(De Pravda, traducido por Josafat S.Comín)
Victor Tolokin.- (Pravda) El principal
acontecimiento de los últimos días ha sido la sesión de la Rada de
Ucrania, que los líderes de los instigadores de la supuesta protesta
pacífica, permitieron que se celebrase, calculando que iban a alcanzar
sus objetivos de un modo fulminante.
El edificio del parlamento se vio rodeado por todas partes por un
círculo, apretado como un tornillo, de exaltados fanáticos del curso
europeo.
Los líderes de la “fiesta de la desobediencia” habían calculado que
la presión histérica de sus partidarios, impresionaría a los diputados y
estos acabarían votando obedientemente por todo lo que ellos exigieran.
Y sus apetitos no eran pocos: La oposición presentaba a votación de
la Rada tres cuestiones a la vez: moción de censura al Consejo de
ministros, la liberación de la ex primera ministra Yulia Timoshenko, y
la adopción en forma de ley de la disposición a firmar el acuerdo de
asociación con la UE.
El debate de la cuestión principal transcurrió en el mismo tono
histérico de los principales heraldos de “Maidán”, trasladados a la
tribuna de la Rada.

SIMONENKO DICE VERDADES COMO PUÑOS
La única intervención constructiva resultó ser la del líder del PCU,
Piotr Simonenko, quien en primer lugar se dirigió a los ciudadanos de a
pie, a los trabajadores, subrayando que el Partido Comunista condena
tajantemente el uso de la violencia desmedida contra los manifestantes
pacíficos, al tiempo que condenaba los “actos de los provocadores,
independientemente de quien se esconda tras ellos”.
En palabras del líder de los comunistas, tanto aquellos que aspiran a
la firma del acuerdo de asociación con la UE, como aquellos que
defienden el ingreso en la Unión aduanera, tienen pleno derecho, de un
modo pacífico y abierto, sin temor a represión, persecución o sufrir
violencia física, a defender sus convicciones.
“Cada cual tiene derecho a profesar
cualquier ideología, a defender cualquier postura política, siempre que
no se incite a la violencia, la agresión, al racismo, la xenofobia y el
odio a nuestra gente… Lo que estamos viendo ahora en el país, es una
escalada consciente de la tensión política, se trata simplemente, de la
lucha de los clanes oligárquicos por el sillón presidencial. Es una
lucha en la que lanzan a la gente, como carne de cañón, al torbellino de
una confrontación civil sangrienta. Es una lucha, en la que los
oligarcas están dispuestos a destruir nuestro país, con tal de vencer.
Esa es la amarga verdad –volvió a subrayar Simonenko-. Basándose en su
principio inamovible, consistente en que todas las decisiones
trascendentales en nuestro país deben decidirse en virtud de la voluntad
del pueblo ucraniano, el Partido Comunista ha llamado al pueblo a
comenzar un referéndum a nivel nacional y en él, definir el tipo de
integración económica exterior, que la mayoría desea”.
A pesar de todas esas prohibiciones el Partido Comunista ha recabado
casi 4 millones de firmas en respaldo a la consulta. El referéndum a
nivel nacional, es el único modo de evitar la confrontación y que se
agrave la división en la sociedad, algo que como ya estamos viendo ha
derivado en violencia y derramamiento de sangre. Y si no adoptamos
medidas, todo esto puede terminar convirtiéndose en una tragedia para el
pueblo ucraniano”.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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