25.08.'2012
Está claro que estos espacios en el tiempo semi
vacacional me dejan un poco descolocado, me voy unos días y cuando
vuelvo me quiero actualizar en segundos, y aunque mi cabeza es de gran
tamaño, mi procesador ya anda muy desfasado y claro se me pasan por alto
muchas cosas, una la última facistaida de Ruiz Gallardón, de renovar el
título de marqués a los herederos del genocida Queipo de Llano.
Siempre
he tenido muy claro, que Queipo de Llano no fue uno más, o sí, pero fue
tal vez el único de los generales golpistas que provocaron tantos
muertos en la zona republicana como en la de los golpistas. Si, muchos
de quienes murieron defendiendo la legalidad fueron asesinados por los
partidarios de los generales golpistas, pero muchos de quienes murieron
en la zona controlada por el Gobierno legítimo, fue por culpa del
General Queipo de Llano y sus exabruptos ante los micrófonos de Radio
Sevilla.
Era la estrella de la radio fascista. Toda su personalidad, cruel,
bufonesca y satírica, con mal genio y peor intención. Soltaba las
barbaridades que le pasaban por la cabeza, sin calcular las
consecuencias, con su voz borracha de aguardiente, acompañado por sus
secuaces.
A continuación un breve resumen de este genocida:
Sus emisiones estaban repletas de anécdotas groseras, chistes,
insultos, cosas tan absurdas como estremecedoras, hablaba de los
asesinatos cometidos por sus fuerzas durante el día, de los que
cometerían al día siguiente cuando entrasen en tal ciudad o pueblo, de
lo que habían hecho con las mujeres e hijas de los republicanos, de lo
que al día siguiente iban a hacer con las mujeres e hijas de los
republicanos del pueblo o ciudad donde fuesen a entrar los
golpistas. Llamaba a Prieto, cacique, gordo, estafador, a la Pasionaria
le llamaba prostituta de burdel, pero con sus aguardentosas, mentiras
que eran tomadas por ciertas, especialmente en el caso de La Pasionaria,
mujer de un minero, que llevaba una vida austera y combativa y que si
se le llamaba la Pasionaria era por su gran elocuencia. Sus emisiones
de borracho, en ocasiones le hacían decir verdades y en cierta ocasión
llego a decir “Canalla fascista” en lugar de “canalla marxista”.-
Alguien le corrigió y sus palabras fueron estas:
“¡Qué más da!», dijo el general. « Los dos son canallas» Y luego,
sin detenerse: «Sí, canalla roja de Málaga, espera hasta que llegue ahí
dentro de diez días! Me sentaré en un café de la calle Larios bebiendo
cerveza y por cada sorbo mío caeréis diez. Fusilaré a diez» continuó a
voz en grito, «por cada uno de los nuestros que fusiléis aunque tenga
que sacaros de la tumba para hacerlo. “
La mayoría de sus programas acababan de manera parecida « ¡Canalla
marxista! Canalla marxista, repito, cuando os cojamos sabremos cómo
trataros».
Ocurría pues que en las zonas leales que estaban próximas a caer
en manos de los golpistas, tomaban venganza por anticipado provocando
muertes entre las gentes sospechosas de apoyar el golpe.
Queipo de Llano, aparte de un genocida, fue un traidor, bueno, como
todos aquellos que se levantaron en armas contra el gobierno legítimo
de la república. Había sido republicano desde la caída de la monarquía,
juró fidelidad al gobierno, que puso en él su confianza, para después
faltar a su juramento y traicionarle. Sus retransmisiones sembraron el
terror por igual en ambos bandos sembrando el terror y la muerte en los
dos lados de la trinchera.
No solo asesinaba a los republicanos, sino que también a quien
asesinase le estaba permitido robar los bienes del asesinado, así lo
relata Paqui Maqueda:
“Tras su asesinato sus bienes fueron incautados según el Bando de
noviembre que el excelentísimo General del Sur, Don Gonzalo Queipo de
Llano, urdió para quedarse con los bienes de las personas que eran
“ajusticiadas” por su condición de rojos. Sin más tribunal ni juez que
las órdenes que éste criminal de guerra (conocido como el “carnicero de
Sevilla”) dictaba a placer. La casa pasó a manos del Estado y su mujer y
sus dos hijos de 17 y 5 años de edad, fueron acogidos por familiares
temporalmente”.
Algunas perlas de este marqués:
Antes de entrar en Malaga:
“¡MALAGUEÑOS! Me dirijo en primer lugar a los milicianos engañados.
Vuestra suerte está echada y habéis perdido. Un círculo de hierro os
ahogará en breves horas; porque si por tierra y aire somos los más
fuertes, la Escuadra leal a la dignidad de la Patria os quitara toda
esperanza de huida, ya que la carretera de Motril está cortada.”
Después de entrar en Málaga, cuando los civiles huían, fueron
masacrados sin tener en cuenta que se trataba de familias enteras, con
mujeres y niños, por la aviación franquista y así lo relataba el señor
marqués con su voz de borracho:
“A los tres cuartos de hora, un parte de nuestra aviación me
comunicaba que grandes masas huían a todo correr hacia Motril. Para
acompañarles en su huida y hacerles correr más a prisa, enviamos a
nuestra aviación que bombardeó incendiando algunos camiones.”
Promovía la violación masiva de mujeres y niñas, que ofrecia a legionarios y moros como si fuesen parte del botín:
“Nuestros valientes Legionarios y Regulares han enseñado a los
cobardes rojos lo que son hombres de verdad, y a sus mujeres. Esto está
justificado, porque estas comunistas y anarquistas predican el amor
libre. Ahora, al menos, sabrán lo que son hombres de verdad, y no
milicianos maricones. No se van a librar por mucho que berreen y
pataleen.”
Creaba odios, provocando muertes entre republicanos y fascistas, se
llegaba a dar el caso de gentes de izquierdas que mataban a otros de
izquierdas para librarse ellos de la muerte, pero también otros que
asesinaban a personas por la sospecha de que fuesen derechistas y
pudiesen ser asesinados antes o después por ellos:
” Mañana tomamos Peñaflor, así que vayan las mujeres de los rojos
preparando sus mantones de luto. Estamos decididos a aplicar la ley con
firmeza inexorable: Morón, Utrera, Puente Genil, ir preparando
sepulturas. Yo os autorizo a matar como a perros a todo aquél que se
resista a vosotros, que si lo hiciereis así, quedaréis exentos de toda
culpa.”
Cogió prisioneros a los familiares del general Miaja:
“Miaja, tengo a tu familia y ellos pagarán con sus vidas lo que tú hagas. Uno a uno, con sus pieles haremos carteras y petacas.”
Promovía la venganza y el odio:
“Ya conocerán mi sistema: por cada uno de orden que muera, yo
mataré a diez, y a sus dirigentes que huyan, los sacaré de la tierra…y
si están muertos los volveré a desenterrar y los volveré a matar.”
En San Fernando quedaron atrapados muchos civiles que huían del
terror de la guerra fratricida, así se refería a ellos el señor marqués
de Ruiz Gallardón:
“En San Fernando tenemos a muchos familiares de los tripulantes de
la escuadra pirata, nos servirán de rehenes y sus vidas responderán de
los nuestros que mueran en San Sebastián. La célebre Pasionaria la ha
tomado conmigo porque no se da cuenta de que la admiro, por haber sabido
ascender desde criada de 30 reales a primera figura del régimen.”
Así recuerda el cronista Arturo Barea la entrada en Sevilla de las tropas golpistas:
“Una vez consolidada Sevilla, el Tercio y los Regulares llegados de
Cádiz, desataron el terror africanista en los barrios que aún
resistían, con uso indiscriminado de artillería pesada.”
“Cuando atacaban estas tropas, no conocían límite a su venganza
ante la muerte de un legionario, y degollaban a su paso a cuantos
hombres encontraban hasta que se entregaba el que había cometido el
crimen. Yo fui testigo ocular de su paso por barrios en los que sólo
quedaron incendios y calles sembradas de hombres, mujeres y niños
degollados.”
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