Terry Holdbrooks, quien fue guarda de seguridad en la prisión de Guantánamo, tras convertirse al Islam, se ha dedicado a denunciar el maltrato que sufren los presos en este centro penitenciario, en la base estadounidense en Cuba.
Holdbrooks, de 29 años de edad, afirma que sus superiores habían ordenado a los guardas de seguridad que no tuviesen ningún trato con los prisioneros y que no los considerasen humanos.
Asegura, también, que una de las directrices de sus superiores era tratar con la fuerza a los presos, e incluso, inspeccionarles totalmente el cuerpo. Sin embargo, hace hincapié en que ninguno de sus compañeros aceptó tratar a los reclusos según marcaban las normativas ya que lo consideraban inmoral.
Los responsables de seguridad de la prisión de Guantánamo han ratificado que, después de 11 años de esfuerzos, no han conseguido ningún documento o prueba legal contra los 166 presos de esta cárcel.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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