G. Fiction
Cuando se trata de un acto en el que la
presidenta de Castilla-La Mancha tiene que mezclarse entre la gente
siempre le surge el mismo problema: los paisanos lejos de acercarse a
saludarla sonrientes y agradecidos por su visita, la esperan con una
protesta que le recuerde su nefasta gestión al frente de la región. Es
por eso, que para que Dolores de Cospedal pueda visitar la aldea más
remota de CLM siempre tenga que ir escoltada por dos lecheras.
La procesión del Corpus Christi de
Toledo es un acto multitudinario en el que los presidentes de
Castilla-La Mancha tradicionalmente se dan un baño de masas al más puro
estilo casposo de la España profunda. Allí era donde Bono siempre sacaba
su lado más falangista junto con el Cardenal Cañizares, y donde
Cospedal ha lucido su peinta con más “orgullo”.
Pero el año pasado ocurrió algo
inesperado para la caspa toledana. Desafiando el ambiente fanático que
se vive en la procesión (similiar al de la semana santa sevillana o
vallisoletana), grupos de colectivos y plataformas afectadas por los
recortes empezaron a abroncar a Cospedal a su paso por las estrechas
calles del casco. Especialmente en el tramo de la Diputación, pero
incluso en la entrada a Zocodover (momento culminante y de “extasis”
colectivo del Corpus) hubo un grupo de profesores que sacaron las
camisetas verdes, y se pusieron a corear cánticos en defensa de la
educación público, tuviendo que salir echando hostias, cuando los ultra
católicos se les tiraban al cuello con ánimo de agredirles (luciendo su
tolerancia crisitana)
.
Lo que sirvió de acicate para que muchos se animaran a asistir a la
procesión de este año y ver cara a cara a su presidenta. No era ningún
secreto, y el Gobierno de Cospedal seguro que lo sabía, el
enfrentamiento era inevitable.
El desprecio continuo de Cospedal hacia
el pueblo castellanomanchego, ha animado a numerosos colectivos a
organizarse para el Corpus de este año, y esperarla por el recorrido de
la procesión para darla el recibimiento que se merece. Y Cospedal en un
ejercicio de cobardía digno de su talla política, ha decidido hacer las
maletas y esconderse en Bruselas, para evitar dar la cara ante el
pueblo. Por otro lado, será la primera vez que un Presidente de
Castilla-La Mancha no asiste para legitimar los valores nacional
catolicistas del Corpus Christi de Toledo, lo que no nos deja de llenar
de una doble satisfacción.
MOVILIZACIÓN 1- PEINET
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