Ante el tratamiento informativo de las
protestas que están teniendo lugar en Ucrania merece la pena explicar,
con algo más de detalle que el proporcionado por los grandes medios de
comunicación, algunas de las imágenes que habitualmente llegan desde
allí para que el lector pueda analizar estos sucesos desde un punto de
vista más amplio que el simplista "movilizaciones ciudadanas", haciendo
hincapié en la notable presencia en las mismas, si no incluso en el
liderazgo, de grupos de extrema derecha.
Es interesante, al observar las impactantes
imágenes de la plaza de la Independencia de Kiev repleta de
manifestantes, hacer un breve repaso de las banderas que allí se agitan:
una gran cantidad de ellas tienen relación con grupos de ultraderecha.
Sirvan de ejemplo las banderas rojinegras que aparecen en gran número en
estas manifestaciones y que pueden observarse en prácticamente
cualquier imagen difundida por televisión. Pues bien, es preciso aclarar
que estas banderas no son, ni mucho menos, símbolos anarquistas sino
que, originalmente emblema del Ejército Insurgente Ucraniano, son ahora
utilizadas por los grupos nacionalistas ucranianos. Cabe recordar que el
Ejército Insurgente Ucraniano fue una guerrilla nacionalista que
comenzó luchando contra la ocupación alemana durante la II Guerra
Mundial y terminó haciéndolo contra los partisanos soviéticos y el
Ejército Rojo al término de la contienda; esta guerrilla perpetró, entre
otras, la masacre de 80.000 polacos considerada actualmente un acto de genocidio.
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, preocupa el desconocimiento general de la opinión pública española a este respecto, bombardeada por la información sesgada (cuando no directamente falsa) de los grandes grupos de comunicación que denominan a estas protestas como "manifestaciones ciudadanas" o incluso "Revolución Azul", como lo han bautizado algunos medios.
Si el hecho de derribar una estatua de Lenin, entre gritos de "¡Gracias a Dios!" y con la presencia de un sacerdote que bendijese el martillo con que se golpeaba la cabeza del revolucionario ruso, no daba pistas de los tintes que tomaban estas protestas, puede que sí lo hagan los símbolos que portan algunos de los manifestantes que encabezan las marchas y lideran los enfrentamientos con la policía:
¿Significa la anterior reflexión una defensa a ultranza de todas y cada una de las decisiones que ha tomado el actual gobierno de Ucrania en sus últimos años de gestión? El lector comprenderá que no tiene por qué, y que, de producirse, las violaciones de derechos humanos son condenables en ambas partes, pero advertirá la necesidad de estar precavido ante la notable presencia de grupos fascistas y de denunciar el benevolente trato informativo que, debido a los intereses que hay en juego, reciben estos individuos.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
- Miembros del partido Svoboda portan emblemas habitualmente visibles en las movilizaciones contra el actual gobierno
- Primer anagrama de Svoboda (de 1991 a 2003) idéntico al utilizado por varios grupos neonazis europeos
Teniendo en cuenta lo anteriormente expuesto, preocupa el desconocimiento general de la opinión pública española a este respecto, bombardeada por la información sesgada (cuando no directamente falsa) de los grandes grupos de comunicación que denominan a estas protestas como "manifestaciones ciudadanas" o incluso "Revolución Azul", como lo han bautizado algunos medios.
Si el hecho de derribar una estatua de Lenin, entre gritos de "¡Gracias a Dios!" y con la presencia de un sacerdote que bendijese el martillo con que se golpeaba la cabeza del revolucionario ruso, no daba pistas de los tintes que tomaban estas protestas, puede que sí lo hagan los símbolos que portan algunos de los manifestantes que encabezan las marchas y lideran los enfrentamientos con la policía:
- Manifestantes con bates, piedras y cadenas portando brazaletes con la runa germánica usada por los nazis y numerosos grupos fascistas actuales, incluido el partido Svoboda
- Manifestantes, portando la cruz céltica que caracteriza a grupos neonazis, queman una bandera de la URSS
- Nótese la cruz céltica dibujada en el escudo y los números 14 y 88, referencias al nazismo y a la figura de Hitler
¿Significa la anterior reflexión una defensa a ultranza de todas y cada una de las decisiones que ha tomado el actual gobierno de Ucrania en sus últimos años de gestión? El lector comprenderá que no tiene por qué, y que, de producirse, las violaciones de derechos humanos son condenables en ambas partes, pero advertirá la necesidad de estar precavido ante la notable presencia de grupos fascistas y de denunciar el benevolente trato informativo que, debido a los intereses que hay en juego, reciben estos individuos.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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