por Roberto W. Sabadel
Antes Blackwater, ahora Academi es parte de MONSANTO. Esta transnacional está presente en Venezuela
e intenta lograr sancionar una nueva Ley de Semillas prepararando la
llegada de los ejércitos privados de Monsanto camuflados como asistentes
técnicos en la producción de nuevos cultivos.
27 de septiembre de 2013.- En los últimos meses se ha
intensificado la presencia de la multinacional estadounidense MONSANTO
en territorio venezolano, de acuerdo a investigaciones y denuncias
realizadas sobre una nueva estrategia para la introducción de cultivos
transgénicos en el país:
Monsanto entró a Venezuela por la puerta de la Asamblea Nacional
Monsanto pretende introducir semillas transgénicas en Venezuela
Alerta al pueblo venezolano con la ley de semillas
Monsanto intenta ingresar en Venezuela
Protestan contra Monsanto y por una Venezuela LIBRE DE TRANSGÉNICOS
Sin embargo esta estrategia parece tener como objetivo oculto la introducción del ejército privado más grande del Mundo en territorio Bolivariano: según una reciente investigación, Academi (antiguamente conocida como Blackwater), el ejército privado más poderoso del mundo, anunció que tiene un nuevo dueño que no es otro que la transnacional de la “biotecnología” MONSANTO.
Esta información dada por el sitio SoutWeb.org, y publicada por Voltaire.org afirma que: “Academi corresponde a la entrada de la Bill and Melinda Gates Foundation en el capital de Monsanto. Creada por el fundador de Microsoft y el especulador Warren Buffet (los dos personajes más adinerados de Estados Unidos), esta es la fundación «filantrópica» más importante del mundo.
Junto a la Fundación Rockfeller, la Bill and Melinda Gates Foundation ha impulsado la Alianza por una Revolución Verde en África (AGRA, siglas en inglés)), cuyo objetivo es favorecer en ese continente el uso de las semillas que produce… Monsanto.”
SouthWeb ha desmentido la publicación que había publicado anteriormente. Según ese sitio, es cierto que Monsanto ha recurrido a los servicios de Academi –catalogada como el ejército de mercenario más grande del mundo– pero sólo para llenar ciertas necesidades en materia de inteligencia.
SouthWeb no ha precisado el origen del error anteriormente publicado.
La organización de agricultores orgánicos Vía Campesina reportó que la Fundación Bill y Melinda Gates compró 500.000 acciones de Monsanto, pagando más de $ 23 millones de dólares, lo cual es una acción que destruye la máscara de “filantropía” . Otra asociación entre criminales que no fue inesperada.
Bill Gates controla más de 90 por ciento del mercado de patentes en el mundo de la computación, además de promocionar y financiar campañas de vacunación para laboratorios genocidas, y siendo responsable de experimentación ilegal con fármacos en países subdesarrollados, mientras Monsanto controla el 90 por ciento del mercado mundial de semillas transgénicas y semillas comerciales a nivel global, habiendo fundado Pharmacia, hoy de Pfizer. (ver La gran estafa alimentaria. La Monsanto de Bill Gates)
Guerra Económica y Militar contra Venezuela
El informe devela los orígenes de Academi: fue creada por Erik Prince en 1997 bajo el nombre de Blackwater Worldwide, algunos de cuyos dirigentes están vinculados a las iglesias evangélicas financiadas por el Pentágono.
Este ejército paramilitar o “contratista privado” desempeñó en Afganistán e Irak un papel comparable al de la “Orden de Malta” durante la guerra de Nicaragua. El presidente Billy Joe (Red) McCombs, quien ocupa el lugar 347 entre las personas más adineradas de Estados Unidos; John Aschcroft, ex secretario estadounidense de Justicia; y el almirante Bobby R. Inman, ex director de la National Security Agency (NSA) y director adjunto de la CIA.
Academi, trabaja fundamentalmente para el gobierno estadounidense y participó en la toma de Trípoli, la capital Libia y actualmente se dedica al reclutamiento de combatientes que son enviados a la yihad en Siria.
Según los informes “El impresionante crecimiento de Blackwater se debe en gran parte al proyecto de privatización de las fuerzas armadas de Estados Unidos impulsado por Donald Rumsfeld mientras estuvo a la cabeza del Departamento de Defensa. Como resultado del fracaso de esa política y de las actuales restricciones presupuestarias, Washington ha limitado las tareas confiadas a Academi a contratos de vigilancia o de escolta en ciertos teatros de operaciones y a la realización de operaciones secretas «no reconocidas». La reputación de Academi le ha permitido igualmente obtener contratos para el envío de mercenarios a pequeños Estados, esencialmente en el Golfo Pérsico.”
Luego de la enfermedad probablemente inducida por agentes tóxicos y la posterior desaparición física del Comandante Presidente Hugo Chávez, -del que Academi pudiera haber participado-, se comenzó a desplegar acercamientos de agentes estadounidenses a través de emisarios para modificar la Ley de Semillas en Venezuela: un paso para legalizar la introducción de Academi y MONSANTO con presencia de personal técnico y profesional para el desarrollo de variedades de cultivos transgénicos que aporten soluciones a la escasez de alimentos que padece el país, como consecuencia de su desarrollo basado exclusivamente en la producción de petróleo y en ausencia de medios de producción de alimentos para abastecer a los 30 millones de habitantes. Así, el objetivo final del gobierno de los Estados Unidos a través de Academi y Monsanto es apoderarse de la mayor reserva mundial certificada de crudo.
La presencia de Microsoft en Academi se orienta en la misma dirección: según uno de los tantos cables de Wikileaks sobre Venezuela un comunicado de la Embajada estadounidense en Caracas, dirigido al Departamento de Estado (cancillería estadounidense) y fechado en junio de 2006, prueba que las empresas transnacionales Microsoft e IBM se comunicaban con dicha embajada, entregándole informes e incluso información confidencial del gobierno venezolano y PDVSA.
La sola presencia de la Embajada en Caracas no es suficiente para recolectar información detallada geo-estratégica para futuras acciones sobre el gobierno de Nicolás Maduro. La presencia de MONSANTO, la solución al déficit alimentario a través de las nuevas tecnologías aportadas por empresas aliadas al pulpo transgénico, es la excusa perfecta para una invasión silenciosa, esta vez no proveniente de paramilitares colombianos enviados por sectores de la ultraderecha estadounidense y colombiana, sino por técnicos latinoamericanos-norteamericanos formados en la empresa de semillas presente en todos los países de la región.
Obama terceriza las invasiones
Según otro informe publicado recientemente, por Political Blind Spot se denunció que: “Muchos agentes de la CIA y ex militares trabajan para Blackwater o compañías relacionadas, las cuales buscan desviar la atención de su mala reputación y obtener cuantiosos beneficios comerciales. Estos mercenarios venden sus servicios que van desde información ilegal hasta inteligencia de infiltración, lobbismo político y entrenamiento paramilitar – para gobiernos, bancos y corporaciones multinacionales. Acorde a Scahill, los negocios con Monsanto, Chevron, y gigantes financieros como el Barclays o el Deutsche Bank, se canalizan a través de dos empresas cuyo propietario es Erik Prince, dueño de Blackwater: Total Intelligence Solutions y Terrorism Research Center. Estos organismos comparten funcionarios y directores con Blackwater- Academi.
Uno de los directores llamado Cofer Black, quien se hizo famoso por su brutalidad como dirigente de la CIA, fue quien hizo contacto con Monsanto en el año 2008 siendo cabeza de Total Intelligence. Monsanto contrató sus servicios para espiar e infiltrar organizaciones de derechos humanos, de animales, y actividades anti-transgénicas (además de ejercer control sobre otras corporaciones biotecnológicas y farmacéuticas).
La corporación Monsanto no sólo asesina personas con sus productos químicos, sino también a balazos y mediante “accidentes”. Sus víctimas son periodistas, activistas, políticos y cualquiera que suponga un obstáculo para sus planes de expansión. Al ser contactado por Scahill, el ejecutivo Kevin Wilson de Monsanto rehusó hacer comentarios, pero más tarde se confirmó a The Nation que Monsanto contrató a Total Intelligence durante 2008 y 2009, según la corporación “sólo para efectuar un seguimiento de información pública, de sus opositores”. El ejecutivo de Monsanto también proclamó que Total Intelligence era una “entidad totalmente separada de Blackwater”.
Los accidentes, las muertes, los sabotajes, el desabastecimiento, la guerra económica total desatada contra el gobierno bolivariano entran en el formato de las acciones emprendidas por estas corporaciones y las evidencias acumuladas deben ser tomadas en cuenta como una nueva probable vía de dominación, control y penetración del ejército de los Estados Unidos en la República Bolivariana de Venezuela.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
Monsanto entró a Venezuela por la puerta de la Asamblea Nacional
Monsanto pretende introducir semillas transgénicas en Venezuela
Alerta al pueblo venezolano con la ley de semillas
Monsanto intenta ingresar en Venezuela
Protestan contra Monsanto y por una Venezuela LIBRE DE TRANSGÉNICOS
Sin embargo esta estrategia parece tener como objetivo oculto la introducción del ejército privado más grande del Mundo en territorio Bolivariano: según una reciente investigación, Academi (antiguamente conocida como Blackwater), el ejército privado más poderoso del mundo, anunció que tiene un nuevo dueño que no es otro que la transnacional de la “biotecnología” MONSANTO.
Esta información dada por el sitio SoutWeb.org, y publicada por Voltaire.org afirma que: “Academi corresponde a la entrada de la Bill and Melinda Gates Foundation en el capital de Monsanto. Creada por el fundador de Microsoft y el especulador Warren Buffet (los dos personajes más adinerados de Estados Unidos), esta es la fundación «filantrópica» más importante del mundo.
Junto a la Fundación Rockfeller, la Bill and Melinda Gates Foundation ha impulsado la Alianza por una Revolución Verde en África (AGRA, siglas en inglés)), cuyo objetivo es favorecer en ese continente el uso de las semillas que produce… Monsanto.”
SouthWeb ha desmentido la publicación que había publicado anteriormente. Según ese sitio, es cierto que Monsanto ha recurrido a los servicios de Academi –catalogada como el ejército de mercenario más grande del mundo– pero sólo para llenar ciertas necesidades en materia de inteligencia.
SouthWeb no ha precisado el origen del error anteriormente publicado.
La organización de agricultores orgánicos Vía Campesina reportó que la Fundación Bill y Melinda Gates compró 500.000 acciones de Monsanto, pagando más de $ 23 millones de dólares, lo cual es una acción que destruye la máscara de “filantropía” . Otra asociación entre criminales que no fue inesperada.
Bill Gates controla más de 90 por ciento del mercado de patentes en el mundo de la computación, además de promocionar y financiar campañas de vacunación para laboratorios genocidas, y siendo responsable de experimentación ilegal con fármacos en países subdesarrollados, mientras Monsanto controla el 90 por ciento del mercado mundial de semillas transgénicas y semillas comerciales a nivel global, habiendo fundado Pharmacia, hoy de Pfizer. (ver La gran estafa alimentaria. La Monsanto de Bill Gates)
Guerra Económica y Militar contra Venezuela
El informe devela los orígenes de Academi: fue creada por Erik Prince en 1997 bajo el nombre de Blackwater Worldwide, algunos de cuyos dirigentes están vinculados a las iglesias evangélicas financiadas por el Pentágono.
Este ejército paramilitar o “contratista privado” desempeñó en Afganistán e Irak un papel comparable al de la “Orden de Malta” durante la guerra de Nicaragua. El presidente Billy Joe (Red) McCombs, quien ocupa el lugar 347 entre las personas más adineradas de Estados Unidos; John Aschcroft, ex secretario estadounidense de Justicia; y el almirante Bobby R. Inman, ex director de la National Security Agency (NSA) y director adjunto de la CIA.
Academi, trabaja fundamentalmente para el gobierno estadounidense y participó en la toma de Trípoli, la capital Libia y actualmente se dedica al reclutamiento de combatientes que son enviados a la yihad en Siria.
Según los informes “El impresionante crecimiento de Blackwater se debe en gran parte al proyecto de privatización de las fuerzas armadas de Estados Unidos impulsado por Donald Rumsfeld mientras estuvo a la cabeza del Departamento de Defensa. Como resultado del fracaso de esa política y de las actuales restricciones presupuestarias, Washington ha limitado las tareas confiadas a Academi a contratos de vigilancia o de escolta en ciertos teatros de operaciones y a la realización de operaciones secretas «no reconocidas». La reputación de Academi le ha permitido igualmente obtener contratos para el envío de mercenarios a pequeños Estados, esencialmente en el Golfo Pérsico.”
Luego de la enfermedad probablemente inducida por agentes tóxicos y la posterior desaparición física del Comandante Presidente Hugo Chávez, -del que Academi pudiera haber participado-, se comenzó a desplegar acercamientos de agentes estadounidenses a través de emisarios para modificar la Ley de Semillas en Venezuela: un paso para legalizar la introducción de Academi y MONSANTO con presencia de personal técnico y profesional para el desarrollo de variedades de cultivos transgénicos que aporten soluciones a la escasez de alimentos que padece el país, como consecuencia de su desarrollo basado exclusivamente en la producción de petróleo y en ausencia de medios de producción de alimentos para abastecer a los 30 millones de habitantes. Así, el objetivo final del gobierno de los Estados Unidos a través de Academi y Monsanto es apoderarse de la mayor reserva mundial certificada de crudo.
La presencia de Microsoft en Academi se orienta en la misma dirección: según uno de los tantos cables de Wikileaks sobre Venezuela un comunicado de la Embajada estadounidense en Caracas, dirigido al Departamento de Estado (cancillería estadounidense) y fechado en junio de 2006, prueba que las empresas transnacionales Microsoft e IBM se comunicaban con dicha embajada, entregándole informes e incluso información confidencial del gobierno venezolano y PDVSA.
La sola presencia de la Embajada en Caracas no es suficiente para recolectar información detallada geo-estratégica para futuras acciones sobre el gobierno de Nicolás Maduro. La presencia de MONSANTO, la solución al déficit alimentario a través de las nuevas tecnologías aportadas por empresas aliadas al pulpo transgénico, es la excusa perfecta para una invasión silenciosa, esta vez no proveniente de paramilitares colombianos enviados por sectores de la ultraderecha estadounidense y colombiana, sino por técnicos latinoamericanos-norteamericanos formados en la empresa de semillas presente en todos los países de la región.
Obama terceriza las invasiones
Según otro informe publicado recientemente, por Political Blind Spot se denunció que: “Muchos agentes de la CIA y ex militares trabajan para Blackwater o compañías relacionadas, las cuales buscan desviar la atención de su mala reputación y obtener cuantiosos beneficios comerciales. Estos mercenarios venden sus servicios que van desde información ilegal hasta inteligencia de infiltración, lobbismo político y entrenamiento paramilitar – para gobiernos, bancos y corporaciones multinacionales. Acorde a Scahill, los negocios con Monsanto, Chevron, y gigantes financieros como el Barclays o el Deutsche Bank, se canalizan a través de dos empresas cuyo propietario es Erik Prince, dueño de Blackwater: Total Intelligence Solutions y Terrorism Research Center. Estos organismos comparten funcionarios y directores con Blackwater- Academi.
Uno de los directores llamado Cofer Black, quien se hizo famoso por su brutalidad como dirigente de la CIA, fue quien hizo contacto con Monsanto en el año 2008 siendo cabeza de Total Intelligence. Monsanto contrató sus servicios para espiar e infiltrar organizaciones de derechos humanos, de animales, y actividades anti-transgénicas (además de ejercer control sobre otras corporaciones biotecnológicas y farmacéuticas).
La corporación Monsanto no sólo asesina personas con sus productos químicos, sino también a balazos y mediante “accidentes”. Sus víctimas son periodistas, activistas, políticos y cualquiera que suponga un obstáculo para sus planes de expansión. Al ser contactado por Scahill, el ejecutivo Kevin Wilson de Monsanto rehusó hacer comentarios, pero más tarde se confirmó a The Nation que Monsanto contrató a Total Intelligence durante 2008 y 2009, según la corporación “sólo para efectuar un seguimiento de información pública, de sus opositores”. El ejecutivo de Monsanto también proclamó que Total Intelligence era una “entidad totalmente separada de Blackwater”.
Los accidentes, las muertes, los sabotajes, el desabastecimiento, la guerra económica total desatada contra el gobierno bolivariano entran en el formato de las acciones emprendidas por estas corporaciones y las evidencias acumuladas deben ser tomadas en cuenta como una nueva probable vía de dominación, control y penetración del ejército de los Estados Unidos en la República Bolivariana de Venezuela.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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