Da la impresión de que los medios de
desinformación masiva ucranianos, han emprendido una competición a ver
quién suelta la burrada más gorda. “200.000 salieron a la Euromaidan”
Esta cifra redonda es por ahora la más alta de las que dan. “El centro
de Kiev no podía acoger tanta gente”, repite el titular de una noticia.
Los más modestos coinciden en el número: de los 100.000 de la euromaidan
en Kiev, pidiendo la integración europea (cerca de los 100.000, más de
100.000, del orden de los 100.000), hasta los 50 mil…
Los ciudadanos de Ucrania, por la Unión aduanera
Mientras en los objetivos de las cámaras
de televisión y en los objetivos de las cámaras fotográficas,
riachuelos serpenteantes de pequeños grupos de una multitud desperdigada
que fluye por la calle Kreschatik en dirección a la plaza
“Evropeiskaya”. Y luego la oscuridad, de la cual, las cámaras atrapan
fragmentos de esa muchedumbre de adolescentes, en el sentido literal y
figurado, quedándose afónicos, con la voz rota, mientras gritan el lema
preferido de todos los tiempos revueltos del pueblo ucraniano: “¡Ganba!”
(Vergüenza).
No todos los lectores de nuestro
periódico conocen esta plaza de la capital ucraniana. A ellos, y los que
no la recuerdan muy bien, hay que explicarles que se trata de un
triángulo casi perfecto, de no más de 350-400 metros cada lado, con una
enorme zona ajardinada en el centro. ¿Cómo podría caber allí el mismo
público que no entraría ni en dos estadios como el de “Luzhnikí”?
Concentraciones similares se repitieron
en muchas otras ciudades del país. Como las bautizó una de las
publicaciones más moderadas: “En Ucrania pasó una oleada de
“euromaidanes” y “euromaidaneses” (Maidán, plaza en ucraniano y símbolo
de la “revolución naranja”. N de la T.).
4 millones de ucranianos ya han firmado por la celebración del referéndum
Estos “maidaneses” consiguen reunir a
100, 200 personas, a veces llegan a los mil “eurosufridores”. El
precursor de esta excitación “maidanesca”, fue el anuncio de la decisión
del Consejo de ministros, sobre la paralización del proceso de
preparación para la firma del acuerdo de asociación con la Unión
Europea.
El viernes pasado, el primer ministro,
bajo los gritos de “Ganba”, intentaba explicar a los diputados de la
“Rada”, que los motivos de la renuncia a la firma del acuerdo con la
Unión Europea vienen dictados por las condiciones económicas: “Estamos
poniendo en marcha reformas complicadas, pero necesarias. En este
camino, hemos avanzado más que todos nuestros predecesores en los
últimos 20 años”, declaró el primer ministro Nikolai Azárov, añadiendo,
que todas las reformas se estaban ejecutando en el marco de una
complicada situación de inestabilidad económica y de indefensión social,
que el gobierno había heredado. El proceso de integración europea exige
una ralentización, motivada por el hecho,-señaló el jefe de gobierno-
de que sobre la mesa está la necesidad de aplicar medidas decididas, sin
las que a Ucrania le espera una gran inestabilidad socio-económica.
Dicho de otro modo, el primer ministro, no hacía si no repetir, lo que
en numerosas ocasiones a él y a su gobierno, le habían advertido los
representantes del Partido Comunista en Ucrania.
Como declaró el líder del PCU, Piotr
Simonenko, las consecuencias negativas para la economía, sobre las que
habló el Gobierno, deberían ser suficiente motivo para la renuncia de
todo el Consejo de Ministros. En su opinión, es precisamente el Jefe del
Gobierno, el responsable de las pérdidas que ha sufrido Ucrania en los
últimos meses, concretamente, por lo que respecta a la reducción del
intercambio comercial con Rusia.
Además, en opinión de Simonenko, es
imprescindible tener en cuenta que mientras se entablaban negociaciones
con la parte europea sobre el acuerdo de asociación, el Gobierno estaba
obviando por completo los intereses nacionales. Kiev se disponía a
ratificar dicho acuerdo, sin tener el más mínimo pronóstico ni cálculo
económico. Era la misma situación que ya se dio cuando firmaron el
acuerdo con la OMC y se iniciaron las conversaciones sin ningún cálculo
previo. Entonces, los “naranjistas” entregaron el espacio económico de
Ucrania.
El
líder de los comunistas expresó la opinión de que no podemos confiar
en la última manifestación del Consejo de Ministros, sobre la
paralización para la ratificación del acuerdo de asociación con la UE,
ya que el presidente de Ucrania, durante su visita a Austria -que se
produjo paralelamente a los acontecimientos en Kiev-, hizo unas
declaraciones completamente distintas.
El Partido Comunista- manifestó
Simonenko-, está dispuesto a respaldar una resolución de moción de
censura al Gobierno, como proponen algunos representantes de la llamada
oposición.
Hubo un tiempo, en que como modelo de
una vida mejor, era frecuente encontrar letreros del tipo:
“euroservicio”, “euroreparaciones”, “euroconfort”. Esta nueva palabreja
acuñada de “euromaidan”, corre el riesgo de convertirse en un
“eurofiasco”, e incluso, en un horizonte cercano, en una
“eurodesgracia”.
Imágenes del piquete organizado por el
PCU, el 21 de noviembre, antes las embajadas de Francia y Alemania en
Kiev, donde exigen la celebración de un referendum, para que sea el
pueblo ucraniano quien decida si qiuere terminar siendo una colonia más
de la UE o entrar en la Unión aduanera con Rusia, Bielorrusia y
Kazajistán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario