El gobierno del PP nos ha mentido tanto, nos ha engañado a todos, desprecia de tal modo a los ciudadanos que en menos de un año ha agotado su crédito y las posibilidades de seguir sorprendiendo y defraudando en lo que atañe a la cruda realidad.
No pudiendo cometer muchas más fechorías, ni sintiéndose con valor para
anunciar más barbaridades, se ve compelido a seguir burlándose haciendo cábalas
sobre el futuro y vendiendo esperanzas donde no hay más que negritud. Y es así
como se han empezado a divulgar previsiones sobre el momento en que la crisis
económica concluirá, y en particular cuando la recesión actual se superará. Cada
miembro del gobierno, con la desvergüenza que le es propia, avanza, los más
deshonestos, tipo Báñez, para el final de 2013 la recuperación y la inflexión en
la evolución negativa del paro y los menos impúdicos, a lo largo de 2014, todos
desde luego, sin distinción, actuando como obscenos políticos.
Cabría exigirles una explicación. Que nos razonaran los cambios que tendrán
lugar para que sobrevenga ese giro esperado y el resurgir de los brotes verdes.
Que relacionaran su política recesiva actual, con un Presupuesto extremadamente
restrictivo para 2013, con la expansión pronosticada. Sin embargo, como es
inútil esperar una respuesta, hay que dejar sentado que hasta donde se prolonga
la vista del horizonte no hay recuperación posible sino profundización de la
crisis, con los riesgos inherentes a una situación inestable y si se quiere
explosiva.Ha bastado, por ejemplo, la dimisión del primer ministro italiano, Monti, para que se hayan repentinamente desatado de nuevo las alarmas y puesto punto final a la relativa tranquilidad de los mercados financieros en las pasadas semanas. Ese es el porvenir que nos espera, agitado, inseguro, incontrolable, hasta que el volcán de la crisis irrumpa.
El gobierno del PP, por robar como se corea en las manifestaciones, ya nos
ha hurtado también el futuro
La clave de la refutación de cualquier pronóstico favorable está en
considerar que ni el sector exterior ni el sector público evolucionan para
aliviar la insostenible carga de la deuda. Los análisis más correctos de la
crisis ponen el acento en el enorme endeudamiento que soportan todos los entes o
sectores económicos: las familias, las empresas productivas, el sector
financiero, las Administraciones Públicas y el propio país frente al
exterior.Pues bien, empezando por el sector exterior, después de haberse hundido la economía y haberse generado millones de parados, todavía la balanza de pagos por cuenta corriente registrará en 2012 un nuevo déficit, que, inexorablemente, incrementará el endeudamiento exterior. Los pasivos exteriores brutos de la economía española al final de 2011, cabe recordarlos, superaban los 2,3 billones de euros.
Si se toma en consideración el sector público, a pesar de los muchos recortes y ajustes y la degradación social, habrá un nuevo déficit este año, significativo por lo demás , quizás próximo al 8 % del PIB, por lo que la deuda pública en circulación seguirá aumentando y con ello los problemas financieros detoda la economía.
Dicho de otro modo, al final de 2013 la situación económica del país se habrá agravado (por no mencionar el deterioro social), y, a menos que se produzca un milagro, a los que la economía cada vez es menos propensa, cabe concluir que, de recuperación, nada. El gobierno, por robar como se corea en las manifestaciones, ya nos ha hurtado también el futuro.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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