LA MAFIA MIENTE

 La mafia cava su foso. Es la oportunidad de la gente común.

Un sabor de impotencia nos ha dejado este ciclo abundante en movilizaciones masivas. Durante más de dos años hemos estado en la calle, hemos dado argumentos, hemos tenido de modo abrumador, en consultas, en sondeos, hasta en las conversaciones cotidianas entre amigos, familiares y compañeros, el favor de la opinión pública, y sin embargo nada (parece) se ha movido. La mafia sigue alimentándose de nuestros derechos: del derecho a la vivienda, del derecho a no ser un endeudado de por vida y a no ser expoliado mediante engaño, del derecho a la sanidad y a la educación, incluso del disfrute de la solidaridad y de los esfuerzos de generaciones enteras, que el sistema de pensiones encarna… No hay duda, criminales de guante blanco han vendido todos esos derechos al poder económico y algunos más –ahora lo vemos claro—, a cambio de sobresueldos, de financiamientos ilegales a su aparato de partido, de prebendas y de regalos.

 La luz se ha proyectado sobre ellos, pero parece que la clase política se considerara inmune. La parafernalia institucional y su boato, en la que se envuelven nuestros delincuentes patrios, “representantes de la nación”, les protegen de las razones y del rechazo de esa “chusma”, que para vivir tiene, a diferencia de ellos, que trabajar. Y tan embebidos están en sí mismos, tan de espaldas a la gente común, que cuando se presentan ante esa plebe cansada, no pueden sino balbucear tonterías: indemnizaciones en simulado y en diferido, que nada es verdad salvo alguna cosa, que me equivoqué al confiar en quien no lo merecía…Porque ¿es que no son tontos? ¿No nos votaron? Frágil expediente del voto, que intuyen que ya no funciona, que demoscópicamente se les escapa. Saben que no representan, saben que no son legítimos, saben que van a caer, sólo están fingiendo, dándose tiempo. Y por eso es nuestro momento, el momento de la gente común.

No es un pronóstico alucinado, es un hecho demoscópico que es nuestra oportunidad, que el círculo de la impotencia se resquebraja. Ya hagan pactos PPPSOE, para que ciertos casos sociatas se archiven, ya se protejan entre bambalinas, mientras nos montan un circo, hay un límite absoluto en sus operaciones. Habría que decírselo: ¡es la demoscopia, estúpidos!

A fecha de hoy los datos nos hablan de que en caso de que el gobierno cayese y se convocasen elecciones, no habría sino una crisis de gobernabilidad. Y por eso las cuentas de unas movilizaciones masivas que contribuyan a horadar el régimen y a propiciar esa crisis de gobernanza, nos salen, ¡vaya que si nos salen! Sería francamente difícil formar gobierno: el número de sufragios insuficientes, las alianzas imposibles… un gran agujero institucional se abriría y éste podría ser llenado por el común, por sus ansias de democracia, por sus derechos. El poder no se encontraría, en tal caso, arriba, donde está dividido y fragmentado, sino abajo. Porque si jugamos bien nuestras bazas, únicamente se podrá acceder al Ejecutivo bajo el imperativo de un cambio de sistema, de un proceso constituyente, que no reactivaría la partidocracia, sino el poder ciudadano. Y es que es en la calle donde tenemos que decirlo bien alto y claro: vosotros, la mafia, carecéis de poder, no sois soberanos; lo somos nosotros, la gente común, la gente honrada. 

 

El 5-Oct todas a Sol. Por la disolución de las Cortes. Para un cambio de sistema desde abajo.

Texto de EnRed

@enRedMad

 

OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA