Francia mantiene una “vigilancia absoluta” por la amenaza terrorista que pesa sobre el país tanto desde fuera como en el interior de sus fronteras, afirmó el viernes el presidente francés, François Hollande, seis días después del ataque de un desconocido a un soldado francés.
Hollande, que habló durante una entrevista radiotelevisada, garantizó la protección de los ciudadanos ante el terrorismo y subrayó que el país galo nunca ha cesado sus esfuerzos para salvaguardar a la gente.
El pasado sábado, un militar francés fue apuñalado en el cuello por una persona desconocida en una localidad periférica de París, capital de Francia.
Y ante las críticas sobre la falta de coordinación entre los distintos departamentos de información, Hollande exigió mayor y mejor cooperación entre los diferentes servicios de información franceses. “Prestamos atención a que ninguna información pueda dejar de ser tratada”, agregó el mandatario galo.
Por otra parte advirtió sobre los franceses que viajan a las zonas en conflicto, donde acceden a armas y vuelvan al país galo con ciertas ideas que podrían poner en peligro la seguridad de Francia.
No es el único país, cuyos ciudadanos estarían participando en conflictos en otros países y a lo que revierte el terrorismo que exportan o fomentan: la Policía de Bélgica arrestó en abril a 6 personas acusadas de reclutar a jóvenes para las filas de los grupos terroristas sirios que luchan contra el Gobierno de Damasco. Unas ochenta personas, según las autoridades belgas, habrían sido envidadas a Siria para participar en la guerra que sostienen las bandas armadas contra las fuerzas de seguridad del país árabe.
Un reciente estudio pone de manifiesto que cientos de europeos se han unido a los grupos armados en Siria. Se estima que entre 140 y 600 europeos se han trasladado a Siria desde el comienzo del conflicto en este país árabe, hace más de dos años.
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