(Se siguen riendo de nosotros/as.
“Los empresarios no somos culpables de
la crisis, hemos creado riqueza”. – Gerardo Díaz
Ferrán.
Sí, somos anarquistas. Nos llamarán locos/as,
pero hace tiempo venimos pensando que esto está montado para que unos/as manden
y acaparen, mientras otros/as obedecemos para poder quedarnos con las migajas.
Poco a poco, nos van quitando también las migajas. Y cuanto menos nos dan, más
consiguen que nuestra vida dependa de lo poco que nos dan. Como ya no es sólo
cosa de anarquistas y “antisistemas” pensar esto, ya no les hace falta
disimular. Porque se ve en el día a día, desde que uno/a se levanta y con un
poco de suerte desayuna, no tiene dinero para pagar el metro para poder ir a
buscar un trabajo que no existe o para vender su tiempo en un empleo absurdo e
innecesario, para poder pagar una casa que no es suya o un tratamiento privado
si se pone enfermo/a… Y todo esto porque hay que apechugar, arrimar el hombro y
sacrificarse por el sistema. Porque “Solamente se puede salir de la crisis
de una manera, que es trabajando más y, desgraciadamente, ganando
menos”
Porque, ¿qué le pasa a un/a trabajador/a
cualquiera cuando no paga una multa, una deuda o se retrasa en sus impuestos?
Que le generan intereses hasta el fin de los días, embargos, desahucios… Que se
tiene que quitar de comer o deshacerse de lo poco que tiene para poder pagar. Y
ahora, como novedad, abonar unas tasas judiciales inconcebibles si se le pasa
por la cabeza que su deuda es injusta y quiere recurrirla.
¿Qué le pasa a un/a rico/a que ha evadido
impuestos? Que mete su dinero en una cuenta suiza, o se inventan una medida que
se lo perdona todo y se le permite regularizar lo que no había declarado con
unas condiciones muy ventajosas y sin consecuencias. El resultado: de
los 12.000 millones de activos no declarados que se han aflorado con la amnistía
fiscal, se han recaudado 1.200, menos de la mitad de lo que se había
previsto. El resto tendremos que ponerlo nosotros/as prescindiendo del
café de media mañana, de las prestaciones por desempleo, o trabajando hasta
después de los 70 años, como pretenden Arturo Fernández y Juan Rosell, sucesores
de Díaz Ferrán en la dirección de la CEOE (y herederos también de sus artes
oratorias).
Para que no se nos tache de parciales, habrá que
dejar claro que Díaz Ferrán no ha salido por ahora muy bien parado de su
aventura. Mientras se redactan estas líneas se encuentra en la prisión de Soto
del Real, escribiendo sus memorias. Según la prensa gratuita, echa en falta la
gomina y las maquinillas de afeitar del economato son demasiado precarias para
él. Aunque le deseemos todo lo peor a él y a los miembros de su “banda” por su
carroñerismo y su contribución despreciable a toda la miseria de este mundo, la
sola existencia de las prisiones y lo que en ellas sucede a quienes no tienen
contactos, ni un kilo de oro en un calcetín, es infinitamente más grave e
importante que la falta de gomina. Pero ya hablaremos de eso más adelante…
La que no está en la cárcel, sino en un despacho
más grande que el oval de Obama en la Casa Blanca, es Ana Botella. Así describe
a la alcaldesa de Madrid el diario alemán Der Spiegel, que también afirma que el
ayuntamiento mantiene una deuda de más de mil millones de euros, mientras la
alcaldesa dispone de una persona cuya única función es servirle el café a ella y
a sus invitados/as. Esperamos al menos que esta persona cobre un sueldo, porque
no nos extrañaría que tuviera contrato de becario/a. Lo cierto es que se
repite la fórmula en la que ellos/as no se privan de nada, mientras nosotros/as
tenemos que pagar su crisis con sumisión y precariedad. No seremos
nosotros/as quienes otorguen legitimidad para esto (ni para nada que maneje
nuestra vida) a un cargo electo, o a un/a empresario/a alzado/a por la sociedad
de la meritocracia; pero tampoco se puede pasar por alto lo flagrante que
resulta cuando quienes nos restriegan sus privilegios por las narices son los/as
infinitamente obsoletos/as aristócratas, cuya existencia es absurda de por sí,
nacidos/as bajo la marca de la bestia para dominar y acaparar. Unos/as nacen y
otros/as se hacen; pero, misteriosamente, se acaban juntando.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario