11.02.2013.
El
jefe de la delegación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC), Iván Márquez, subrayó este domingo que las
conversaciones son “un proceso de paz y no de sometimiento”.
“Este es un proceso de paz no de sometimiento,
habrá que preguntarle al pueblo si quiere que se arroje al olvido el
tema del saqueo minero energético pretendido por la voraz política
neoliberal, que atenta contra la soberanía y al sostenibilidad
ambiental”, explicó Márquez.
Destacó que han avanzado y coincidido en el
“propósito de dar acceso progresivo a la tierra a la mayor parte de
colombianos que no la posean o la posean de manera insuficiente”.
Uno de los mayores aspectos que se deben
discutir en los diálogos es el ''dar acceso a la tierra al mayor número
de colombianos que no la poseen'' dijo y Márquez y añadió que en el
grupo armado ''estamos dentro de la agenda desarrollándola y
nutriéndola''.
Agradeció las propuestas que “con su sabiduría las organizaciones sociales y políticas nos han hecho llegar”.
Asimismo subrayó que si el gobierno persiste en
sus proyectos minero - energéticos ,deberá prescindir de la idea de
desarrollarlos sobre el territorio que el país necesita con urgencia,
para garantizar su soberanía alimentaria”.
Ruben Zamora, también integrante de la
delegación de FARC, pidió al gobierno de Colombia la declaración de un
estado de emergencia sanitaria y humanitaria para las cárceles del país,
así como la liberación inmediata de los prisioneros de guerra con
enfermedades terminales.
El vocero de las FARC denunció la violación
flagrante a los derechos humanos “que comete el gobierno de Colombia sin
que se le vea intención alguna de rectificación”.
“Alrededor 9 mil 500 prisioneros políticos
viven el calvario del sistema penitenciario colombiano, que en realidad
se ha convertido en un laberinto de tortura vejaciones y muertes para
los reclusos de cualquier índole”, señaló Téllez.
Agregó que “el 90 por ciento de los prisioneros
políticos son actores civiles encarcelados con la intención de
desmantelar las organizaciones populares y aplastar la inconformidad
popular, frente a la injusticia social que existe en Colombia”.
“El panorama carcelario es de hacinamiento,
fetidez, suicidio, asesinatos y enfermedades (...) Prisioneros ciegos,
lisiados, paralíticos o muertos a causa de la desatención médica”,
explicó el delegado de las FARC.
Más temprano, el jefe de la delegación del
Gobierno colombiano en los Diálogos de Paz, Humberto de la Calle,
enfatizó que el Ejecutivo no abrirá la agenda de conversaciones a temas
nuevos planteados por las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia
(FARC) desde su plataforma política.
La cuarta ronda de negociaciones entre la
guerrilla y el Gobierno de Colombia llegó a su fin este domingo y se
espera que reanuden las conversaciones el próximo 18 de febrero en La
Habana.
El pasado 19 de noviembre el Gobierno
colombiano y las FARC establecieron una mesa de negociaciones para
alcanzar el fin del conflicto armado con el tema de la política del
desarrollo agrario integral entre las prioridades de discusión, para
construir una “paz estable y duradera”.
Otros puntos de la agenda establecida incluyen
temas como las garantías para la participación ciudadana, el fin del
conflicto armado y la solución al problema de las drogas ilícitas.
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