Etiquetas

domingo, 2 de junio de 2013

EL GOBIERNO ORDENA A HACIENDA QUE SE ABSTENGA DE ACUSAR A LA INFANTA CRISTINA DE DELITO FISCAL POR EL CASO NÓO




Tanto el presidente de la Agencia Tributaria, Miguel Ferre, como la directora general, Beatriz Viana, ya han recibido instrucciones para que eviten proceder contra la hija del rey. La monarquía es especie protegida.
 
La  dirección de la Agencia Tributaria tiene instrucciones muy claras de su  responsable directo, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, para que los representantes del Fisco  en el procedimiento judicial del caso Nóos eviten a toda costa perseguir o acusar a la hija del rey, Cristina de  Borbón y Grecia, a pesar de que el instructor de la causa, el magistrado  José Castro, la imputó por haberse beneficiado de los delitos fiscales  supuestamente cometidos por su marido, Iñaki Urdangarin, en la  administración de Aizóon, propiedad al 50% de los dos miembros del  matrimonio, y el instrumento que utilizaban para apoderarse de los  fondos que lograban de las administraciones públicas, según aseguran fuentes de la  Hacienda.

Y,  en este caso, apuntan las mencionadas fuentes, no se trata de una  ocurrencia del ministro. Montoro ha transmitido a sus subordinados una  decisión colegiada del Consejo de Ministros y especialmente defendida por  el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy.
En  el discurso de Navidad de 2011, y a cuenta del incipiente escándalo del Instituto Nóos, el rey Juan  Carlos declaró de forma solemne que "todos los españoles son iguales ante  la ley". Olvidó precisar que él es el único  ciudadano irresponsable ante los tribunales y que la cuestión de la  igualdad no queda tan clara cuando el objetivo de la Justicia se  apellida Borbón y, además, es su hija. El Gobierno está decidido, aun  así, a minimizar tanto como pueda la grave crisis institucional en la  que está sumida España.

Incluso  si el precio es dejar en evidencia al jefe del Estado. El Ejecutivo de  Mariano Rajoy ha hecho balance en los últimos días y está dispuesto a  transmitir el mensaje de que unos españoles son más iguales que otros  ante la ley. A pesar de que el partido del Gobierno vive su particular via crucis con el caso Bárcenas.
Primero la cadena de mando de la Fiscalía obligó al representante del Ministerio público en el caso Nóos,   Pedro Horrach, a recurrir la decisión del juez instructor del fraude a   las administraciones a recurrir la imputación de la infanta Cristina, la  única integrante del consejo de administración de Nóos que no estaba   imputada. Horrach cumplió las órdenes del fiscal general del Estado,  Eduardo Torres Dulce y del fiscal jefe Anticorrupción, Antonio Salinas.

Horrach  logró su objetivo cuando la Audiencia de Palma decidió anular la  decisión del juez Castro de imputar en la causa principal del caso Nóos,  por el que estudia pedir hasta 17 años de cárcel para Urdangarin, una  condena que se vería reducida a 4 años si el duque consorte de Palma  admite su culpa y devuelve el dinero defraudado a las administraciones.  Aún así, de los tres magistrados de la Audiencia que tomaron la  decisión, uno emitió un voto particular que defendía la actuación del  juez Castro.

Un fallo abierto

Y   el auto final, a pesar de que desestimaba la imputación de la infanta en la causa principal, sugería que Cristina de Borbón sí podía ser  imputada por delito fiscal. Castro aprovechó esta última grieta en el  fallo de la Audiencia –que, por cierto, no descartaba definitivamente la   imputación de la infanta, sino que invitaba al instructor a recabar más  pruebas– y, apenas unos días después la imputó por delito fiscal sin que  Horrach pudiera hacer nada porque, al fin y al cabo, el juez estaba  siguiendo la doctrina de su instancia superior.

En  las últimas semanas, Montoro se ha mostrado tajante con el presidente  de la Agencia Tributaria, Miguel Ferre, y con la directora general del  organismo, Beatriz Viana: deben asegurarse de que la Hacienda pública no  acusa a la infanta aunque finalmente Castro logre  imputarla en el procedimiento. Los responsables de la Agencia Tributaria   tienen que aleccionar a todo el cuerpo de abogados del Estado, no sólo a  los de Palma.

Es  cuestión de días que Castro remita la parte de la causa que afecta a la  Comunidad Valenciana al Tribunal Superior de la comunidad ante la  inminente imputación del expresidente de la Generalitat, Francisco  Camps, y de la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, ambos  aforados porque son diputados autonómicos. Así que la Abogacía del  Estado de Valencia también tiene que estar al día de las instrucciones  del Gobierno de evitar acusar a la infanta Cristina.

Está por ver si Horrach recibe instrucciones en el mismo sentido. Su papel de abogado de los Borbón en Palma, a pesar de que el caso ha avanzado por la  estrecha colaboración del fiscal anticorrupción con el juez Castro, ya  le ha quemado suficiente y, de repetirse, un buen fiscal podría verse  carbonizado. Además, aunque el fiscal acuse, si la Abogacía del Estado  considera que no ha habido perjuicio para las arcas públicas, es difícil  que la infanta llegue a sentarse en el banquillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario