EL ESPERPENTO MEDIÁTICO TRAE MUCHA PUBLICIDAD,
IMPRESCINDIBLE PARA MANTENER VIVO AL TEATRO Y A SUS INTÉRPRETES
Absolutamente todos los medios de comunicación de carácter hegemónico,
participaron (y aún lo hacen) en el esperpento montado por los gobiernos de
EE.UU. y Corea del Sur, respecto del peligro que presuntamente supone la
capacidad defensiva de la República Popular de Corea, constamente amenazada y
sancionada a nivel internacional por ser un país soberano, libre e
independiente.
Los rifirrafes a tres bandas, hinchados mediáticamente por los dueños de las
cadenas periodísticas al servicio del neoliberalismo, han logrado parte de su
principal objetivo: satanizar al gobierno de Kim Jong Il y santificar al
auténtico culpable del único holocausto nuclear en toda la historia de la
humanidad: Los Estados Unidos de Norteamérica.
Hoy parece que la intervención de Rusia y China (que advirtieron a Jong Il
de que “no respondiera a las amenazas”) ha logrado que Corea del Sur haga una
oferta de diálogo a su vecino del norte, para regresar al ambiente de
convivencia pacífica que acostumbra a romper el amo de Washington, cuando este
necesita desviar la atención mundial de otros escenarios como Afganistán, Siria
y Palestina.
NO ES MALO VER TV, SINO CREER LO QUE SE DICE EN ELLA,
INCLUÍDOS LOS ANUNCIOS
Seúl ha formulado una propuesta de conversaciones inmediatas para aliviar
las tensiones en la península, como así lo ha confirmado en una rueda de prensa
el ministro sureño Ryoo Kihl-jae, subrayando que la noche del miércoles envió un
mensaje dirigido a las autoridades norcoreanas, proponiendo emprender las
negociaciones.
Como ya escribimos en su día, la calma sucede a esa tempestad informativa,
creada para obener una enorme dosis de publicidad en programas, debates y
noticieros, que satisfacen a una audiencia ávida de violencia y sumida en una
ignorancia supina.
No hay mayor negocio que unos cuantos millones de telespectadores bien
desinformados.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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