La fuerte ofensiva neocon que estamos sufriendo no es un intento coyuntural
de desmantelamiento de lo público. La estafa llamada “crisis” o los procesos
avanzados de privatización mediante el expolio de lo común, más conocidos como
“recortes”, son la punta de una lanza que empezó a forjarse hace muchos años en
los despachos de ciertos políticos desalmados y bien organizados que no pararán
hasta saciar el hambre despiadada de su único guía, el capital.
Porque, no nos engañemos, la situación económica actual no es la causa de nada sino más bien la excusa perfecta para que las élites financieras y la clase dirigente culmine un latrocinio gestado durante mucho tiempo.
Leamos lo siguiente:
La versión filtrada proponía introducir cheques educativos, acabar con la
financiación estatal de la educación superior, congelar los beneficios sociales
y establecer un servicio de salud basado en aseguradoras.
La versión original iba mucho más lejos, incluyendo tasas obligatorias en
la escuela junto con “una drástica reducción de los recursos destinados al
sector público”, tasas universitaria que cubrieran el coste total de los
estudios y la ruptura del vínculo que en aquel momento existía entre
prestaciones sociales y precios.
Pero las propuestas de privatización más controvertidas de la versión original eran las relativas al servicio de salud: “Por lo tanto, merece la pena que consideremos fijarnos un plazo de tiempo para acabar con la provisión estatal de servicios sanitarios para el grueso de la población, de modo que las instalaciones médicas estarían en manos privadas, tanto en lo referente a la titularidad, como al funcionamiento, y quienes solicitaran servicios médicos deberían pagar por ellos… El estado se haría cargo de los costes de quienes no pudieran permitirse pagar, mediante alguna forma de descuento o reembolso”
La única excepción podría ser el cuidado institucional a largo plazo de los “mentalmente discapacitados, ancianos” que “claramente no podrían permitirse pagar”.
No se trata de un fragmento de una novela de Huxley o George Orwell que anticipa nuestro presente a modo de premonición.
No. En absoluto. Lo que acabamos de transcribir es parte del plan de desmantelamiento del Estado del Bienestar que la Dama de Hierro y su gabinete pergeñaron allá por 1982.
NOTA DEL BLOG : RECORDEMOS QUE EL THINK TANK ESPAÑOL SE LLAMA "FAES" DIRIGIDO POR JOSE MARIA AZNAR.
Porque, no nos engañemos, la situación económica actual no es la causa de nada sino más bien la excusa perfecta para que las élites financieras y la clase dirigente culmine un latrocinio gestado durante mucho tiempo.
Leamos lo siguiente:
Pero las propuestas de privatización más controvertidas de la versión original eran las relativas al servicio de salud: “Por lo tanto, merece la pena que consideremos fijarnos un plazo de tiempo para acabar con la provisión estatal de servicios sanitarios para el grueso de la población, de modo que las instalaciones médicas estarían en manos privadas, tanto en lo referente a la titularidad, como al funcionamiento, y quienes solicitaran servicios médicos deberían pagar por ellos… El estado se haría cargo de los costes de quienes no pudieran permitirse pagar, mediante alguna forma de descuento o reembolso”
La única excepción podría ser el cuidado institucional a largo plazo de los “mentalmente discapacitados, ancianos” que “claramente no podrían permitirse pagar”.
No se trata de un fragmento de una novela de Huxley o George Orwell que anticipa nuestro presente a modo de premonición.
No. En absoluto. Lo que acabamos de transcribir es parte del plan de desmantelamiento del Estado del Bienestar que la Dama de Hierro y su gabinete pergeñaron allá por 1982.
NOTA DEL BLOG : RECORDEMOS QUE EL THINK TANK ESPAÑOL SE LLAMA "FAES" DIRIGIDO POR JOSE MARIA AZNAR.
Texto
original:
Margaret
Thatcher's role in plan to dismantle welfare state revealed
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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