
EL
FRENTE AMPLIO COMBATE CONTRA UNA OPOSICIÓN DE EXTREMA DERECHA, UN
EMPRESARIADO NOSTÁLGICO DE LA DICTADURA Y UNA CORTE DE JUSTICIA PODRIDA
El presidente José Mujica prepara su cuarto año de mandato con
llamados a la unidad del gobernante Frente Amplio (FA) y frente a una
oposición envalentonada por controvertidas decisiones de la Suprema
Corte de Justicia (SCJ) acerca de leyes que afectan a involucrados en
los crímenes de la dictadura.
En pocos días, la SCJ apartó a una jueza que investigaba unos 50
casos de violación de los derechos humanos durante la dictadura
(1973-1985), eliminó una ley que procesaba a los represores y criminales
de lesa humanidad y frenó otra que pretendía aplicar un impuesto a los
grandes terratenientes del país.
El gobierno de Mujica, respetuoso de la soberanía del Poder
Judicial, criticó no obstante las medidas de la SCJ, promoviendo una
invitación a que sus miembros concurrieran al Parlamento para explicar
sus motivaciones, la cual fue rechazada.
La oposición aprovechó para criticar al ejecutivo por pretender “presionar” al Poder Judicial.

LA SUPREMA CORTE DE JUSTICIA CONVIERTE A URUGUAY EN UN ESTADO VIOLADOR DE LOS DERECHOS HUMANOS
Simultáneamente, en una manifestación poco común en los últimos
tiempos, cientos de uruguayos protestaron frente a la sede de la SCJ por
el traslado de la jueza Mariana Mota y por la paralización de los
procesos contra represores.
El escritor Eduardo Galeano y el músico Daniel Viglietti, entre
otras personalidades, parlamentarios, dirigentes sindicales, políticos y
de las organizaciones humanitarias criticaron a la SCJ y muchos de
ellos denunciaron que se abrían las puertas a la impunidad.
El Partido Comunista sostuvo que la SCJ “tiene que hacerse responsable de colocar al Uruguay como un Estado violador de los Derechos Humanos“.
El FA anunció que recorrerá “todos los caminos legales”
contra la SCJ y la senadora Lucía Topolansky, esposa del presidente
Mujica, tampoco descartó la posibilidad de un juicio político contra esa
institución.
Este fin de semana, prácticamente todas las fuerzas populares
propusieron un amplio abanico de medidas para enfrentar lo que
describieron como “una ofensiva
reaccionaria para defender los intereses de los grandes terratenientes y
la impunidad de los violadores de los derechos humanos”.
Por lo pronto, convocaron para este lunes a una masiva “marcha del silencio”.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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