Declaran a Al-Sisi héroe de Israel. La izquierda europea está tan confundida que no puede distinguir entre un gobierno democrático y una dictadura militar
Entrevista de Efraín Chury Iribarne en CX36 Radio Centenario de Montevideo, Uruguay. Programas Mañanas de Radio.
Chury: Para el comienzo, en vez de elegir yo el tema, te diría que eligieras tú el tema con el que arrancamos en el día de hoy...
Petras: Bueno, arrancamos con la visita del Papa a Brasil, que tiene bastante importancia por la asistencia, por las conversaciones con los gobernantes y el mensaje que ha mandado. Me parece muy importante hacer un análisis de fondo.
En general podríamos decir que el Papa Francisco representa lo que podríamos llamar el populismo conservador. Es decir, tiene un estilo y un mensaje hacia la jerarquía de que deben ir al pueblo, deben actuar con más humildad, no sean mandones, se deben acercar a la gente.
Dice que tiene vocación de ser servidor del pueblo, eso es el populismo. Pero la parte conservadora también critica al socialismo, al marxismo y también tenemos que decir que al liberalismo, pero no afirma ningún mensaje en favor de algo. Dice que debe tratar con los pobres pero sin respaldar las principales exigencias por la igualdad, contra la explotación, contra el capital financiero.
¿Entonces, qué mensaje trae? ¿Qué luchas va a apoyar? No se define frente a las últimas grandes movilizaciones en Brasil por el transporte, la educación, contra las grandes empresas agrominerales, la corrupción dentro del gobierno de Dilma donde están mezclados los contratistas capitalistas con un gobierno autotitulado Partido de los Trabajadores.
En este sentido creo que en primera instancia el mensaje de Francisco está dirigido a tratar de competir con los evangelistas que han tomado casi a un tercio de los ex-fieles de la iglesia. Es decir, la asistencia de los fieles ha bajado un tercio en los últimos 40 años y es la principal preocupación, cómo volver a ganar a esa gente.
Además, el papa analiza por qué los evangelistas se están ganando a los católicos. Y aparentemente la estructura organizativa del evangelista da más participación a los fieles. Cantan, bailan, tocan el tamboril, se sienten identificados con sus actividades espirituales mezclados con otros aspectos musicales. Y no sabe cómo contestar a eso. Dice que la iglesia debe adaptarse a los modismos del pueblo, hablar un lenguaje más popular.
Al fin de cuentas puede ser que estas cosas mejoren la posición competitiva entre los creyentes, pero no va a tocar a la gran masa de las favelas si no trae inversiones en nuevas casas, nuevos empleos, una política pública que toque los grandes intereses del capital que no pagan impuestos.
Entonces, es más sobre estilo, sobre una manera de hacer populismo de la calle pero sin tener ninguna actitud consecuente sobre la política económica y eso me parece que define al conservatismo. No quiere atacar a los capitales reales existentes, no quiere tocar los grandes dueños de la economía, pero critica la teología de la liberación.
No creo que vaya a tener un gran impacto a mediano plazo. En el corto plazo, en el evento, con el espectáculo en Copacabana llegaron 3 millones que no son pocos pero, a fin de cuentas, cuando los pobres vuelven a las favelas ¿qué van a encontrar? Si van los misioneros a tocar manos y puertas obviamente van a chocar con la policía, con el gatillo fácil. ¿Y cómo va a reaccionar la iglesia frente a eso?
El Papa ha hecho un gran impacto publicitario, ha ganado la simpatía de los centro-izquierdistas porque no los atacó, los invitó a conversar, a buscar la colaboración de clase entre ellos, un tipo de contrato social. Pero precisamente ahora es el momento en que el centro izquierdismo está bajo ataques, tanto en Argentina por el contrato con Chevron, Humala está bajo presiones en Perú, Dilma está bajo ataques por los proyectos faraónicos de los juegos olímpicos y el mundial de fútbol mientras está dejando de lado a los marginados.
Un pacto Papa–centroizquierda un poco tardío, ya están en declive y él quiere abrazar a los que están en declive en vez de buscar alguna forma de acercar las grandes movilizaciones populares en la actualidad.
Chury: Aprovecho justamente lo que estás diciendo porque aparentemente dentro de 3 años todo será repetido en Cracovia por el propio Papa Francisco I. Esto tiene muchas lecturas, Pero, ¿qué quiere decir repetir en Cracovia lo que hoy fue en Brasil?
Petras: En Polonia también, que es supuestamente un país muy católico, han dejado de asistir a la iglesia casi dos tercios de los fieles. Las políticas clericales en Polonia, por ejemplo, contra el aborto, contra los anticonceptivos, contra todas las necesidades que tienen los trabajadores, ha creado una crisis en la iglesia. Recuerda que durante el período comunista muchos católicos fueron a las iglesias, pero como forma de agruparse, de organizarse contra los mandatarios de esa época.
Pero una vez que subieron al poder los católicos, con Lech Walesa, empezaron a cerrar empresas, empezaron a imponer las leyes de restricciones sobre las mujeres. Eso creó una brecha entre el gobierno y el catolicismo por un lado, y las mayorías de trabajadores sin trabajo, sin pensiones y marginados de los grandes proyectos gubernamentales.
El Papa no vaya a tener un impacto como tenía el papa polaco, por ejemplo, en el pasado cuando podía causar una rebelión contra los poderes establecidos. Ahora los católicos son gobernantes y son el punto de conflicto.
En el futuro vamos a ver otros tiempos, con otra política, y el Papa juega un doble papel aquí. Por un lado critica lo que llama el capitalismo salvaje, pero no se define frente a lo que han perdido los obreros con la caída del comunismo, el bienestar social, los alquileres subvencionados, el empleo pleno. Entonces se queda en una situación bastante complicada.
Chury: El mundo no sólo termina con el Papa en Brasil ni el Papa en Cracovia, hay otros temas que en este momento preocupan a la humanidad y sé que están precisamente en tu preocupación y en tu análisis y de eso es que queremos seguir hablando...
Petras: El segundo tema de gran importancia es Egipto donde el jefe militar, Abdel Fatah al-Sisi, ha declarado guerra contra los musulmanes desarmados que están protestando contra el golpe de Estado y han sufrido masacre tras masacre. Hay más de 200 muertos en una simple noche del fin de semana y es obviamente ahora que los militares en Egipto están actuando por encargo de EEUU y de Israel.
Ayer, uno de los diarios de más circulación en Israel declaró a al-Sisi como un héroe de Israel porque está cerrando todos los túneles que sirven para mover mercancía desde Sinaí hacia Gaza. Y también al-Sisi está atacando a Hamas, está acusándolos de ser terroristas. En otras palabras Sisi es un títere de Israel, es un títere de EEUU, está de rodillas frente a estos dos poderes mientras ataca al pueblo islámico en Egipto.
Nunca hemos visto tanta brutalidad, tantos muertos, tanta masacre como hemos visto ahora. Debe ser una lección para todos estos izquierdistas en Francia, en París, en Inglaterra y otras partes que apoyaron al golpe de Estado llamándolo una “revolución progresista” que está buscando los derechos democráticos, socialistas. En vez de enfrentar la realidad de que estas movilizaciones sólo servían para poner en el poder a un Pinochet árabe, un Videla árabe.
Ahora empieza la purga, la intervención en la prensa, el control sobre la política externa por parte de EEUU. Mursi no era un gran presidente pero fue electo y mantenía alguna independencia frente a Israel. Eso ya es historia.
al-Sisi es mucho peor que el viejo dictador Mubarak que tenía su propia máquina política para controlar. Los militares no tienen una máquina, sólo tienen la fuerza, las balas, las masacres para consolidar su poder. Y esa es otra gran tragedia que hemos visto, cómo la izquierda está tan confundida que no puede distinguir entre un gobierno democrático y una dictadura militar.
¿Qué ha pasado con la izquierda tan estúpida, tan ignorante? Los izquierdistas que pontifican sobre el marxismo cuando se aplica a un caso concreto no pueden reconocer la diferencia entre gobiernos elegidos y dictaduras militares.
Chury: El otro día nos sentimos realmente sorprendidos cuando nos describías el tema de Detroit. ¿La realidad en Detroit sigue siendo la misma?
Petras: Sí, Detroit no tiene ningún futuro dentro del sistema capitalista aquí. Ya con la globalización, la libre circulación del capital, la desregulación, la quiebra del sindicalismo, las grandes empresas habían abandonado Detroit, y sin la gran industria Detroit no tiene alternativa. Entonces, sólo introducen servicios, centros para conferencias, equipos de deporte, pero no generan ningún nuevo empleo. Lo que queda de Detroit es simplemente la destrucción de una ciudad, grandes fábricas abandonadas y una ciudad fantasma. Por esta razón debemos entender que el imperialismo norteamericano ha concentrado todos sus recursos en las conquistas externas, las agresiones, abandonando la ciudad, las grandes ciudades.
Obama, por ejemplo, ha dicho categóricamente que el gobierno no va a intervenir. Prefiere que la ciudad y los interventores eliminen a los sindicatos, eliminen o bajan las pensiones, aumenten el costo para pagar planes de salud y la gente que se vaya. Que se vayan de Detroit y busquen trabajo en cualquier otro lado. Ese es el mensaje de Obama y del Congreso, que también está metido en esto.
No hay ninguna posibilidad de reconstruir la ciudad como ciudad, tan sólo podría ser una ciudad con círculos concéntricos. En el centro podría haber nuevas oficinas, un centro cultural, lugares de diversión, casinos, etc. Pero alrededor del círculo central hay toda una periferia que está destruida y no hay ningún plan para reconstruir esa parte de la ciudad porque no hay ninguna inversión que pudiera generar nuevos empleos y salarios decentes.
Chury: James Petras, sólo nos queda agradecerte...
Petras: Quiero hacer un comentario pequeño sobre el comienzo de las negociaciones entre Palestina e Israel, que no ofrece nada positivo para los palestinos más allá de que Abbas va a EEUU.
Primero, Washington es partidario de Israel, es el centro de todas las organizaciones sionistas. Y dado eso no hay ninguna concesión importante que salga de los israelitas, sólo van a exigir que los palestinos acepten algunos bantustanes, islas de asentamientos árabes en un mar de judíos sionistas.
Segundo, el canciller Kerry nombró como principal mediador a Martin Indyk, que es un sionista de toda la vida, en Washington lo llaman “el abogado de Israel”. Toda su vida ha servido como un gran apoyo de Israel en todos sus crímenes, en todas sus guerras y toda su política en relación con los árabes.
Martin Indyk es como el hermano de Netanyahu. Entonces, no hay negociaciones aquí ni mediador, están los EEUU e Israel de un lado y de otro lado están sólos los palestinos. Esa es una negociación muy desigual sin ninguna imparcialidad de EEUU, nombrando al abogado de Israel como su principal interventor con antecedentes de sabotear cualquier negociación favorable a los palestinos. Esa es la tragedia.
Abbas, que tiene una fortuna de más de 400 millones de dólares en bancos externos, y nada habla de eso, está dispuesto a entrar en negociaciones que no tienen ninguna perspectiva, recuperar las tierras de antes de la guerra del 67.
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