruselas de organizar esos mismos delitos que menciona.
Mientras tanto, las
autoridades de hecho ucranianas enviaron a Moscú una solicitud donde
piden que los servicios especiales rusos colaboren con ellas en la
investigación que llevan a cabo. El analista internacional Luis Bilbao
dijo a RT que la petición es un acto de hipocresía, porque "no tiene de
modo alguno el objetivo de avanzar en el conocimiento real de lo que
ocurrió en los días más calientes".
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