Socios
| Beirut (Líbano)
Por Ghaleb Kandil
Ese cambio de tono se refleja sobre todo en la severa crítica contra Obama que hizo la célebre jueza Jeanine Pirro, el 12 de septiembre [de 2013], a través de FoxNews. Ese canal de televisión, dirigido por los conservadores, abrió un verdadero proceso político contra la decisión de la guerra contra Siria. Su conclusión fue que Barack Obama quiere emprender una nueva aventura bélica al servicio de al-Qaeda, que lucha contra el Estado sirio.
Y los hechos le han dado la razón. El primer vicedirector del Servicio Federal de Seguridad de Rusia (FSB), Serguei Smirnov ha declardo que entre 300 y 400 mercenarios rusos están luchando en las filas de los extremistas que operan en Siria. Esos mercenarios «acabarán regresando, lo cual representa –naturalmente– un gran peligro», indicó el responsable
El pasado miércoles, el ministro del Interior de Francia, Manuel Valls, declaró que 130 franceses luchan en las filas de los extremistas en Siria, subrayando seguidamente que su posible regreso a Francia es causa de inquietud debido al peligro que pueden representar esos individuos.
Ese cambio de actitud de los medios de prensa occidentales se debe, en primer lugar, al fracaso de la guerra que los gobiernos occidentales, las petromonarquías retrógradas del Golfo y Turquía desataron contra el Estado sirio desde hace dos años y medio. Además, todos los sondeos realizados en Estados Unidos, Francia, Alemania y Gran Bretaña han demostrado el rechazo de la opinión públicas de esos países a la guerra contra Siria. En el Reino Unido, el Parlamento incluso expresó la voluntad popular al rechazar la proposición del primer ministro David Cameron de participar en una acción militar directa contra Damasco.
El rechazo popular al inicio de una nueva guerra tiene su origen en las derrotas que Estados Unidos y sus aliados han sufrido en Irak, en Afganistán, en la franja de Gaza y en las tres guerras israelíes desatadas contra el Líbano –en 1993, 1996 y 2006. Esos conflictos tuvieron graves repercusiones en sus economías y dejaron además profundas huellas en la memoria colectiva de sus pueblos. La resistencia del Estado sirio ante la guerra universal que está enfrentando, la caída de la Hermandad Musulmana en Egipto y el debilitamiento de Turquía han venido a consolidar la opción de la opinión pública a favor de la paz.
La mayoría de los artículos e investigaciones publicados en los medios occidentales ofrecen al fin una imagen cercana de la realidad sobre lo que está pasando en Siria, con un Estado dispuesto a emprender reformas serias y que lucha contra bandas de mercenarios extremistas, en su mayoría miembros de al-Qaeda. Las fachadas «democráticas» que Occidente construyó para sus agentes se han desmoronado y aparece ahora el verdadero rostro de la rebelión. Takfiristas, criminales, asesinos de niños, violadores y caníbales, ¡esa es la composición de las bandas reclutadas, entrenadas, armadas, financiadas y alimentadas por las ilustres democracias de Arabia Saudita y Qatar!
En sus recientes apariciones en los medios occidentales, el presidente sirio Bachar al-Assad logró romper la muralla del silencio y mostrar a la opinión pública la verdadera imagen de lo que sucede en su país. Sus argumentos, su sentido común, su lógica, respaldados siempre con hechos, pruebas y cifras, han logrado convencer a muchas personas, tanto entre el ciudadano común como entre las élites intelectuales y los políticos honestos. Lo cual no quiere decir la opinión pública occidental se haya vuelto favorable al régimen [sirio] sino que ha comprendido la realidad sobre lo que está pasando en Siria, una verdad que la gigantesca máquina mediática, controlada por los gobiernos de Estados Unidos. de Europa y los emires del Golfo se esforzaron por esconder durante 2 años y medio. Después de haber ganado la batalla política y diplomática, con ayuda de su aliado ruso, y de haber tomado la iniciativa en la batalla militar, con el respaldo del Hezbollah y de Irán, Siria está ganando la batalla mediática.
El otro factor determinante en el cambio de actitud de la opinión occidental es la posición del Vaticano. La Santa Sede se opone resueltamente a toda agresión militar contra Siria. Su posición está determinada por su compromiso con la defensa de la causa de los cristianos del Oriente, cuya existencia se ve hoy amenazada por los takfiristas que pretenden destruir el último Estado laico del Oriente, que garantiza la libertad de religión de todos sus ciudadanos.
El día de plegaria por Siria, celebrado el 7 de septiembre por exhortación del Vaticano, reunió a millones de fieles en las iglesias del mundo entero, incluso en Estados Unidos. Ese impulso solidario ha sido también de gran importancia para la opinión pública.
Declaraciones y posicionamientos
Bachar al-Assad, presidente de la Repúblique Árabe Siria«Siria no está en guerra civil. Es una guerra, un nuevo tipo de guerra, contra decenas de miles de yihadistas de más de 80 nacionalidades diferentes. Lo que puedo decirles es que el 80% -algunos hablan del 90% porque no tenemos datos precisos– de esos terroristas son miembros de al-Qaeda y de sus organizaciones afiliadas.
Desde el principio de los hechos han muerto decenas de miles de sirios y 15 000 soldados, la mayoría en ataques terroristas, en asesinatos y atentados suicidas.
El ataque químico del 21 de agosto no fue perpetrado por las fuerzas armadas sino por los terroristas.
Siria tiene armas químicas y ese arsenal será destruido. Eso puede costar unos 1 000 millones de dólares y llevaría por lo menos un año.
No he decido aún presentarme para un nuevo mandato presidencial. Es demasiado pronto para hablar de eso. Tomaré mi decisión cuando llegue el momento de la elección.»
Vladimir Putin, presidente de la Federación Rusa
«Quisiera recordar que el arsenal químico de Siria apareció como una alternativa al arma nuclear israelí. Israel no necesita esa arma.
No puedo garantizar al 100% que lograremos llevar a cabo el plan de desmantelamiento de las armas químicas sirias, pero todo lo que hemos visto en los últimos días inspira confianza en que es posible hacerlo y que así se hará. Siria dijo estar dispuesta a sumarse y de hecho ya ha pasado a ser miembro de la Convención internacional para la Prohibición de las Armas Químicas. Yo saludo esos pasos concretos.
Tenemos todas las razones para creer que el ataque químico perpetrado el 21 de agosto cerca de la capital siria es una hábil provocación. Los documentos hablan de viejos obuses de fabricación soviética que el ejército sirio ya no utiliza.
No tenemos en Siria ningún interés particular que nos lleve a tratar de mantener el actual gobierno. Al ocuparse de la situación en torno a Siria, Rusia está tratando simplemente de consolidar los principios del derecho internacional.»
Mijail Bogdanov, viceministro ruso de Relaciones Exteriores
«El actual acercamiento entre las autoridades iraníes y la administración estadounidense es prometedor.
Hay que continuar los esfuerzos alrededor de la crisis siria para lograr la conferencia Ginebra 2. La iniciativa rusa sobre Siria exige un enorme trabajo para concretarla.
Las autoridades sirias estarán representadas en la conferencia Ginebra 2 por el jefe de la diplomacia, Walid al-Moallem. Sigue sin definirse el nivel de representación de la oposición siria, que está dividida –no se puede olvidar que la Coalición Siria no representa a todas las partes moderadas de la oposición.
Rusia despliega esfuerzos a favor de la preservación de la diversidad cultural y del diálogo entre las civilizaciones del Medio Oriente y discute esos temas con sus socios internacionales. La Iglesia ortodoxa rusa coopera en ese sentido con las iglesias orientales.
Estamos preocupados por [el futuro de] la presencia cristiana en el Medio Oriente a raíz de los incidentes en Siria, Egipto e Irak.»
Bechara Rai, patriarca maronita
«La guerra y la violencia no pueden engendrar otra cosa que guerra y violencia. Uno nunca puede decir que se puede realizar un ataque militar limitado porque nadie sabe lo que eso puede desencadenar. Lo fundamental es que el mundo entero respondió al llamado y rezó con el papa, tanto cristianos como musulmanes. Agradecemos al cielo que el tema haya tomado otro camino y que no se haya desencadenado una nueva guerra, con más destrucción, con más muertos y con más poblaciones desplazadas.
Ahora hay que desear que se dé otro paso a favor de la adopción de una solución para el conflicto en Siria por medios políticos y diplomáticos, a través de la negociación y el diálogo.»
Alain Marsaud, diputado UMP de los Franceses del Extranjero (10ª circunscripción)
«Después de los coptos de Egipto, será el turno de los cristianos de Siria. También en este caso Francia habría hecho mejor en defenderlos. Mi experiencia como ex responsable de la lucha antiterrorista en Francia me ha permitido sin dudas concebir un enfoque más prudente y menos guerrerista que los de ciertos dirigentes franceses.
El gobierno francés ha optado por la ruptura total con la autoridad oficial siria para coquetear con un Ejército Libre Sirio o con grupos violentos de naturaleza yihadista que promueven la charia, que están en todo caso muy lejos del laicismo y de la democracia que yo desearía ver instaurados en Siria en caso de cambio de régimen.
Francia optó, al menos en términos de discurso, por la vía de la implicación militar y se ha visto muy aislada junto a un aliado americano [estadounidense] que por cierto nunca ha dado la impresión de estar realmente a la escucha de nuestra diplomacia y que está haciendo su propio juego, sobre todo con Rusia.
En este momento, el jugador de ajedrez Vladimir Putin le ha dado un vuelco al juego y Francia se encuentra totalmente aislada. Yo diría incluso excluida de un dispositivo político y militar que ella misma había iniciado por iniciativa propia. Y no debemos lamentarnos de ello porque no estoy seguro de que nuestro país [Francia] tenga la capacidad militar [necesaria] para golpear los blancos de Assad. No estamos en un contexto libio, donde al parecer todo nos salió bien, sino ante un enemigo armado y decidido.»
No hay comentarios:
Publicar un comentario