Un
grupo de médicos madrileños está dispuesto a recurrir la objeción de
conciencia para seguir atendiendo a los inmigrantes que pierdan la
tarjeta sanitaria. "Lo hacemos por humanidad y por obligación".
El Colegio de Médicos de Madrid admite que la insumisión médica es difícil de canalizar, aunque recuerdan que los médicos están obligados a cumplir su propio código deontológico en el que se dice que "el médico debe atender con la misma diligencia y solicitud a todos los pacientes, sin discriminación alguna".
"Hay que seguir garantizando la universalidad de la sanidad". Ese es el motor que mueve a este colectivo de médicos madrileños que está dispuesto a seguir atendiendo a los inmigrantes, tengan o no tarjeta sanitaria. Para ello recurrirán a la objeción de conciencia que les ampara su propio código ético en el artículo 32.
Lo hacen por dos motivos, el primero, por una convicción puramente humana,
y segundo por su propio código deontológico. "Es difícil de aceptar que
una sociedad deje a un lado de la cuneta a un colectivo tan importante
de personas como son los inmigrantes. Además, estamos obligados a
hacerlo", explica Miguel, que trabaja desde hace años como médico de
atención primaria en un ambulatorio de Madrid.
Según se recoge en el artículo 5 del código deontológico de ética médica "El
médico debe atender con la misma diligencia y solicitud a todos los
pacientes, sin discriminación alguna", y eso es lo que van a hacer, no
discriminar a nadie.
La
implicación de algunos médicos madrileños con sus pacientes no es
nueva. "A mí me resulta muy difícil pensar que tendré que dejar de
atender a personas que llevo asistiendo desde hace mucho tiempo . Quizás para la ley estas personas no tienen nombre, pero para mí sí lo tienen.
Detrás de cada una de ellas hay historias. Por eso, yo difícilmente
podré negarme a atenderlas si lo necesitan", admite Miguel.
La idea de esta insumisión médica surge de la propuesta que ha lanzado la Coordinadora Antiprivatización de la Sanidad de Madrid (CAS). Aún están evaluando el calado que tendrá esta objeción de conciencia entre los médicos. "O nos ponen un policía en la puerta o esos pacientes serán atendidos", reconoce este médico.
"Un
grupo de médicos, un grupo de amigos, le pagamos a un ¡nmigrante una
prótesis para la pierna que perdió en su viaje en patera para llegar a
nuestro país. Eso forma parte de nuestra vida cotidiana. Porque nos
implicamos con la gente que estamos atendiendo... ¡Y ahora nos piden que
les demos la espalda...! Eso es muy difícil de asumir", zanja este
médico de atención primaria, tras el
decreto aprobado por el Ministerio de Sanidad para restringir la
asistencia sanitaria a los inmigrantes que no tengan regularizada su
situación en España.
A la espera de conocer el impacto y el seguimiento que tendrá este seguimiento, el Colegio de Médicos de Madrid admite que esta insumisión será difícil de canalizar, aunque recuerdan que los médicos se deben a su propio código deontológico.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
No hay comentarios:
Publicar un comentario