La presidenta, antes de su ingreso.| Reuters- Debe guardar reposo durante 30 días y evitar viajar en avión
La presidenta argentina, Cristina Fernández, viuda de Kirchner y de
60 años, ha recibido este domingo el alta hospitalaria tras permanecer
seis días ingresada en la Fundación Favaloro en Buenos Aires, donde
había sido operada el martes para extraerle un hematoma en el cráneo.
Ahora deberá guardar "estricto reposo" durante un mes, según ha informado un comunicado del equipo de médicos que la ha atendido en el centro. "Debido a la favorable evolución posoperatoria se ha decidido el egreso hospitalario de la presidenta" y su vuelta a la residencia oficial, reza la nota hecha pública.
En los próximos días –agrega el parte- los cirujanos quitarán los puntos de sutura en la cabeza de la mandataria y la someterán a varios estudios neurológicos y neuroquirúrgicos. La presidenta seguirá supervisada por los doctores de la Unidad Médica Presidencial.
El portavoz presidencial, Alfredo Scoccimarro, ha trasladado que la presidenta se encuentra "de excelente ánimo". "Les manda un beso a todos", ha agregado.
La presidenta argentina había sido ingresada en secreto el sábado 5 por la mañana. Por la noche se supo que había sido sometida a estudios médicos que descubrieron problemas de salud.
El principal, un hematoma intracraneal causado por un golpe en la cabeza que había recibido el 12 de agosto pasado, en circunstancias que no han sido aclaradas. La Casa Rosada informó de que la jefa de Estado debía cumplir reposo durante un mes en la residencia del barrio Olivos.
Sin embargo, el lunes 7 Fernández regresó de urgencia a la clínica Favaloro, tras sentir un hormigueo en el brazo izquierdo y pérdida de fuerza muscular. Por ello, los médicos decidieron proceder a la intervención quirúrgica, que se llevó a cabo el martes 8.
El vicepresidente Amado Boudou ocupa formalmente la presidencia de la República, aunque las decisiones administrativas y políticas de gobierno, según la prensa porteña, son adoptadas por el secretario legal del poder ejecutivo Carlos Zannini y el primogénito de la mandataria, Máximo.
Además del hematoma, la presidenta sufre de forma crónica arritmia cardíaca e hipotensión sanguínea. Por este último problema padeció varias lipotimias que le obligaron a cancelar viajes y actividades propias de su función.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
Ahora deberá guardar "estricto reposo" durante un mes, según ha informado un comunicado del equipo de médicos que la ha atendido en el centro. "Debido a la favorable evolución posoperatoria se ha decidido el egreso hospitalario de la presidenta" y su vuelta a la residencia oficial, reza la nota hecha pública.
En los próximos días –agrega el parte- los cirujanos quitarán los puntos de sutura en la cabeza de la mandataria y la someterán a varios estudios neurológicos y neuroquirúrgicos. La presidenta seguirá supervisada por los doctores de la Unidad Médica Presidencial.
El portavoz presidencial, Alfredo Scoccimarro, ha trasladado que la presidenta se encuentra "de excelente ánimo". "Les manda un beso a todos", ha agregado.
La presidenta argentina había sido ingresada en secreto el sábado 5 por la mañana. Por la noche se supo que había sido sometida a estudios médicos que descubrieron problemas de salud.
El principal, un hematoma intracraneal causado por un golpe en la cabeza que había recibido el 12 de agosto pasado, en circunstancias que no han sido aclaradas. La Casa Rosada informó de que la jefa de Estado debía cumplir reposo durante un mes en la residencia del barrio Olivos.
Sin embargo, el lunes 7 Fernández regresó de urgencia a la clínica Favaloro, tras sentir un hormigueo en el brazo izquierdo y pérdida de fuerza muscular. Por ello, los médicos decidieron proceder a la intervención quirúrgica, que se llevó a cabo el martes 8.
El vicepresidente Amado Boudou ocupa formalmente la presidencia de la República, aunque las decisiones administrativas y políticas de gobierno, según la prensa porteña, son adoptadas por el secretario legal del poder ejecutivo Carlos Zannini y el primogénito de la mandataria, Máximo.
Además del hematoma, la presidenta sufre de forma crónica arritmia cardíaca e hipotensión sanguínea. Por este último problema padeció varias lipotimias que le obligaron a cancelar viajes y actividades propias de su función.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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