Se puede engañar a todos poco tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede engañar a todos todo el tiempo
El problema no es que mientas, el problema es que te creo
“ El Estado va a pagar más en
intereses de la deuda que la suma de las nóminas de todos los empleados
públicos”
Juan Martín
Zarza
Todo es una mentira. Todos y
todas lo sabemos pero no lo queremos creer, No sólo es una consigna, un grito en
las manifestaciones, es la realidad: no es una crisis, es una estafa. Es una
estafa programada. Sí lo sabemos, pero preferimos obviarlo y creernos lo que
dicen los medios de comunicación y hacernos la ilusión de que “saldremos de
esta” más tarde o más temprano. Estas agresiones que estamos sufriendo en
nuestros salarios, en nuestras condiciones de trabajo, en nuestros derechos
colectivos queremos creernos que son los necesarios “esfuerzos” que tenemos que
hacer para ayudar a salir de la crisis. Y cuesta tanto creerse este cuento
¿verdad?
La mayoría de los trabajadores
luchan para que no les quiten lo suyo, desean volver a la situación de hace
cinco, diez o quince años atrás, a los continuos crecimientos, al consumismo
desmesurado, a la petición de créditos… pero eso queramos o no, no va a volver
jamás.
El capitalismo ha estallado
definitivamente. Alargó su vida los últimos años gracias a la burbuja
financiera, que como es normal terminó estallando, si bien controladamente
gracias a la colaboración de los gobiernos de todos los países del mundo,
independientemente de su color político. Ahora pretende alargar su agonía
esquilmando todo cuanto pueda, todo lo público (sanidad, educación, servicios
sociales, transporte, seguridad social, pensiones, etc) y todo lo que pueda a
los
trabajadores (salarios,
vacaciones, jornada, condiciones de trabajo, empleos, derechos, ayudas, etc).
Hace lo que ya venía haciendo la iglesia desde hace siglos más vale poco de
muchos que mucho de pocos, y ahí ven los que detentan el poder su nuevo negocio
del presente. Y hasta que dure, que quienes gobiernan el mundo sólo ven “el
beneficio al día”, no planifican y mucho menos prevén. Tampoco cuentan con el
bienestar ajeno, ni siquiera con la naturaleza. Les importa un
pepino que la realidad sea
tozuda y los bienes finitos. Fabrican a su medida realidades virtuales para que
la mayoría se refugie en ellas. Para recorrer este camino cuentan con los medios
de comunicación a su servicio, auténticos artífices de esta mentira tan bien
envuelta.
Si queremos luchar por el
futuro para las nuevas generaciones tenemos que olvidarnos del pasado. Si
queremos luchar contra la barbaridad que se nos viene encima, tenemos que ir
poniendo las bases de la nueva sociedad, basada en la igualdad y en la libertad,
en el respeto a nuestros semejantes y a la naturaleza. Tenemos que bajarnos de
este falso pedestal en que nos han hecho creernos instalados de por siempre. Se
acabó este sistema de explotación y de injusticia que no tiene arreglo posible,
ni reforma, ni refundación alguna.
Cuando comencemos a asimilar
que depende de nosotros, que tenemos la responsabilidad compartida de coger en
nuestras manos la toma de decisiones sobre nuestro futuro. Cuando nos
organicemos para luchar como seres racionales que somos, cuando nos entreguemos
de lleno a la lucha porque comprendamos que nos va la vida en ello. Entonces
podremos dar los primeros pasos en firme hacia la nueva sociedad de iguales.
Mientras tanto seguiremos dando tumbos, contestando como podamos las agresiones
de la troika, de los gobiernos títere, de las patronales asesinas… y
continuaremos echando las culpas de nuestros fracasos al
empedrado.
OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA
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