26.11.2012
“Hay que seguir sus huellas y su ejemplo de vida generosa”. Este es el mensaje que la Iglesia católica ha lanzado en refenrencia a Francisco Franco en la misa que se ha celebrado este sábado para honrar la figura del exdictador y del falangista José Antonio Primo de Rivera con motivo del trigésimo séptimo aniversario de su muerte.
Reunión del facherío Treinta y siete años después, la misma iglesia en la que se escenificó el posible cambio de régimen, ha sido de nuevo el escenario elegido por el facherío para rendir tributo al exdictador.
El cura franquista El encargado de lanzar el mensaje oficial de la Iglesia sobre Francisco Franco ha sido Joaquin Melero, sacerdote que llegó a besar una bandera franquista en el año 2009 tras oficiar una misa en honor a los Caídos. “No me arrepiento de haberla besado. Lo volvería a hacer”. “Es que la Iglesia es así”, declaró entonces a este periódico dejando clara la conexión existente entre parte del clero y la extrema derecha.
“Seguir las huellas de Franco” Ha sido al finalizar la misa, en el rito de la conclusión, cuando en relación a Francisco Franco y José Antonio Primo de Rivera el párroco de Los Jerónimos ha señalado que “el mejor obsequio, el mejor agradecimiento a los mejores de los nuestros, que dieron su vida por nosotros, por una España en paz, prospera, hermanada, solidaria es seguir sus huellas y su ejemplo de vida generosa”. Resulta llamativo que precisamente un sacerdote católico inste a seguir “las huellas de Franco”, un dictador responsable de la muerte de cientos de miles de personas por el hecho simplemente de no pensar como él. ¿No dice el quinto mandamiento ‘no matarás’? Sólo por poner un ejemplo, firmó numerosas sentencias de muerte una vez autoproclamado “Caudillo de España por la gracia de Dios”.
Vivas a Franco Tras sus palabras, muchos de los asistentes (que llevaban desde banderas falangistas a guantes de cuero en la mano derecha) han comenzado a corear el grito de Franco, dificultando el comienzo de la Salve, la oración de súplica a la Virgen. El escándalo ha sido tal que el párroco ha solicitado, con poco éxito, que no se pronunciase ningún grito dentro del templo. Finalmente, a la salida de la Iglesia, los fieles han entonado el Cara al Sol y han solicitado la instauración de un nuevo régimen de extrema derecha.
Fuente: El PLural
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