Este
macrodispositivo trata de afrontar posibles movilizaciones de
colectivos anticapitalistas que puedan llegar también de otros puntos de
Europa, ante la presencia en la capital catalana del máximo órgano
rector del BCE.
El
ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, subrayó hace días la
importancia de que Barcelona, Catalunya y España transmitan una imagen
"de seguridad y convivencia pacífica" al mundo durante esta cita.
Hay
dos centros de coordinación de este macrodispositivo: uno estatal en la
Delegación de Gobierno que encabezará el secretario de Estado de
Seguridad, Ignacio Ulloa, y otro en la Conselleria de Interior dirigido
por el conseller, Felip Puig.
La
Policía Nacional y la Guardia Civil, además de prestar vigilancia en el
entorno del Hotel Arts y en el Forum de Barcelona --donde se producirán
los encuentros--, se harán cargo de sus proximidades y de su subsuelo, y
su presencia también será visible en las calles.
La
policía autonómica catalana se encarga básicamente de garantizar la
seguridad en la ciudad, aunque de momento ninguna entidad ha anunciado
concentraciones contra el BCE, más allá de las caceroladas diarias
convocadas desde los propios domicilios por el movimiento 15M para los
tres días que durará la reunión.
La
única cita reivindicativa destacable para este jueves es la
manifestación universitaria convocada en contra de la subida de las
tasas y que coincide en el tiempo con la cita del BCE.
Según
han explicado fuentes de Interior a Europa Press, dentro del operativo
de los Mossos d'Esquadra se han instalado a lo largo de la ciudad varias
cámaras de videovigilancia móviles que retirarán una vez finalicen las
reuniones.
Además,
protegen algunos puntos clave de la ciudad en los que sospechan que
pueden producirse incidentes, entre ellos las sedes de los principales
partidos.
También
la Guardia Civil ha duplicado sus efectivos en el Aeropuerto de
Barcelona para garantizar la seguridad de las instalaciones, las
aeronaves y los pasajeros durante la reunión, dedicando especial
atención a los vuelos procedentes de países europeos y de otras
comunidades autónomas.
Hasta
este miércoles en El Prat no se había producido ningún incidente
destacado ni ninguna detención en estos días previos a la reunión del
BCE.
También
con motivo de la reunión, se ha suspendido el acuerdo de Schengen, y la
Policía Nacional ha reforzado la vigilancia en la frontera con Francia,
deteniendo hasta el mediodía de este miércoles a 17 personas y denegado
la entrada a España a otras 43 en los primeros días de aplicación desde
que comenzó, el 28 de abril.
Según
ha informado el citado cuerpo policial, unos 1.300 agentes han
controlado a más de 240.000 personas desde que el sábado se levantó el
tratado en los pasos fronterizos de La Jonquera, Portbou, Puigcerdà,
Camprodon, Les y Canfranc, así como en las fronteras aéreas de los
aeropuertos de Barcelona y Girona.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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