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martes, 5 de junio de 2012

Basta de gobierno de ladrones, banqueros a prisión


El mes de mayo concluye con el país a las puertas de la bancarrota del sistema financiero. El colapso del mismo y el consiguiente corralito penden de un hilo. La crisis de Bankia y su rescate desesperado no es más que la punta del iceberg. El Gobierno Rajoy resolvió dejar en manos del Banco Central Europeo (BCE) la reestructuración del sistema financiero español y esa decisión representa el reconocimiento implícito de que el Estado deberá recurrir a los fondos de rescate europeos para “salvar” la banca española, o lo que es lo mismo, para asegurar que cobren sus grandes acreedores, los bancos alemanes y europeos, y para impedir que la crisis desatada tras la quiebra-nacionalización de Bankia acabe en un tsunami incontrolado. (ver La crisis bancaria y la decadencia del capitalismo español).
Con el sistema de crédito paralizado y las inversiones foráneas huyendo a mejor cobijo, el Gobierno ha emprendido una operación de rescate de los bancos que significa la pérdida de poder financiero de la banca española y de sus empresas ante la banca de los países imperialistas centrales de Europa, en particular Alemania. Las medidas de salvamento de los bancos traerán inevitablemente un fuerte aumento de la Deuda pública y significarán más recortes, más impuestos y más despidos.
El descredito y la indignación popular aumenta ante cada medida del Gobierno. Los iniciales 7.000 millones de rescate necesarios para Bankia se convertían dos días después en 10.000 y suben oficialmente a 24.000 millones días más tarde. Y todo ello sabiendo que mienten sobre el coste real de la “nacionalización” de Bankia porque el Estado "entre lo que ha puesto y lo que ha avalado, ya ha comprometido 73 mil millones, y si le añadimos las garantía de los depósitos (173 mil millones), llegamos a un valor de 246 mil millones de euros, que equivalen al 24% del PIB español" (ver artículo citado).
Rescates millonarios a la banca mientras los recortes sociales, solo a la educación, preanuncian el despido de miles de profesores/as y acabarán dejando fuera de la Universidad a miles de estudiantes a los que resultará imposible pagar la desorbitada subida de tasas.
En cinco meses de gobierno, Rajoy bate records. Record de despidos y desempleo, record de recortes sociales, record de reformas laborales que nos retrotraen más de 30 años y record de recortes a las libertades democráticas intentando acallar las protestas a golpe de carga policial, multas y detenciones.
Pero sus dificultades no se pueden disociar de la tenaz resistencia de los trabajadores/as, la juventud y los sectores populares. Desde el primer día de su gobierno contó con la oposición en la calle. Las huelgas y masivas manifestaciones de la educación, la sanidad pública, los empleados/as municipales, los trabajadores/as de aeropuertos, pilotos de Iberia, la huelga general del pasado 29M..., han sido muestra de ese rechazo social al Gobierno. Las masivas manifestaciones del pasado día 22, a las que les precedieron las del 12 al 15 de mayo o los cortes de carreteras y huelgas de los mineros dan fe reiterada del rechazo social a este gobierno.
Las crisis políticas que acompañan la situación, la crisis en el poder judicial, el plante de los rectores, el descredito de la monarquía o el mismo desgaste a pasos agigantados del gobierno central son la expresión por arriba del creciente descontento social por abajo.
Hay que decir basta a estos gobiernos ladrones, al de Rajoy y a todos los que desde las "autonomías" hacen de gestores de este plan de guerra social. Hay que decir basta a este robo a plena luz del día que condena a la miseria a los trabajadores/as y al pueblo para salvar a los banqueros, mientras sus gestores, como Rato y compañía, se van con sueldos millonarios y sin rendir cuenta alguna por su latrocinio.
¡Ni un euro más para los banqueros! Hay que expropiar la banca porque es la que concentra en sus manos el dominio real de la economía y es imposible dar un solo paso serio para resolver la crisis mientras la banca siga en manos de ladrones. Hay que expropiar los bancos y crear un sistema unificado de inversiones y créditos, bajo control de los trabajadores y el movimiento popular, que permita acabar con el desempleo y reorganizar la economía.
¿Y los banqueros? como se grita en las manifestaciones: ¡Tenemos la solución: los banqueros a prisión!

¡Ningún pacto con Rajoy!
Los dirigentes de la "oposición" política (PSOE e IU), están empeñados en no llevar el rechazo social más allá de una estrategia de desgaste del Gobierno que les permita en las próximas elecciones recuperar escaños a unos y la Moncloa a otros.
Una y otra vez, por boca de los dirigentes de UGT y CCOO repiten "No queremos confrontar con el Gobierno". Saben que el país va camino de ser la segunda Grecia del Continente y apuran a Rajoy para evitar que el descontento social se acabe traduciendo, como en el país heleno, en poner en jaque no solo al gobierno sino al régimen y al sistema capitalista mismo. Por eso cuanto más descontento social hay y más en crisis está el gobierno, Rubalcaba, Cayo Lara y la burocracia sindical de CCOO y UGT salen a proponerle a Rajoy un Gran Pacto Nacional contra la crisis.
¿En qué consiste su gran pacto nacional? En lo sustancial, en negociar con la Troika europea suavizar los recortes sociales para evitar el estallido social. ¿Pagar la deuda de los banqueros? ¡Sí! pero con mas "ayuda" de Europa, ¿Pagar la inmoral e ilegitima deuda pública? ¡Sí!, pero espaciando los pagos y bajando algo los intereses vía mayor intervención del BCE. ¿Profundizar las reformas laborales? ¡Sí! al estilo del acuerdo suscrito entre la CEOE y CCOO-UGT el pasado mes de enero. ¿Aceptar recortes en la educación? ¡Sí! pero con algunos despidos menos.
Y para mayor muestra, desde los gobiernos de Andalucía y Asturias el tándem PSOE-IU aplican su "modelo alternativo", consistente en ser gestores del gobierno central en la aplicación de los recortes sociales, pasando de la "rebeldía contra los mercados", que pregonaba IU en su campaña, a cumplir religiosamente con las exigencias de los mismos.
Su propuesta de "gran pacto nacional" no es en esencia más que un intento de salvar al gobierno de Rajoy e imponer los planes de guerra social de la Unión europea, el BCE y el FMI "atenuándolos" para evitar el estallido social frente a una crisis que se profundiza a pasos agigantados

La verdadera oposición a este gobierno es la que está en la calle. Para los trabajadores/as, los estudiantes y los sectores populares no hay otra salida a la crisis que profundizar la confrontación con el gobierno. No hay otra salida que oponer a ese plan de guerra social, a sus reformas, recortes sociales y rescates bancarios un verdadero plan alternativo de rescate de los trabajadores y el pueblo. ¡Que se suspenda el pago de la deuda pública! a los mismos usureros y especuladores que nos metieron en esta crisis y que siguen haciendo negocio con los intereses de la deuda que nos hacen pagar a todos/as.
Que se acabe de una vez por todas con los interminables rescates bancarios expropiando a la banca, socializando el crédito. Que se derogue la reforma laboral y se reduzca la jornada sin reducción del salario para repartir el trabajo y poner así freno a la desocupación.
Las luchas en curso deben poner estos objetivos entre sus demandas centrales porque ¡si se puede! dar un salida obrera y popular a la crisis.
El camino de esa salida está en la dirección opuesta a los pactos con un Gobierno que cuanto antes se hunda mejor para todos los que estamos pagando la crisis. Se trata de apoyar resueltamente las luchas, en curso y preparar así las condiciones para una nueva huelga general.

Por un gran encuentro democrático para unificar la oposición al gobierno
Las  crecientes luchas de la educación y la sanidad pública, las numerosas huelgas sectoriales y de empresas, las manifestaciones de protesta, en especial las masivas del pasado día 22 de estudiantes y del profesorado, o las acciones de los afectados/as por los desahucios o por el robo del corralito, muestra que la verdadera oposición a este gobierno está en la calle. El lamentable papel de la "oposición política" (PSOE-IU) y de la burocracia sindical de CCOO y UGT, sin más proyecto que esperar el desgaste del Gobierno para dentro de 3 años intentar ganarles en las elecciones (mientras desde los gobiernos en los que están aplican los recortes) condena todo ese movimiento de rechazo social a la dispersión, perdiendo la enorme fuerza que tendríamos si ese rechazo social se unificara en sus luchas y en objetivos comunes.
La reciente decisión de la reunión estatal del sindicalismo de clase alternativo llamando a la "confluencia con todos los movimientos sociales, asambleas del 15-M, plataformas contra los desahucios, afectados por el corralito,... intentando encontrar espacios comunes para definir los mecanismos de unidad de acción y conseguir los objetivos comunes de lucha", es un paso muy positivo, aunque aún poco preciso en la propuesta, en ese camino de unificar la respuesta obrera y popular al Gobierno.
Un gran Encuentro Estatal democrático en el que todos estos sectores, desde las asambleas del 15M, el sindicalismo de clase alternativo, las organizaciones de profesores/as en lucha (Red Verde y otras), las asambleas y coordinadoras estudiantiles, empresas en lucha, la plataforma contra los desahucios, la asociación de lucha contra el corralito bancario... confluyéramos para establecer una plataforma de lucha común (contra los recortes, por la paralización inmediata de los desahucios, por la liberación de los ahorros incautados, por la suspensión inmediata del pago de la deuda pública y un auditoria pública de la misma y la cárcel para los banqueros) y un plan de acción acordado entre todos/as, sería sin duda un paso muy grande para parar los pies a este Gobierno de los banqueros.
La tarea es ser capaces desde las asambleas del 15M y desde el sindicalismo de clase alternativo de ir aunando voluntades y concretando entre todos/as una iniciativa de estas características.

OTRA HUMANIDAD ES NECESARIA 




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