El
error que acaba de costar la vida a 5 militares estadounidenses
en Afganistán reveló a la opinión pública internacional que
Estados Unidos está utilizando bombarderos nucleares con fines
convencionales… y también pone de relieve los peligros que ello implica.
Manlio Dinucci aborda el tema.
La noticia de que 5 militares estadounidenses murieron bajo «fuego amigo» en Afganistán es mucho más importante de lo que han dado a entender los medios de prensa.
De hecho, esos medios evitaron mencionar el hecho que los 5 militares
–que no eran simple soldados sino miembros de las fuerzas especiales
(las que están participando activamente en la guerra secreta que
actualmente se desarrolla en Afganistán)– murieron como resultado de un
error cometido por un bombardero estadounidense B-1 que ellos mismos
habían solicitado para destruir una posición enemiga.
El B-1 Lancer, del que se produjeron 100 ejemplares durante los años 1980, es un bombardero furtivo de ataque nuclear capaz de volar 12 000 kilómetros sin reabastecerse. Al terminar la guerra fría, 68 de esos aparatos fueron adaptados al uso de diferentes tipos de armamento no nuclear, fundamentalmente bombas de fragmentación, bombas teledirigidas a través de sistemas de localización GPS y misiles de crucero. Después de haber sido utilizado para bombardear Irak en 1998 y Yugoslavia en 1999, el B-1 fue utilizado masivamente en Afganistán a partir de 2001 y en Irak desde 2003. En este video puede verse un B-1 mientras bombardea una localidad afgana con bombas de fragmentación.
Como los bombarderos B-1 Lancer pueden
también transportar bombas y misiles nucleares su uso en una acción de
guerra real deja abierta la puerta a una rápida mejoría cualitativa del
dispositivo militar gracias al uso eventual de dichos bombarderos en un
ataque nuclear. Lo mismo sucede con los bombarderos estratégicos
estadounidenses B-2 Spirit, concebidos para su uso en ataques nucleares y
que también fueron utilizados con armas no nucleares en las guerras
contra Yugoslavia, Irak y Libia. Dos B-2 Spirit llegaron el domingo de
Estados Unidos a la base inglesa de Fairford, donde se integran a un
grupo de 3 fortalezas volantes B-52. «El posicionamiento en Europa de
bombarderos estratégicos estadounidenses reforzará la interoperabilidad
con nuestros aliados», declaró el almirante Haney, jefe del Mando
Estratégico de Estados Unidos. Por supuesto, eso incluye a Italia,
diligente guardiana de las bombas nucleares estadounidenses.
Fuente
Il Manifesto
Il Manifesto
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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