de estado en EEUU
Golpe de estado en EEUU
Frida Modak
Santiago. Por Frida Modak, ALAI | 24 julio de 2013
Las
revelaciones de Edward Snowden acerca de la envergadura del sistema de
espionaje de Estados Unidos están provocando una serie de hechos que superan
las expectativas y que superan también lo que el propio Snowden hubiera podido
esperar al darlas a conocer.
El
gobierno estadounidense, por su parte, sólo piensa en cómo castigar al
exempleado de su servicio de inteligencia y formula toda clase de amenazas que
no le han dado ningún resultado, porque el asunto es netamente político y en
ese plano lo importante no es encarcelar a Snowden, lo que con toda seguridad
generaría un movimiento de apoyo a su favor.
Más
aún, en Estados Unidos han surgido planteamientos sorprendentes y acusaciones
al actual gobierno de ese país que ni los más furibundos críticos le habían
formulado hasta ahora.
En
cambio, Rusia ha sido infinitamente más sabia, no se ha involucrado en el
problema, se ha limitado a proporcionarle a Snowden la posibilidad de vivir en
paz después de haber hecho público lo que su conciencia le indicaba que debía
dar a conocer.
China
no se ha inmutado porque tampoco tiene motivos para hacerlo y los aliados
europeos de Washington actúan como si recién se enteraran de que los estaban
espiando, al punto de que la canciller alemana Ángela Merkel ha sugerido que la
Unión Europea debe aprobar leyes más duras para enfrentar el espionaje en
Internet.
El
diario alemán Bild, uno de los más importantes de ese país, dejó en situación
difícil a la canciller al señalar que los servicios de inteligencia germanos
sabían del espionaje y que incluso habían participado en situaciones
calificadas de "peligro".
Los
otros países europeos, que también estaban al tanto de lo que ocurría, han
optado por no hacer comentarios. China se ha marginado del asunto y mientras
los estadounidenses se pronuncian en contra del espionaje, el gobierno de ese
país se lleva una inesperada sorpresa.
"La
verdad no pronunciada"
El
título completo del artículo al que nos estamos refiriendo es "The
Unspoken Truth-Coup d´etat in America" (La verdad no pronunciada-Golpe de
Estado en América). El autor es el Dr. Paul Craig Roberts, "economista y
periodista paleoconservador", según lo define Wikipedia.
El
resumen biográfico de Roberts indica que fue subsecretario del Tesoro en el
gobierno de Ronald Reagan y se le considera uno de los fundadores de la
reaganomía. Fue editor y columnista de The Wall
Street Journal, Business Week y Scripps Howard News Service.
Señala
Wikipedia que "en política exterior, sus convicciones son opuestas a las
de los neoconservadores. Se mostró partidario de las tesis de la conspiración
interna con respecto a los atentados del 11 de septiembre de 2001, se opuso la
guerra de Irak. Igualmente es crítico de la política estadunidense con
Irán".
En
el primer párrafo, el artículo que ha publicado ahora Roberts señala: "El
pueblo [norte] americano ha sufrido
un golpe de Estado, pero duda de reconocerlo. El régimen que hoy gobierna en
Washington carece de legitimidad constitucional y legal. Los [norte] americanos están gobernados por usurpadores
que reclaman que la rama ejecutiva está sobre la ley y que la Constitución de
Estados Unidos es un mero pedazo de papel".
"Un
gobierno inconstitucional —agrega— es un gobierno ilegítimo. El juramento de
lealtad exige la defensa de la Constitución «contra todos los enemigos, externos
e internos». Como los Padres Fundadores lo dejaron claro, el enemigo principal de la
Constitución es el gobierno mismo. Al poder no le gusta estar limitado y atado
y constantemente trabaja para liberarse de sus restricciones".
"La
base del régimen de Washington —sigue Roberts— no es sino el poder usurpado. El
régimen de Obama, como el régimen de Bush/Cheney, no tiene legitimidad. Los
americanos están oprimidos por un gobierno ilegítimo que se rige no por la ley
y la Constitución, sino por mentiras y la fuerza. Los que gobiernan ven la
Constitución de Estados Unidos como «una cadena que ata nuestras manos»".
Roberts
afirma también que el apartheid de Sudáfrica era un régimen más legítimo que el
de Washington, al igual que el apartheid israelí en Palestina, que el talibán
también es más legítimo y que "Muammar Gaddafi y Saddam Hussein eran más
legítimos".
Como
se puede apreciar, en el país del norte hay una pugna de gran envergadura,
misma que Paul Craig Roberts pone de manifiesto en forma pocas veces vista. El
artículo completo se puede encontrar en Global Research E-Newsletter (newsletter@globalresearch.ca).
Demandas
Mientras
todo esto se ventila, una serie de organizaciones le han demandado al gobierno
estadounidense que ponga fin al espionaje electrónico. Al mismo tiempo, ha
quedado en evidencia que éste implica un buen negocio para las empresas que se
dedican a interferir las comunicaciones.
Se
estima que hay tarifas que proporcionan grandes ganancias a los que se dedican
a este negocio. At&t pide 325 dólares por iniciar el "trabajo" y
10 dólares diarios por mantener la comunicación, y como el espionaje es en
grande, las utilidades también.
Una
coalición de derechos humanos integrada por líderes religiosos e incluso
partidarios de la legalización de las drogas, presentaron una demanda judicial
en Estados Unidos en contra de la Agencia de Seguridad Nacional, el
Departamento de Justicia y el FBI para que no se permita la continuación de
"un programa ilegal e inconstitucional de vigilancia electrónica".
El
asunto es bastante más complejo de lo que imaginaron los que lo iniciaron y la
prueba está en que los rusos ganaron este round, los chinos no se metieron
siquiera y los europeos han hecho mutis mientras el gobierno estadounidense
recibe el chaparrón.
(*) Frida Modak, periodista, fue Secretaria de
Prensa del Presidente Salvador Allende.
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